A sólo un océano.

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Descuida que el destino cobra cuentas
Ahora sufro cada puñalada
Los llantos que ahogaban almohadas
Ahora se anudan en mi canto.

Los manantiales rozan la piel, suave
Quién dijo que eso no lastimaría
A veces el silencio que producen
Anuncian una orquesta de lamentos.

Las noches no debieron presentarse
En días que te alojas en Valencia
Ayudan a mi alma a entristecerse
Encienden sus linternas con frecuencia.

Me encuentro esta noche en ti pensando
Aunque debí dormir tal como dije
Lo siento, es que no puedo resignarme
A estar lejos de ti un solo día.

Cómo lograr los años que planeamos
Si ansío verte al amanecer
Las noches ya no son un aliado
Ahora son lo que solían ser.

Abriles aciagosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora