Parte Única

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Recordaba perfectamente, lo tenía muy presente. La inseguridad que sentía, la confusión que le invadía cuando todo el mundo a su alrededor hablaba de amor.

Nunca se había preocupado realmente por ese tema; siempre había pensado que llegaría solo. Sin embargo, mentiría si dijera que no se sentía un poco presionado. La gente a su alrededor le preguntaba: "¿Tienes novia?" o "¿Cuando empezaras a buscar a una linda chica" "¿Aun no tienes novia? Puedo presentarte a mi hija, puedo presentarte a mi nieta. Mi sobrina estaría encantada de conocer a un chico como tú."

El tema lo tenía tan agobiado que empezó a prestar más atención a las mujeres a su alrededor. Aunque nunca se había fijado demasiado, la insistencia de la gente lo obligaba a considerarlo.

Ino, su compañera de grupo, había sido insinuada como una posible pareja en más de una ocasión. Si antes pensaba que era absurdo, ahora consideraba que lo era el doble. No es que Ino fuera una chica fea; todo lo contrario, tenía muchos atributos, tanto físicos como de personalidad, eso no lo dudaba. Pero no le generaba nada más que una simple amistad por ella, por lo que la había descartado casi al instante.

Por otro lado, la kunoichi de la arena, Temari. La chica era muy linda, no lo iba a negar. Tampoco iba a negar que al notar que mucha gente coincidía en que harían una linda pareja, o directamente los confundieran como una pareja, lo había hecho dudar más de una vez. Sin embargo, no podía dejar de sentirse confundido.

Quizás era que realmente le gustaba Temari, o quizás era la presión que sentía al escuchar los halagos constantes sobre la buena pareja que harían, o las preguntas constantes sobre una novia. No lo sabía.

Su confusión era tan grande que acudió a su padre, un hombre sabio. Cuando le contó su situación, este rió un poco antes de decir una frase que no olvidaría jamás.

- "Cuando sea el momento, lo sabrás, Shikamaru" - quedó atónito. Esa respuesta no aclaraba absolutamente nada; ahora, tenía más dudas que antes.

Pero, una vez más, su padre tuvo razón. Él lo supo inmediatamente, supo enseguida cuando empezó a hablar más con el rubio de ojos azules, cuando estaban prácticamente todo el día juntos, cuando movía su agenda para coincidir con los horarios de Naruto, cuando se besaron por primera vez, cuando formalizaron su relación, cuando escucharlo hablar era todo lo que quería por el resto de su vida, cuando se desvelaban hablando o haciendo otras cosas un poco más íntimas, cuando lo veía sonreír o comer, incluso cuando se despertaba a mitad de la noche y lo veía dormir profundamente.

Incluso ahora, incluso ahora que lo estaba viendo caminar hacia el altar para seguir una vida juntos.

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Una historia muy cortita y algo fea, pero espero que les guste <3


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