Parte 2: Shotcalling.

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Habían pasado dos meses desde que descubriste que tu raro amigo, Rhaast, era el famoso Kayn Shieda. Por suerte, este cambio de dinámica provocó que se fortaleciera su amistad. Ahora hablaban cada vez que se topaban en el pasillo y jugaban Lol en las noches mientras criticaban a gente de la escuela por llamada. Te sentías afortunada de tener su atención, aunque eso significara que tus compañeras envidiosas te fulminaban con la mirada cada vez que hablabas demasiado con él. Amabas esta nueva etapa, pero sabías que terminaría pronto.

Faltaba un mes para que el año escolar se acabara y eso significaba dos cosas. La primera es que se acercaba el famoso concurso de talentos anual que tu escuela organizaba para despedir a los estudiantes. Era un evento importante en donde asisten los alumnos y el público en general. Al inicio era un evento de una sola vez, pero gracias al gran recibimiento se convirtió en tradición. A tu maestro de matemáticas le gustaba incitar a que los alumnos se presentarán por lo que siempre daba puntos extras a los que participaran. Puntos que urgentemente necesitabas si no querías tomar cursos de verano.

Así que aquí estabas, buscando meticulosamente una canción sencilla que pudieras tocar y cantar al mismo tiempo en Spotify. No eras la mejor cantante, pero al menos sería mejor que solo tocar la guitarra. Te encontrabas acostada sobre una banca en la sala de música. Aquel oasis en donde habías visto a Kayn por primera vez. Aquel recuerdo vergonzoso se había convertido en uno que te traía nostalgia. Seguías siendo introvertida y tímida con los demás, pero no con Kayn.

—Te encontré—. Escuchaste esa característica voz aterciopelada entrar a la sala.

Tu corazón comenzó a correr sin piedad sobre tu pecho como aquel primer día. Tus manos empezaron a sudar y rápidamente te las secaste en tu pantalón. Te quedabas sin aliento con cada paso que daba hacia ti, pero rápidamente recuperaste la compostura.

—¿Qué haces aquí?—. Preguntaste dejando tu teléfono de lado fingiendo que su presencia no era la gran cosa. Kayn te lanzó una lata de soda que hábilmente atrapaste.

—No te vi en la cafetería y pensé que aquí estarías—. Dijo Kayn, notando rápidamente tu guitarra.

Él era un buen observador, sabía casi tu rutina con solo ver tu comportamiento. La guitarra llamó su atención porque casi nunca la traías a la escuela, a menos de que participaras en clase y ese día no tenías clase de música.

—¿Vas a participar en el concurso de talentos?—. Él inquirió. Asentiste y te sentaste correctamente en el banco para beber el refresco cómodamente.

—Debo hacerlo si quiero pasar matemáticas. Solo tocaré algo sencillo—. Explicaste antes de dar un sorbo.

—Heartsteel también participará. Eso significa que ahora somos rivales—. Kayn se burló mientras se sentaba a tu lado. Rodaste los ojos como respuesta.

—No se vale, tienen el concurso prácticamente ganado—. Dijiste mientras fruncías el ceño. Kayn se rió al ver lo tierna que te veías molesta.

—¿Ya tienes una canción?—. Inquirió Kayn curioso. Él nunca te había escuchado cantar, por lo que esta nueva parte de ti llamaba su atención.

—Sí, va algo así...—. Contestaste antes de tomar tu guitarra nuevamente. Tus dedos se posicionaron delicadamente sobre las cuerdas y comenzaste a tocar un par de acordes para crear una melodía base.

Two sides to a story, but never tell my side. Never been the kinda guy to stay inside the guidelines...—. Rapeaste como Kayn lo hacía en su canción con Heartsteel. Él se rió al escucharte, no para burlarse, sino porque no esperaba que te supieras la letra. No podía dejar de sonreír mientras recitabas su parte a la perfección.

Out Of My League (Kayn Shieda / Rhaast x Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora