Cada quien vive su propio tormento, nuestros pensamientos son la manifestación de nuestra mente, son la forma en la que procesamos nuestra información, tomamos nuestras decisiones y nos relacionamos con el mundo que nos rodea. Son la base de nuestras emociones, acciones y creencias. En este escrito, reflexionaré sobre su origen, su impacto y cambio .
Cada uno de nosotros tiene una historia única que nos ha llevado a ser quienes somos hoy en día. A través de nuestras experiencias, hemos aprendido lecciones valiosas, enfrentado desafíos y crecido como personas. Invito a reflexionar sobre mi propia historia, analizar los momentos clave que han influido en mi vida y considerar cómo estos acontecimientos han moldeado mi perspectiva y mi manera de enfrentar el futuro. Al reflexionar sobre mi historia, espero encontrar nuevas formas de crecer y seguir avanzando hacia mis metas y objetivos.
Esto será mucho más que simples pensamientos, son palabras interiores, las cuales nadie escucha y a veces pueden matarnos lentamente si no hacemos nada o no tenemos algo que sea nuestra motivación para un avance.
Tengo 16 años, me defino como una chica tranquila y observadora. A mi corta edad de 13 años, empecé a escribir. Mis pensamientos estaban perdidos, no sabía a quién seguir y, aun peor, con la cuarentena por Covid_19, estábamos alejados de la sociedad físicamente. Lo único que teníamos eran las redes sociales, las cuales nos llenaban de imperfecciones, aunque no tuvieran efecto en mí, sabía que mis pensamientos estaban creándose y desarrollándose por medio de comentarios sociales que hablaban solo de perfección, donde la imperfección no existía. Sé que muchas personas pasaron por esto, pero creo que los adolescentes que se forjaron en la cuarentena de aquel 2019-2021 tenemos un pequeño error alterado en nuestra memoria.
Analizando mi situación de aquel entonces, me refugie en las notas de texto y notas de diario para salir de mi realidad , me desahogaba , me reía , los odiaba, pero nunca los borre ;Tenían algo especial lo cual ahora comprendo y compartiré después de 3 años.
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Laberinto de mis pensamientos
RandomTodos tenemos a un francotirador apuntándonos con una gran M16 directo al corazón, lo malo es que no sabemos cuando aplastara el gatillo.