Amigos

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Apago el cigarro y miro su cuaderno, estaba dudando de la amistad que le dio al peliverde, tenia solo catorce años, es una edad confusa, un chico que no sabe lo que quiere aun, era normal si lo veia alborotado y bobo, asi que esta amistad podria confundirlo más de lo que creia.

-Piensas demasiado las cosas-

Eso le hubiera dicho el viejo Zeff si estuviera aquí, pero bueno, el anciano murió hace años dejándole el restaurant y el dinero suficiente para que tuviera su propio éxito.

-Con permiso- la peli azul -vaya, Sanji-san ¿sigues alli sentado?- miro el reloj -me fui hace dos horas-

Asintió -digamos que me siento inseguro-

-¿Es por ese tal Zoro?- volvió a asentir -te entiendo, me sentiría preocupada si una persona mucho muy menor que yo se me confesara y peor aun si le ofreces tu amistad- apretó el puño y golpeo la mesa -¡en serio que no tienes remedio!-

Sonrió nervioso -no te enfades Vivi-chan- era tan dulce y salvaje -en verdad quiero darle mi amistad-

-Eso es algo obvio, pero estas tratando con un adolecente ¿en serio crees que ese niño lo querra?-

Claro que no, se veía tan obstinado -bueno, yo no le daré oportunidad de nada, soy un anciano ¿crees que podría caer ante un niño?-

Junto sus manos preocupada -no, pero se lo amable que eres, eso algún dia sera un gran problema ¿lo entiendes?-

Lo entendía perfectamente y esperaba no equivocarse.

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-¿Y ahora que haras?- la pelirroja bebio del jugo, Zoro estaba escribiendo algo -¿Qué haces tan concentrado?-

-¡No mires!- se escondió y siguió

Su amiga sonrió burlona -le estas escribiendo una carta ¿verdad?- las orejas del peliverde se tornaron rojas y Nami salto dando un giro -¡lo sabia! ¡Eres más dulce de lo que creí!-

-¡Cierra el pico! ¡No es una carta!- escribió más rápido.

-¿Entonces?- se acerco y esta vez Zoro le permitio ver algo

-Son algunos pensamientos y gustos que tengo, ya que dice que no podemos ser nada mas que amigos, entonces quiero que me conozca y de alguna manera el…- de alguna manera Sanji podría responderle de la misma manera, ambos serian honestos.

La chica volvio a sentarse, Zoro se veia más maduro enamorado, supongo que lo de ellos nunca fue serio -te apoyo, pero por favor no dejes que Mihawk te mate-

-Como si pudiera-

La verdad era, que al que más temia era a Shanks, aunque se mostraba comprensivo a todo lo que decía, ese hombre guardaba un cuchillo tras su espalda y te miraba sobre tu cabeza, era alguien que no dudaría en golpearte si era necesario e incluso desconocía hasta donde llegarían las manos de ese hombre, no por nada era un ex militar.

Un hombre tan fuerte enamorado de otro hombre que era su igual.

-Dime ¿el no estara casado?- detuvo su puño -cuando lo vimos la primera vez note un anillo en su dedo- señalo su propia mano -un hombre tan atractivo como el no puede no estar casado-

-¡Deja de decir mierda!-

Se sorprendió, en verdad que lo hizo enojar ¿esto seria divertido?

-Ustedes- oyeron una dulce voz y al voltear una pelinegra les sonrió ligeramente -¿Qué hacen aquí? El receso ya termino- tanto Nami como Zoro intentaron correr al percatarse, pero el peliverde sintió el tirón en su brazo -¿podríamos hablar un momento?- tenia un mal presentimiento pero esta era una profesora, le hizo una seña a Nami y esta se fue.

Tironeo para liberarse -¿Qué quieres?-

-Oi lo que estaban hablando, te gusta un hombre mayor-

Miedo, un miedo se apodero de su cuerpo, un adulto fuera de la familia sabia de sus sentimientos, si esto llegaba a saberse al publico, Sanji…Sanji seria arruinado, retrocedió un paso y la morena vio lo abrumado que estaba.

-Un hombre adulto…- murmuro pensativa -¿Por qué un hombre?- era un adolecente así que podría fácilmente confundirse.

-No lo se, es lo que mi corazón quiere, es lo que siento-

-Entiendo- abrió su libreta -me llamo Robin, si en algún momento necesitas hablar con alguien puedes venir a mi-

Una mujer adulta, no habia tenido una perspectiva femenina sobre el asunto aparte de Nami -¿Qué opinas de lo que siento?-

-Me parece maravilloso, pero trata de hablarlo siempre ¿de acuerdo?-

-¿Hablarlo?-

-Tienes a tu amiga ¿verdad?- el asintio -habla siempre con ella y en caso de no poder, ven a mi ¿bien?-

Esto era extraño -bien-

La morena regreso a su lugar y en su escritorio reviso el expediente de Zoro, no era un chico problematico, estaba en el club de Kendo, un capital demasiado confiable, tenia un buen rendimiento aunque sus notas no destacaban demasiado -sera entretenido-

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Shanks se detuvo al escuchar la puerta -¿Zoro?- escucho los pasos -bienvenido- era el único que llegaría a esta hora.

-Ya volví-

Se quedo sorprendido -¿Qué te paso?-

La mejilla del moreno estaba inflamada -un golpe accidental en el club-

-¿A ti?- el pelirrojo suspiro -esto debe ser una mala broma, ve a darte un baño, preparare el botiquín-

En el baño se quitaba la ropa y recordó lo estúpido que fue, permitió que alguien que no fuera su maestro lo golpeara, permitió tal descaro por estar distraído, pensaba en Sanji, en las palabras de esa mujer, le había dado mala espina.

Luego de lavarse se recostó en la bañera, miro sus manos, las cuales lucían callos, eran idénticas a las de Mihawk -¿Por qué me siento molesto?-

Se echo agua en la cara, debería dejar de pensar estupideces, debería dejar de pensar en las cosas que no incumben en su relación con el rubio -lo amo y eso es todo-

Con la toalla en la nuca salió y Shanks lo esperaba en su habitación, miraba una foto que aunque le resultaba vergonzoso, le tenia mucho aprecio.

Los tres juntos, como una familia -siéntate- era una orden, no podía negarse -¿Qué fue lo que sucedió?-

-Duele-

Presiono más la mejilla -es inusual que distraigas en tus clases-

-Podía pasar-

-Si, en algún momento-

Una mejilla hinchada y con un corte era algo que no se veía, no en esta casa -¿te preocupa?-

-No como crees- dejo la curita en su lugar y toco los hombros de su muchacho -Zoro-

El silencio era peor que cualquier regaño -déjalo pasar por esta vez ¿de acuerdo?-

-Lo dejo pasar, pero Miahwk no creo que este tan de acuerdo ¿lo entiendes?-

Le preocupaba más el pelirrojo que su tío -el entenderá-

Eso creyó, pero el mayor le hizo ver su molestia por la humillación que vivió, era un deshonra siendo el quien le enseño Kendo.

-Deberías tomarte en serio tu entrenamiento-

Apretó los puños bajo la mesa y Shanks quien le había advertido comprendía la dureza de sus palabras, no minimizaría esta situación, no fue un juego.

-Me lo tomo enserio-

-Que te hayan golpeado significa otra cosa- maldijo a lo bajo pero no debía de subestimar al pelinegro -si tienes tiempo para murmurar tonterías entrena-

Ninguno de los tres toco la pizza que termino por enfriarse.

-Zoro ¿acaso es ese hombre lo que causo esa distracción?-

Se le helo la sangre, no quería mencionarlo, no porque su tío haría…exactamente esa cara, a Shanks realmente le gustaba causar un incendio -no menciones algo tan desagradable- bebió de su vino y no se sorprendió del golpe en la mesa.

-¡El no es desagradable!-

No quería pelear pero no se la estaba dejando fácil, no daría una brazo a torcer pero tampoco quería herirlo, porque se trataba de su sobrino -Roronoa- entrelazo sus dedos -no quiero que pienses que no me desagrada saber que amas a un hombre, pero tampoco quiero que pienses que no quiero tu felicidad-

Otorgo silencio al oír esas palabras, era un muchacho de catorce años quien intentaba interpretarlas -¿aun si te molesta lo aceptarías?-

-Por supuesto- lo dijo con desgana.

Shanks sonrió levemente y tomo la pizza -voy a calentarla ¿de acuerdo?-

Zoro volvió a su lugar y murmuro una disculpa.

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Dejo las frutas en su lugar y miro hacia el costado al oír su nombre -Law- estaba sorprendido, hacia años que no lo veía -paso tiempo-

El moreno estrecho su mano y no dejo de mirarlo a los ojos -si, estas más viejo-

-Mira quien habla-

-Bueno, sorpresa- comenzaron a mirar las frutas -sigues en este lugar-

-Me gusta mucho- se crio aquí junto al viejo -¿Cuándo llegaste?-

-Ayer, iba a llamarte pero pasaron cosas y…-

Sonrió picaronamente -¿una pareja?- el pelinegro negó, pero era inútil esconderlo, se notaba que vio a alguien -¿Cuándo te veré una linda mujer? Siempre estas centrado en la medicina, no tomas vacaciones, ni siquiera sales, ahora sorpresivamente te tengo aquí, sabes lo que significa ¿verdad?-

Si, lo sabia y no le molestaba -¿cuidaras de mi?-

Lo tomo del mentón y ambas miradas se anclaron en la contraria, el rubio levantocuna ceja -¿eres un niño?-

-No, pero me gusta cuando me prestas atención-

-¿Qué hacen?-

Ambos miraron de donde provino la joven voz -Marimo- murmuro Sanji y una sonrisa salió -ey, hace tiempo no te veo ¿Cómo has a estado?-

El peliverde se sonrojo por su sonrisa pero miro de reojo al pelinegro -bien ¿tu?-

-Perfecto- le toco el hombro y lo atrajo hacia el moreno -ustedes dos son mis amigos ¿saben?-

Ambos chocaron mirada y era notorio que se desagradaron -un amigo- dijeron al unísono.

-¿Tienes tiempo Marimo? ¿Comemos?-

Sus ojos se abrieron de más -¿en serio?-

-Si, a mi restaurant, tu también Law-

Aquella emoción se desvaneció al ver que tendría que compartirlo, hizo un puchero pero acepto, queria ver su retaurant.

De camino ambos adultos hablaban muy seguido y el se sintio fuera de lugar, Sanji disminuyo el paso y se quedo a su lado -¿pasa algo?-

-¿Lo estas mimando?- el ojero vio esa atencion y quiso molestar

Luego noto incomodo al menor -aun no- al decir eso tomo de las mejillas al peliverde -ahora si-

-¿Qué edad tienes?-

-Catorce-

Hizo un sonido con los labios -¿ya has tenido sexo?- tanto Zoro como Sanji se pusieron tensos -a lo que voy ¿has tenido sexo con una mujer? Un hombre también es valido-

El rubio lo golpeo -¡¿Qué le estas preguntando?!-

-¡¿Cuál es el problema?! Yo lo hice a los trece-

-¡Tu eres un caso perdido! No lo escuches Zoro, habla de más-

Levanto una ceja y lo ignoro, ese ojeroso era realmente desagradable, el restaurant que mencionaba no era grande pero se veia bonito, en el interior solo habian algunos meseros, clientes aun no -¿las personas?-

-Aun no abrimos, solo los más cercanos al restaurant estamos aquí ahora-

-¿Patty y Carne?-

Saco un cigarro -deben de estar hablando con el proveedor, esos dos están viejos pero aun son capaces, ahora regreso-

Zoro ojeo su móvil y Law apoyo los codos sobre la mesa sosteniendo el mentón sobre sus dedos entrelazados -es un gusto Zoro, me alegro que seas amigo de Sanji-

Lo miro apenas -lo mismo-

-Conozco a Sanji desde que éramos adolecentes, no se si te hablo de mi-

-No…- realmente no quería dirigirle la palabra, su presencia era molesta.

Law sonrió de lado -eres bastante pequeño para relacionarte con adultos como nosotros ¿tu familia sabe esto?- no iba a responder a eso, acababa de hacerlo enojar -Sanji es muy amable, parece que te tiene aprecio ¿Cómo se conocieron?- no expondría su amor -¿Por qué tanto silencio? ¿No quieres hablar? Quiero conocerte un poco, solo un poco más-

-Cierra la boca estúpido-

El moreno se rio -así que hablas pequeño- quería que muestre esos colmillos.

-No me agrada tu voz-

-Que extraño, mis parejas sexuales aman que les susurre mientras me los cojo-

-¿Tu coges? Tienes cara de sádico-

Se toco el labio -ser sádico no tiene nada de malo si a tu pareja sexual le gusta ¿no has ahorcado a nadie?-

-Puto enfermo-

-Ya estará la comida ¿de que hablan?-

-Zoro me esta diciendo que le gustas mucho-

Se sonrojo furiosamente y el ojeroso sonrió, el no era estúpido, desde el momento que lo vio se notaba que algo quería con el rubio, se notaba una atracción pero no parecía mutua, Sanji lo trataba como un muchacho normal, un amigo, un niño -¿Zoro?-

-¡Estas mintiendo! ¡No te dije eso!-

Mostro sus palmas -calma tigre, me dijiste que era un buena persona y te gustaba como era-

Tembló y el sonrojo no abandonaba su rostro, se sentía expuesto, no quería ahogar a Sanji con ese tema, quería que todo fluyera normal -me voy-

El rubio golpeo en la cabeza a su amigo y siguió al peliverde -espera Zoro- lo tomo del brazo -¿Qué pasa?-

La hoja estaba en su bolsillo pero ya no sabia si dársela -nada, se me fue el hambre-

-No le hagas caso a Law, siempre dice tonterías,

Lo amaba y eso no era una tontería, aun cuando no lo dijo, aun cuando guardo silencio, ese hombre pudo ver atreves de él, expuso sus sentimientos en una broma -Sanji, me gustas-

-Si, me lo dijiste-

-Te amo tanto y acepte no decirlo más, no insistirte-

Ya no lo estaba tocando porque no quería involucrarse más -Zoro, no te sientas agobiado por las palabras de Law y tus sentimientos no me molestan-

-¡¿Pero?!- se volteo bruscamente y lo miro dolido

-Pero no podre corresponderte-

Se propuso conquistarlo, pero nuevamente estaba siendo herido y el entusiasmo disminuía -entonces ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué me esfuerzo?! ¡¿Por qué aunque se la respuesta sigo?!-

Le toco la cabeza y luego lo abrazo -¿Por qué?- sentía el olor al acero en su cuerpo -porque no eres alguien que se rinde ¿verdad?-

Estaba tan confundido -no lo hago-

-Entonces esta bien así- le pellizco una mejilla -eres adorable-

-¡No lo soy!-

Se rio -lo eres- le gustaba las expresiones que hacia.

Law no lo destrozaría, no se rendiría, aunque le dijo que no le correspondería, aunque seguramente saliera herido, no lo haría, este amor no moriría -ten- su temblorosa mano le entrego la hoja

-¿Una carta?- el menor asintió, lo miraba con expectativa -la apreciare mucho-

Su sonrisa era un gran logro y no dejaría que nada lo apague.

Mis bellezas!!! Como andan? Queria terminar el capitulo para hoy, Law va a provocar un gran incendio que a Zoro no le va a gustar, pero asi es la cosa, amo al Marimo todo vulnerable, espero que les haya gustado! Voy a tratar de actualizar lo más rapido, gracias!

Los amo!

Mero ❤

Una piedad suciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora