Capitulo 6

366 55 6
                                    

En cuanto la noche llegó y Namjoon pudo terminar de limpiar el "sistema de emergencia" de jin, Nam se decidió a preguntarle al pequeño sobre
su pesadilla. Sobre su vida, en realidad.

Poco conocía sobre lo que había vivido antes de volverse un bicho raro. Le causaba curiosidad. Seokjin estaba muy tranquilo sobre la cama de Namjoon, mirando al techo muriéndose de aburrimiento, pero estaba tranquilo. Como si aquella
noche nunca hubiese pasado.

Nam apagó todas las luces de la casa y entró a su cuarto, sonriendo de lado.
-No tienes tu propia cama para desperdiciar tiempo?- Preguntó burlón, consiguiendo un gruñido de parte del chiquillo.

Jin vio como el empresario tomaba su pijama y se metía dentro del baño. Dejó escapar un suspiro mientras cerraba los ojos y olfateaba un poco las sábanas. Eran suaves y tenían el olor a la colonia de
Nam, él había desarrollado una fascinación por esa colonia desde que Namjoon lo había sentado sobre su hombro.

-Seokjin, ¿Podemos hablar?- Se sobresaltó
sentándose de golpe y asintió, viendo a Namjoon estirarse en su lugar. El mayor sonrió y se sentó en la cama, dejando que Taehyung se sentara sobre una de sus piernas.

-¿Es sobre lo que pasó en la noche?- Inquirió en un murmuro el pequeño, y Nam gruñó en afirmación.

Jin se removió -¿Qué quieres
saber?- Preguntó ya resignado. No tenía sentido el seguirlo ocultando.

-¿Qué soñabas?- Cuestionó Nam, acercando
su dedo índice al rostro del pequeño y lo acarició suavemente, tratando de hacerlo sentir cómodo. Jin suspiró tomando valor y lo miró a los ojos.

"Seokjin habia perdido la cuenta de cuántos días llevaba durmiendo en una caja de cartón en la calle, apenas si comía algo de lo que hallaba en las mesas del restaurante enfrente a su callejón y se bañaba con el agua que recolectaba en un recipiente de plástico de un caño roto. No, no la estaba pasando especialmente bien, y si a eso se le sumaban las noches en las que las mujeres de compañía se paraban a trabajar alli, no podía dormir bien.

Era primavera, ya no hacia tanto frío y cometió el error de salir de la caja cuando atardecía. Una niña, no recordaba su cara, en realidad no recordaba nada, solo que la pequeña lo agarró como si de un muñeco se
tratase y lo encerró dentro de su caja, llevándolo lejos de su único 'hogar'.

El viaje era largo, veia como la niña de tanto en tanto miraba por una abertura de la caja y se reia a carcajadas mientras sus padres hablaban. Nunca le habia temido tanto a un niño pequeño, a una risa, era tan terrorífico recordar ese maldito sonido.

El intentó hacer ruido, escapar también, pero la pequeña sacudia la caja con fuerza golpeándolo. Esos moretones y raspones tardaron semanas en sanar.

Esa noche durmió a oscuras totalmente encerrado, extrañando la luz de las farolas medio rotas y el olor a
cigarrillo. La pequeña lo había usado como un muñeco por una semana, obligándolo a cambiarse de ropa y a jugar en una casita de muñecas de madera. No era dulce con él,
sus manos torpes lo agarraban con demasiada fuerza y el aún puede ver algunos golpes en sus piernas.

Tampoco comía bien, ella apenas se acordaba de alimentarlo o le daba agua para limpiarse. Extrañaba la cañería rota y las sobras del restaurante.

Seokjin aprovechó una noche en la que la niña ya no estaba, salió de la caja y sin mirar atrás corrió por cada rincón de la casa antes de huir por una ventana.
Corrió tan lejos como pudo, perdiéndose aún más."

Namjoon parpadeaba incrédulo mientras Jin acariciaba su mano, perdido en su relato. El mayor hizo una mueca de lástimna y con sus dedos acarició
el cabello del pequeño, sacándole una sonrisa tímida.

-¿Quién eras antes de todo eso?- Preguntó queriendo distraerlo. Jin dejó escapar un suspiro nostálgico y cerró los ojos, dejándose levar por las caricias.

-Kim Seokjin, un chico que recién cumplía sus grandes 17 años, demasiado 'Dancing Queen', criado por sus abuelos toda su vida.
Trabajaba lo justo y necesario para ayudarlos en todo lo posible, había abandonado los estudios en el último
año y, sumado al fallecimiento de su abuela, las cosas fueron de mal en peor.

Su abuelo también había muerto, hacia años en realidad,y quedó totalmente solo y en la calle. Ya no le quedaba nadie. -

Namjoon asintió comprensivo.

-Estaba desesperado por algo de dinero, no tenía el valor para ir a la casa de sus amigos a pedir hospedaje, así que comenzó a robar. Nunca usó armas, temía lastimar a
alguien. Era un carterista, corría y le arrebataba la cartera a las mujeres que veia con dinero.

Pagó muy caro el día que le robó a una anciana que caminaba por la calle, lo único que habia hallado dentro de ese bolso había sido un colgante extraño y demasiado anticuado. Decepcionado hizo lo que solia, siguió a la mujer hasta su casa y tró la cartera al patio de esta sigilosamente,
mas la mujer no era tonta.

El se había quedado con el collar, y esa noche al dormirse se encogió al mismo tamaño de la joya- Seokjin bajó la mirada avergonzado y tapó su rostro. No estaba orgulloso.

Namjoon parpadeó repetidas veces y le sonrió -No te voy a criticar, si eso es lo que temes- Lo consoló. Nam lo miró a través de sus dedos y sonrió relajado -¿Cómo acabaste en mi casa?- Preguntó.

Luego de huir de la casa de la niña, Jin corrió a toda la velocidad que sus cortas piernas le permitian y durmió por días en un parque cerca de un instituto.

Vagó poco tiempo, hasta que vio a un chico bastante adinerado salir de una casa interesante. Entró por la ventana que vio más accesible y se concentró sólo en
tomar lo indispensable para hacerse un refugio.

No contaba con la legada del dueño a la casa.

-Así que sí, me querías robar- Comentó Nam haciéndose el ofendido. Seokjin rió y asintió sonrojándose.

-Lo lamento- Se disculpó mientras caminaba hasta quedar sobre la almohada al lado de la cabeza de Namjoon. El mayor sonrió y apagó la luz del velador, recostándose también. Se sentía muy cómodo y sonrió mientras con su mano rozó con lentitud la cabeza del pequeño. Este se recostó tomando la mano del mayor y rápidamente se quedó dormido,abrazado a esta.

No había mucho que decir, Nam tenía
demasiado por hacer y, por suerte, ya había
aprendido a no hablar cuando no fuese necesario con Seokjin.

El pequeño parecía más cómodo cuando menos presionado estuviese, y él quería que el chiquillo fuese feliz... Feliz con él.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




✧*。٩(๑˙╰╯˙๑)و✧*。

Amo, amo, amo poder estar de vuelta y terminar esta historia, pronto pronto...

Cuidando a un mini Jin  (NamJin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora