La pelinegra se despertó de golpe. Lo primero que vió fue una habitación blanca con persianas, su mano izquierda estaba conectada a un tubo con líquido y lograba escuchar el pillido del monitor cardíaco.
Le dolía la cabeza y no lograba recordar absolutamente nada. Vió a un hombre entrar a la habitación.
—Oh, ya despertaste.—Dijo él.
Se acercó a ella.
—¿Q-Qué hago aquí?—Preguntó.
—¿No lo recuerdas?
—... No...
—Bueno. Primero que nada, ¿sabes quién eres?
—Tampoco...
—De acuerdo...—Suspiró.—Tuviste un accidente automovilístico, otro carro te chocó y tu auto se volcó. El conductor de un camión vió el accidente y llamó a la ambulancia. Y, respondiendo al otro asunto; tu nombre es Hirai Momo, tienes veintitrés años, eres nacida en Japón pero vives en Corea desde hace unos años, decirte esa información no me corresponde a mí, sino que a tus familiares. Ah, y tienes una novia bastante bella y amable.
Momo frunció el ceño. Siendo sincera, no recordaba nada sobre aquella chica, pero no le parecía muy correcto que el hombre hablará así de ella.
—Y yo además de ser tu doctor, soy tu suegro.—Ah, eso lo explicaba.—Ella realmente quiere verte, ¿te molesta si la dejo venir?
—... No, creo que no.—Contestó.
Ahora tenía curiosidad por saber quién era.
—De acuerdo.—Sonrió y se dió la vuelta, para después salir de la habitación.
...
Pasaron unos minutos, Momo vió a otra persona abrir la puerta.
Una chica de cabellos negros entró rápidamente a la habitación. Detrás de ella venía el doctor que anteriormente la había acompañado.
—¡Momo!—Exclamó.
Momo se exaltó ante el grito de la contraria. La chica se acercó a ella.
—¿Estás bien? ¿cómo te sientes?—Preguntó, tomando su mano.
Debido a la cercanía, Momo pudo observarla mejor. Tenía unos lindos ojos marrones claros y un pequeño lunar en su nariz, además de tener unos labios rosados.
En sus ojos se notaba lo visiblemente preocupada que se encontraba.
—Perdón, pero no sé quién eres.—Habló Momo, separando su mano de la suya.
La chica se quedó estática.
—... ¿Qué dijiste?
—Hija, tengo que decirte algo. Ven conmigo.
—Pero, papá-
Él la tomó de la mano y la sacó de la habitación.
Momo giró el rostro y se encontró con el control de la televisión. Se estiró para tomarlo y después decidió encender la televisión, eligiendo la película de "Spider-Man: Un nuevo universo".
No sabía si estaba permitido, pero conl as pocas fuerzas que tenía se levantó de la cama, apoyándose de las paredes para poder caminar.
Abrió lentamente la puerta, lo suficiente como para poder ver hacia afuera. Y ahí estaba, ella, su novia cuyo nombre no conocía.
A su lado se encontraba una enfermera y unas personas más. Al parecer se había sentido mal, pues estaban revisando su presión arterial. Pero, claro, ¿quién no se pondría así cuando le dicen que tu pareja ni siquiera recuerda quién es?
La japonesa suspiró y volvió a la cama. Ahora se sentía mal por haberla hecho sentirse así.
Nuevamente, el doctor entró.
—Hola.—Saludó ella.
—Hola.—Suspiró.—Estuve hablando con los demás médicos y todos estamos de acuerdo en que ya estás lista para salir, sí, fue un golpe fuerte, pero milagrosamente ya te recuperaste; lo único que tienes es la pérdida de memoria, pero médicamente no hay nada que podamos hacer para ayudarte con eso.
—¿Cuándo fue mi accidente?
—Hace tres días.—Chasqueó con la lengua.—Te daremos de alta mañana.
—... Gracias.—Desvió la mirada.
Él sonrió. Una enfermera entró.
—Ella se quedará contigo.—Salió del lugar.
—¿Tiene hambre señorita?—Preguntó.—Es su hora de comer.
—No tengo hambre... gracias.—Sonrió levemente.
—Debe de alimentarse bien, después de todo está en recuperación.
—Insisto, así estoy bien.
—De acuerdo.—Sonrió.—¿Quiere que le acomode las almohadas?
—Uhmm... ¿de acuerdo?
La mujer acomodó la cama de la chica.
—Ya está.
—Gracias...
Momo miró el reloj que se encontraba en la pared. Eran las ocho de la noche, ahora tenía sentido que las persianas estuvieran cerradas.
La pelinegra soltó un bostezo y después cerró los ojos. Aunque no estaba planeado, se quedó dormida. Tal vez eso la ayudaría a pasar el día más rápido para por fin poder largarse de aquél lugar.
La enfermera se sentó en uno de los sofás que había en la habitación y se puso a leer.
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- Love memories • Mohyo
Fanfikce- Donde Momo sufre pérdida de la memoria y su novia hace todo lo posible para ayudarla a recuperar sus recuerdos al mismo tiempo que trata de enamorarla de nuevo. . . . . 「↻」. . . . • Canción de la historia: Can't remember to forget you - Shakira ft...