4 - Era aterrador

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Dejo caer su cabeza contra el escritorio, escuchándose un leve estruendo por lo brusco

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Dejo caer su cabeza contra el escritorio, escuchándose un leve estruendo por lo brusco. Cerro los ojos intentando calmarse y pensar con más claridad, convenciendose a sí misma que saldrá bien de alguna manera. Odiaba sentirse tan inútil, tan débil, tan... dependiente de alguien.

Ese último no lo admitía.

Las hojas comenzaban a flotar levemente, su frente dolía aún contra lo frío de la madera, pero tenía otros pensamientos ocupando el lugar a ese problema tan trivial.

<Estudia. Sé una chica inteligente>

Murmuraba a si misma incoherencias, perdiendo levemente ese control a sus poderes; lápices, borradores, hojas y hasta su almohada flotaban.

Unos rasguños fuertes y bruscos chocaron con la puerta cerrada sacándola del trance emocional. Recordó que no está sola ahora mismo, remplazando esa frustración, tristeza y ansiedad por miedo. Trago en seco levantándose de la silla, dejando caer los materiales flotantes en el proceso; se dirigió sin más preámbulos.

Justo cuando estaba a punto de tomar la perilla, una manito felina salió por debajo de la puerta, moviéndose como si intentara rasguñarle seguido por los gruñidos. Ella brinco del susto, jadeando levemente.

Pero le pareció adorable.

—Oh, Pequeño Hiri —Comento apoyándose en la puerta estando de cuclillas para que la escuchara del otro lado— Debí hacer ruido y te moleste, lo lamento, pero no puedo dejarte entrar, es parte privada.

Sonaba nerviosa, esperando que pueda entenderla. Estaba algo agradecida por haberla detenido de un ataque ansioso, no quería destruir sus cosas nuevamente y tener que comparar o reparar más.

El felino pareció enojarse por los arañazos, pero después de unos segundos cesó, volviendo posiblemente a la sala de estar.
Esta suspiro aliviada. Tenia que aguantar unos días, solo son...

¿Cuántos días?

Comenzó a sobrepensar ante la idea de convivir tanto tiempo con esa bestia. ¿Y si los ayuda en su misión?, oh, no, prefiere evitar encuentro con demonios y el Makai es un lugar que desea evitar, quién sabe los horrores que podría pasar. Solo puede imaginar a varios Hiei amenazandola con matarla.

Es curioso recordarlo, después de tantas pesadillas que le provocó.

Aún así...

—La próxima le preguntaré a Kurama, debe de estar ocupado.

Dejo arena en una pequeña caja, con cuidado, gimio frustrada al ver ciertos arañazos en el sofá y ni hablar de su puerta

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Dejo arena en una pequeña caja, con cuidado, gimio frustrada al ver ciertos arañazos en el sofá y ni hablar de su puerta. No se enojaria con Kurama, quizás el felino está estresado y puede entenderlo muy bien, ella lo pasa todo el tiempo.
Fue hacía la cocina, debía cocinar algo para comer y después ponerse a limpiar el desastre de Hiri, que ahora que lo piensa... ¿Dónde está?.

—¡Ah!

Salto del susto al sentir un leve rasguño en el tobillo, logró esquivarlo a tiempo notando esa silueta oscura pasando como un rayo hacia zonas oscuras y estrechas, la acechaba.

Rezo a sus adentros esperando despertar al día siguiente y no estar dentro del estomago del adorable animal.

—Santo que estas en los cielos, dios de los gatos, protegeme de tu hijo del infierno —Murmuraba temblorosamente mientras se acercaba al refrigerador y tomar los ingredientes.

Floto en el aire levantando los pies al esquivar otra vez esa silueta negra que se dirigió a sus piernas.

—¡Dios mio! —Se quejo sobresaltada— Pequeño Hiri, ¿Porqué me atacas? —preguntó aún flotando, rápidamente sacó los ingredientes y los dejó en la mesa, empezando a preparar.

Los gruñidos la ponían nerviosa y lloraba del miedo, suplicando que Kurama vuelva.
Nerviosa bajo los pies, sus poderes llegaban a cansarla, no podía excederse a lo tonto. Mientras cortaba la carne y verduras, por el rabillo del ojo vio unos ojos carmesí observándola en la oscuridad.

—¡T-te daré carne, lo prometo! —Llego a exclamar nerviosa, no entendía la razón de ese comportamiento.

Oh, parece tranquilo.

Siente que esta no será la única vez en que ese felino ataque de manera repentina.

Después de un rato, dejo con nervios un plato de carne cerca de esa zona oscura. Una manito salió para rasguñarle logrando que ella se eche atrás maldiciendo internamente. Al menos pudo sentarse a comer, bueno, llevando su plato a la habitación.
Envío como Cincuenta mensajes al pelirrojo comentándole los problemas recientes. Ese gato le recordaba bastante a Hiei, y tenía miedo pero a la vez ternura.

<Espero se calme mañana>

Mañana limpiara y hará lo que necesita para Hiri, quizás no le gusto el trato tan pobre, debía darle algo decente para dormir y alimentarse.

Aquí a los pocos que leen mi historia, les recomiendo de Meero_MeeroHizo una de Hiei y se merece reconocimiento, ¿saben lo difícil qué es encontrar una?

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Aquí a los pocos que leen mi historia, les recomiendo de Meero_Meero
Hizo una de Hiei y se merece reconocimiento, ¿saben lo difícil qué es encontrar una?

Aquí a los pocos que leen mi historia, les recomiendo de Meero_MeeroHizo una de Hiei y se merece reconocimiento, ¿saben lo difícil qué es encontrar una?

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Por cierto, olvidé poner una imagen de la prota que hice con AI

Tuve que recortarlo ya que tenia otra imagen diferente (la AI me daba diferentes ejemplos)

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Tuve que recortarlo ya que tenia otra imagen diferente (la AI me daba diferentes ejemplos)

Fire Cat - Overcoming the past [Hiei] (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora