My Hogwarts history (Mornverse)

Capítulo 1-. El niño y la serpiente.

Advertencia: Contenido sensible(violencia y maltrato) en algunas escenas.
Algunas partes incluyen un enlace para música que aparece en la trama puedes ignorarla o escucharla N/A. No toda la música pertenece al año de esta historia, pero estará en ella para ambientar.

1ª Regla, Un Morn siempre debe permanecer en calma.
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2004.

Para todo el mundo seguramente era una mañana normal, tan común y mundana cómo siempre.

Pero el cielo estaba ligeramente grisáceo, las nubes cargadas amenazaban con terribles lluvias, nada propio de lo que debía ser aún días de soleado verano.

En la calle Mr Cushen había muchas casas, la mayoría de ellas pertenecientes a personas normales, con vidas tan mundanas cómo siempre.

En dicha calle había una totalmente diferente, subiendo por la colina a la lejanía estaba "la casa de las brujas". Casi nadie se aventuraba a subir, la casona enorme pintada de negro siempre tenía un aspecto sombrío.

Ya fuera por sus enormes decoraciones, gárgolas horrorosas en la reja, los jardines algo descuidados con sus fuertes de ninfas. Simplemente nadie pisaba esos terrenos, aún que sabían que si había una familia ahí.

Una de las más viejas, una de las fundadoras de lo que antes había sido un pueblo, años atrás en tiempos olvidados.

Por aquellos jardines se arrastraba una serpiente, enorme la cual rodeaba a su presa. Hacía unos ruidos extraños, chillidos aterradores impropios de un ser de su especie.

Pero que para el si tenían sentido, el de cabello negro acorralado contra una pared, buscando desesperado con la mirada una forma de escapar. Su varita ya no serviría de nada, rota en tres trozos.

"El enemigo caerá y el reinado de nuevo se levantará".

Eran aquellos murmuros macabros, se erguio apoyándose contra la cola, se abalanzó contra el y sus lentes chocaron contra el pasto.

Entonces sus párpados se separaron lentamente, tragó saliva y se sentó con pereza. Solo para darse cuenta que nuevamente estaba en su habitación.

Benjamin, quién era un chico de trece años observó al rededor, todos sus muebles de nuevo estaban ahí, no veía más el jardín.

Pero si escuchaba el ruido en la planta baja, movió su cabeza hacia los lados para regresar a la realidad.

Se levantó para poder darse un baño, se miró en el espejo de siempre y entonces suspiro. Ahí estaba frente a él ese que tanto odiaba.

Su cabello rubio platinado, sus ojos negros, su piel tan pálida que le daba un extraño aspecto enfermo, y esas cicatrices.

Se tocó la muñeca izquierda sobre el traje recién puesto, su padre había sido un mortífago, uno de los más grandes asesinos y fieles seguidores... De ese.

Bajo las escaleras cómo cada mañana, esperando lo ya habitual, en la mesa ya se encontraba la causa de tanto ruido.

Mel quién era una chiquilla de once años, de piel morena y cabello castaño. Charlaba ruidosamente con Valeria, alguna tonta discusión sobre escobas.