Abriles aciagos

El principio del fin.

Y la boca no genera más saliva
De los ojos han brotado las desdichas
Pues del aire inspirado sobra poco
Se convierte en el último suspiro.

Ese pulso que no encuentro mortifica
Más mi vida que la del que ya no vive
Me pregunto en mis días más felices
El sentido y el porqué de tu partida.

¿Han partido hacia nuevos horizontes?
¿Han optado por marcharse de mi lado?
¿Han querido que lo logre y esté esperando?
Un aplauso de las manos que expiraron.

Ya la sangre ha logrado detenerse
Y el rostro adquiere un tono palidezco
Reconozco todo menos esa escena
Esa que desamparada me ha dejado.

Hace un año yo recuerdo que aún estabas
Sin embargo, hoy sólo miro tus retratos
Una tumba en la que sólo hay restos óseos
Pero en ella viven todos tus recuerdos.

Nada es lo mismo si no estás aquí.