Blood Moon-Carlisle Cullen

Chapter Nine

CHAPTER NINE

NUEVO COMIENZO

Los días desde la mudanza transcurrieron, los vampiros empezaron la escuela en Alaska. Moon y Carlisle volvieron al trabajo y Edward... El se había aislado de la familia desde lo que sucedió con Isabella

Moon sabía que Edward necesitaba su espacio pero no podía evitar preocuparse por el

Moon revisaba los expedientes de sus pacientes y se dio cuenta de que en aproximada una hora sería su siguiente cita, sabía que era una niña de cuatro años quien era huérfana llamada Davina

Siempre qué tenía alguna cita con algún niño pequeño sentía su corazón apachurrarse puesto que le recordaba demasiado a las sesiones de terapia qué ella tomó y si bien era una joven en ese entonces, las palabras del psicólogo la hicieron volver a sentirse una niña

Moon tomó un momento su teléfono para preguntarle a Edward si estaba bien o si necesitaba algo como todos los días para recibir la misma respuesta

"Estoy bien :)"

Los Cullen también le escribían pero este solo los ignoraba, pero no podía hacerle eso a Moon, ella era el punto débil de todos los Cullen

La pelirroja comenzó a caminar por los pasillos donde se topó a Victoria quien también trabajaba en el hospital

—Mija, ¿Dónde estabas?, te estuve buscando toda la mañana y apenas y te encontré

—Lo siento es que estaba revisando los expedientes de mis pacientes—explicó—

—Bueno, no pasa nada—habló mirándola—¿tienes tiempo libre para que vayamos por un cafecito?

—Tengo aproximadamente una hora disponible porque después tengo que atender un paciente—la latina asintió

—Pues andando, uno de los hombres que trabaja ahí está guapísimo —Moon negó ante las palabras de Victoria—

—No tardaremos, ¿cierto?, siempre que dices un cafecito terminas tomando tres tazas y tardamos como dos horas en volver—la mujer negó y comenzó a guiarla a la salida—

—Tu no te preocupes, no tardaremos nada

Pocos minutos después ambas se encontraban sentadas en la mesa del lugar hablando y contando cosas a más detalle sobre como había sido su vida en los últimos años

—Esto de las citas en cafés es muy lindo pero aveces hay cada persona que te hace obligarte a salir por las ventanas del lugar—la pelirroja frunció el entrecejo—

—¿Las ventanas de los baños no son pequeñas?

—Una aprende cada maña si llevas años en el mundo de las citas—Moon negó con diversión—¿Qué hay de ti?, ¿cómo te trata la vida de madre adoptiva?

—Los chicos son una maravilla, cada uno tiene su propia personalidad pero logré hacer ese clic con cada uno

—Verte siendo madre es muy lindo... No creí que al ayudarte te harías esposa de un doctor con cinco hijos... Bien ahí Moon—le guiño en ojo para gracia de la pelirroja—

—Carlisle es esa persona con la que puedo hablar de cualquier cosa sin sentirme juzgada, me comprende, y cada día... Me hace sentir como la mujer más perfecta del mundo

—Aunque lo admito, el abuelo de Ken no me agradaba del todo, sé que te hace muy feliz mi querida Moon pero entre nos—se acercó—si te lastima un día tu solo sal con los niños un rato y deja la puerta abierta, ¿si?

Moon la miró con los ojos bien abiertos ante sus palabras

—¿Tu y el abuelo de Ken no han pensado en tener hijos propios?—la mujer Cullen negó levemente—

—No hemos hablado sobre eso—claro que no lo habían hecho, los vampiros no pueden procrear y lo saben—el embarazo parece algo muy lindo pero, ¿el parto?, solo pienso en eso y mi piel se eriza

—De todos modos, eres una excelente madre con esos jóvenes y lo sé, esos chicos parecen adorarte y hasta te llaman mamá... Estoy muy orgullosa de ti, mi querida Moon

—Todo es gracias a ti, siempre te he visto como una madre y siempre lo haré

La latina no pudo evitar sonreír ante las palabras de la pelirroja

Al rededor de cuarenta minutos después volvieron al hospital riendo y Moon con un pequeño pastel en mano envuelto con una bolsa de papel

Pronto notan a Carlisle acercarse por lo que Moon se apura a esconder el pastel, últimamente el azúcar la había alterado de más y su esposo le dijo que debía moderar se respecto a las cantidades puesto que el azúcar la ponía ansiosa

—Te veo al rato mija—se despidió de Moon y se alejó—

—Hola querida—escuchó la voz de Carlisle junto a ella por lo que le sonrió—

—Hola cariño—saluda mientras le da un pequeño beso en la mejilla—

—¿Dónde has estado?, te estaba buscando para comentarte algo

—Ah... He estado... Hablando con Alice por teléfono

Carlisle sabia que mentís pero prefirió no comentar nada al respecto

—En fin, ¿qué querías decirme?

—Ah, claro, casi lo olvido, el clan Denali nos invitó a pasar un par de días en su casa a la familia, parece que te extrañan—Moon sonrió ampliamente—

—También yo, es muy lindo verlos... Aunque Irina me aterraba al principio—pareció recordar unas palabras—

"No tienes idea de quien eres realmente, ¿verdad?"

Esas palabras la habían dejado pensando mucho tiempo pero Tanya y Kate aseguraron qué probablemente solo quería asustar a Moon un poco

—Estoy ansiosa por verlos de nuevo... Aunque también quisiera ver a Edward en persona y no solo recibir de vez en cuando mensajes con señales de vida—Carlisle miró a su esposa levemente enternecido—

—Edward necesita espacio

—No puedo evitar preocuparme, es mi hijo después de todo, ¿no?—una pequeña sonrisa apareció en el rostro del vampiro. Le resultaba tierno como Moon adoraba a esos chicos como sus propios hijos—También me preocupa Bella, su ruptura con Edward no debió ser nada fácil

—Si, espero que esté bien y si algo llega a suceder esperemos contar con las visiones de Alice—Moon asiente

—La ruptura de Edward y Bella me hizo pensar, ¿qué habría hecho yo sin mi vampiro querido?—Preguntó lo suficientemente bajo para no ser escuchada—... Quizá tendría una bicicleta

Carlisle rió ante las palabras de Moon antes de abrazarla