Bufón

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...

No espero ni pido que nadie venga a socorrerme; después de todo, en mis pocos años de experiencia, esto parece ser una guerra sin sentido por alcanzar el #1 en el mercado. Como un ser vivo cualquiera, sé que no puedo aspirar a un estatus tan grande como el del Coronel S. o el Rey Fries K. Sin embargo, la única esperanza que me queda es ganar fama y el tan llamado reconocimiento. Tal vez mañana muera, pero hoy aliviaré mi alma, pues tengo un propósito que no abandonaré a pesar de las adversidades.

— ¿Otra vez estas deudas? ¿Cómo es posible acumular tantas en solo una semana? ... —pregunté, pensando en otras soluciones a mi terrible vida.

Desearía tener a alguien a mi lado; esta soledad que no soporto solo me hace pensar en el peor destino posible. Parece que todos están muertos, que no hay nadie a mi alrededor. ¿Será mi culpa? Mi poca interacción me está pudriendo por dentro. ¿Será este el momento de decir "hasta el siguiente ecosistema"?

— ¡Imposible! Solo no tengo una visión positiva del mundo. Sé que estos pensamientos intrusivos pueden cambiar. Quiero creer... —un poco desesperado pero aliviado a la vez decía para contrarrestar el estrés.

¡Claro! Soy un idiota. Esto no es un adiós ni el final. Solo hay que ser pacientes y todo saldrá bien.

A veces, las creaciones más populares surgen de otras ideas ajenas, una mejora de la idea original. Tal vez debería explorar lo que hacen los demás. Podría tomar prestada una idea para captar la atención de la gente. Me sorprende que los payasos ya no sean tan populares. ¿Qué está pasando con esta generación? Mi padre era muy reconocido en sus tiempos de oro. Ahora que ya no está, solo me dejó con su apariencia, sus deudas y un restaurante viejo y descuidado.

— Maldita la suerte que me lleva vivir esta vida. —suspiré, pensando aquello sin poder olvidar lo que me atormenta cada día.

___

Caminé por la «Av. #53» los alrededores de esta avenida estaban repletas de señales de alto, era una calle bastante transitada, —de milagro no me han atropellado–, murmuré en voz baja, aunque igual si lo hicieran sería un peso menos para mi si salgo muerto.

Tras cruzar la calle, me detuve frente a una librería con libros que prometían convertir sueños en realidad. No creo en esas promesas ni en seres místicos, pero quizás darles una oportunidad pueda cambiar mis pensamientos, al menos según quienes me rodean y me instan a hacer algo productivo, como leer y olvidar el restaurante de mi padre.

...

Adentrándome en la inmensa librería, busqué los ansiados libros sin éxito. Decidí dirigirme al centro de ayuda cuando me topé con una silueta familiar. Hacía tiempo que no la veía y, para mi sorpresa, recordé su nombre al observar su atuendo elegante. Un apuesto caballero de unos treinta años, de alta estatura, estaba frente a un payaso vagabundo. Aunque me sentí avergonzado, el destino parecía haberlo dispuesto así.

—    ¡Mirad quien volvió, el bufóncito que alguna vez divirtió al rey! ¿cómo van las cosas por allá? —, esa voz áspera pero coqueta me causa escalofríos, imposible de olvidar aquella voz que denota liderazgo.

— ¿Cuántas veces debo repetir que no soy bufón ni bufóncito? Soy un simple payaso, un humorista sin ataduras. No trabajo para idiotas. —respondí, con firmeza pero con cierta irritación, a veces olvido que hay quienes no distinguen dos simples palabras en este mundo.

— Ay, payasito, no te pongas en ese plan. — Estoy seguro de que este idiota quería provocarme y hacerme enojar, cosa que a un payaso difícilmente verás así.

— ¿Qué tal si te enseño un acto de payaso? — Es humillante para mí, pero debo defender mi título y no rebajarme ante este que se cree rey.

Listo para mi actuación, preparado para humillarlo, o lo que sea posible para callarle él hocico, siento que su palma con un papel me toca el pecho, deteniéndome. Es increíble la fuerza que posee.

— Mejor guarda esas travesuras para otra noche de diversión... No aquí, en una librería. — Riendo, se dispuso a irse con elegancia. Ese presumido me dejó una nota con su número. ¿Qué pretendía? Lamentablemente, uno tiene que caer bajo para sobrevivir. ¿Será esta una oportunidad?

¿Cómo podía olvidarlo? Este idiota me arruino mi estabilidad, no puedo olvidar que tuve una historia con este "rey" y, lamentablemente, aunque me duela, tengo que darle la razón: alguna vez serví para él en mi momento más bajo. No quiero que la historia se repita, pero me encuentro en una crisis económica.

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HOLAA escribi esto a manera de broma jiji
Sigan viendo porque si la continuare
le falta dramaaaa

HOLAA escribi esto a manera de broma jijiSigan viendo porque si la continuare le falta dramaaaa

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Amor en la quiebraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora