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˚₊‧꒰ა ꩜ ໒꒱ ‧₊˚

Erase una vez un hermoso y curioso angel llamado Jimin, quien bajaba a la tierra para espiar a los seres humanos, este ser no sabe porque pero siempre le atraia aquellos seres diferentes a él, y aquella noche no era la excepción.

Siendo muy cuidadoso para que no se enteren de su presencia observo desde la oscuridad del bosque que estaba sercas del pueblo a varios humanos conviviendo, unos platicando y otros bebiando un liquido desconocido para él.

Esperando a que llegue su parte favorita del lugar poniendose feliz cuando empezo a escuchar aquel sonido de aquella distintiva música que lo hacia desear bailar como aquellos seres lo hacen, cerro sus ojos para poder apreciar mejor aquellas notas que se combinaban conviertiendo asi una agradable canción para sus oídos.

Le encantaban esos bailes y fiestas de los humanos hacian cada noche.

Muy diferente al paraíso, un lugar que es considerado sagrado y tranquilo. Ellos no tenían celebraciones ni eventos bulliciosos pues podrían interrumpir esa calma y perturbar la paz del paraíso, es por eso que las prohibieron desde hace siglos.

Eso si, el angel solo podía presenciarlo escondido en el bosque viendo desde lejos.

Por más que quisiera ir hacia ahí, no podia, ya que sus grandes y blanquesinas alas no lo permitian. Por lo que resentido se quedaba en su lugar de siempre observando algo retirado del pueblo.

Dejandose llevar con la música aun teniendo sus ojos cerrados comenzo a bailar en medio de los grandes árboles sonriendo en el proceso. Hacia giros en su propio eje, tratando de hacer los movimientos que veia por parte de los humanos, era como si su cuerpo se moviera en sincronia con la musica y la luz de la luna hizo que le diera un toque espectacular a su baile.

De estar tan consentrado en aquella música y baile no presintio que alguien no tan lejos de él lo miraba en medio de los arbustos. Tratandose nada más ni nada menos de un demonio el cuál también bajaba a la tierra pero a diferencia del ángel el lo hacia por diversión, no obstante no era un demonio cualquiera, se trataba de Yoongi él príncipe de las tinieblas. A él le entrenia verlo bailar cada vez que él bajaba, le parecia gracioso y muy bello aquel ángel.

Hizo una pose al final en cuanto termino la música dandole fin a su baile. Sus ojos se abrieron y brinco de susto al escuchar aplausos. Mirando con inseguridad al lugar proveniente del ruido sintiendo miedo de ser descubierto y sintiendose peor cuando la silueta se iba asercando hacia él poco a poco dejandose ver a un demonio con su forma natural, con solo ver esos ojos oscuros, sus cuernos arriba de su cabeza y esas grandes alas de color negro basto para darse cuenta de que se trataba de uno.

—Wow impresionante—su voz se escuchaba gruesa y profunda.

—¿Cuanto tiempo llevabas ahí?—cuestiono sorprendido y a la vez aliviado al ser un demonio y no de su especie.

Si, que irónico.

—Desde que pisaste el mundo de los humanos—confesó.

—Todo este tiempo¿me espiabas?—fruncio sus cejas.

—No, yo solo miraba—contesto cruzandose de brazos.

—Eso es espiar—también se cruzo de brazos—¿Dónde te escondias que ni me daba cuenta?—se intereso.

El pelinegro levanto su ceja al ver ahora aquel ángel que anterior tenia miedo ahora teniendo curiosidad,lo que lo hizo sonreir.

—Tengo mis trucos—como todo un demonio era un maestro del engaño. Por lo cual se transformaba en diferentes animales para estar cerca sin que él lo notase claro que no se lo diría—Y dime..—pauso esperando a que él más bajito dijiera su nombre.

—Jimin—respondio al darse cuenta de su indirecta pregunta.

"Lindo nombre" penso el pelinegro—Y dime Jimin ¿que buscas en la tierra?—continuo al ver como no contestaba—Que yo sepa las leyes de los ángeles son más rigurosas y tienen prohibido el contacto con el ser humano—Jimin agacho la cabeza pues era verdad aquello—No como nosotros que podemos hacer y deshacer lo que queramos.

El rubio timidamente respondio—Y-yo amo las fiestas que hacen, pero me tengo que esconder para que no vean mis alas, entonces solo las puedo apreciar desde lejos.

Dicho aquello el cerebro del demonio hizo clik teniendo una idea—Yo puedo ir y venir entre los humanos.

—¿En serio?¿Cómo?—preguntó él inocente angel.

—Con mi magia puedo cambiar mi apariencia—respondio incandose de hombros como si no fuera la gran cosa.Prosiguio cuando vio los ojos brillantes del ángel—Si quieres...puedo hacer lo mismo contigo—propuso sonriendo de lado.

—¿Por que lo harias?¿Qué quieres a cambio?—desconfiaba él rubio.

—Que bailes conmigo,¿es mucho pedir?—alzo un ceja.

Él ángel estaba en duda si debia de confiar en él, ya que de pequeño le enseñaron aserca de los demonios los cuales decían que eran seres malignos como criaturas peligrosas y corruptas. Los consideran como una fuerza negativa que busca causar daño y sembrar el caos en el mundo.

Los ángeles están comprometidos en proteger el bien y luchar contra el mal, por lo que ven a los seres malignos como una amenaza que debe ser enfrentada y neutralizada.

Sin embargo, a pesar de sus dudas, la tentación de participar en esas fiestas era más fuerte que su miedo. Asi que decidió aceptar la propuesta.

—De acuerdo.

Esas dos palabras hicieron sonreir en grande al azabeche.

—¿Y cuál es tu nombre?—cuestiono queriendo conocer con quien pasará la noche en la tierra de los humanos.

—Yoongi—se inclino dandole una reverencia sin despegar su mirada en él.

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¡Primer capítulo!que espero y les haya gustado,si es así no se le olvide votar.
Nos vemos a la próxima:3

𝐅𝐨𝐫𝐛𝐢𝐝𝐝𝐞𝐧 𝐋𝐨𝐯𝐞 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora