Fire Cat - Overcoming the past [Hiei] (PAUSADA)

1 - Un pequeño problema

Suspiró ante los pequeños sonidos de arañazos dentro de la caja, junto a unos gruñidos. Le costaba sostener la caja con tanto movimiento a veces, incluso se iba rompiendo, captaba las miradas de quienes pasaban por su camino.

—Hiei, ya detente por favor, intento ayudarte —murmuró por debajo para que lo escuchara—. Sabes que no tienes más opción, debes mantenerte calmado.

Los arañazos cesaron después de unos segundos, aunque los gruñidos no faltaban ni un momento. Era una situación complicada, necesitaba ayuda, así que pensó en aquella persona, dado que tiene experiencia en los felinos, al menos lo cree por tener su gata.
Se detuvo en la puerta, guardando calma, inhalando profundo, tocó el timbre y esperó. Jamás imaginó este tipo de situación, sentía un poco de pena por su amigo en aquella caja, podía entenderlo, él también estaría abrumado y enojado.

El sonido de la puerta al abrirse lo sacó de sus pensamientos, dejando ver esa cabellera anaranjada; los ojos un tanto cansados, quizás por estudios, y despeinado. Este lo miró curioso, levemente sorprendido al verlo frente a su puerta con una caja maltratada en manos.

—Oh, Kurama… ¿Sucede algo? Esa caja parece haber sufrido un accidente de tránsito —se inclinó observándola.

Con algo de cansancio, el pelirrojo sonrió nervioso.

—Verás, Kuwabara… debo decirte algo.

Sabía que sería un tanto complicado explicarle la situación, pero por suerte Kuwabara pareció volverse más listo con el tiempo, además es una persona bondadosa que no duda en ayudar a sus amigos, aún así no perdió la oportunidad para burlarse, soltando una carcajada.

—Dios, no puedo creer que quien está dentro de esa caja sea el mismísimo Hiei —carcajeó secándose una lágrima—. Se ve furioso, aunque un gato le queda con lo gruñón que es

Kurama sostuvo bien la caja al sentir que se movía con brusquedad y los arañazos iban intensificándose más.

—Kuwabara, no seas así, necesito tu ayuda, ¿puedes hacerlo?, no será por mucho… al menos hasta lograr encontrar la forma de revertirlo

Este se calmó y después de unos segundos lo miró con una leve mueca mientras rascaba su cabeza.

—Lo siento, Kurama, pero no puedo hacerme cargo de Hiei —dijo negando con la cabeza—. Estoy ocupado con los quehaceres y estudios para estos exámenes, además es mucho teniendo a Eikichi.

—Por favor, Kuwabara, será un gato tranquilo y educado —insistió forzando una sonrisa.

—¿Tranquilo y educado? —repitió con incredulidad— ¿Estás seguro de que es Hiei? porque a mí me parece que apenas abra esa caja me saltará, quiero vivir

—Es una forma de expresarse —se excusó intentando ocultar su nerviosismo, pero el otro se adelantó.

—Lo que digas. —dijo con escepticismo— En verdad, me gustaría ayudar, pero Eikichi se pondrá celosa y no podré estar prestando tanta atención.

—Entonces, ¿dónde lo llevo?, Yusuke, Genkai y yo no podemos cuidarlo. Ambos iremos a investigar esto que le sucedió y Genkai es mejor no molestarla, tampoco tiene mucha experiencia cuidando animales como tú —frunció el ceño con frustración.

—¿Qué tal Sabiko? —propuso levantando el dedo índice— ella es de nuestro equipo, podrá defenderse y también le gustan los gatos, de hecho a veces viene para ver a Eikichi

—Sabiko… es verdad —murmuró pensativo— no la he visto en un mes, pero, ella…

—Sí —interrumpió con solo pensarlo— ella le tiene miedo a Hiei, siempre que nos juntábamos, Sabiko se ocultaba detrás de uno de nosotros

—No querrá cuidarlo

—No le digas quién es

Lo miró con duda y recelo, ella claramente sentirá que el gato no es normal.

—No lo sé… ella es una psíquica también, podrá sentir que el gato no es normal, además —se acercó para susurrarle al oído— sabes que Hiei también la odia por su forma de ser.

—Podrías inventar que es alguna mascota del Makai y necesita ser cuidado por unos días, sé que podrás inventar alguna excusa

Lo pensó, mirando aquella caja, recordando cada momento en donde esos dos se evitaban, uno lleno de miedo y el otro de odio.

—Podría ser... quizás su relación florezca, aunque me sentiré mal por mentirle

—Tú, tranquilo, veremos cómo sale —palmeo su hombro—. Ahora vete, de igual forma la visitaremos. Todos sabemos que ella suelte tenerle miedo a los demonios.

Asintió con una sonrisa y le agradeció, Kuwabara es un buen amigo. Pero estaba preocupado por Sabiko, se arriesgaría a probar este plan. Despidiéndose fue en dirección a su nuevo destino.

Iba a hacer más cap antes de subirlo pero habría tardado mucho, así que decidí subir el primer cap a penas lo hice

Aviso que las imágenes de Hiei y la prota los hice con una AI a base de unas descripciones (me costó)

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