Capítulo 2.- El niño y las personas.

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Advertencia: Contenido sensible(violencia y maltrato) en algunas escenas.
Algunas partes incluyen un enlace para música que aparece en la trama puedes ignorarla o escucharla N/A. No toda la música pertenece al año de esta historia, pero estará en ella para ambientar.

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Regla Nro. 2
Un Morn tiene que ser elegante.
Obediente y sobre todo.. astuto.

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La clase de historia de la magia era aburrida. Lo suficiente para, hacer a Nico dormitar.

Algo que a Benjamín le molestaba, pero, el estaba más ocupado en tomar apuntes de todo. La campana anuncio el final de la clase, justo cuando el reloj de arena sobre la mesa del profesor termino.

El estaba indicando algunos deberes, mientras todos guardaban pergaminos, plumas y tinteros en sus mochilas. Nico le dió una palmada en la espalda a Benjamín.

— Hey sabelotodo ¿Vamos a almorzar? Voy a morir de hambre —. Se llevó las manos al estómago, fingiendo una mueca de dolor y agonía.

— Ve tú y reujete con los demás, yo tengo que ir a la biblioteca.

El rubio fue cortante. Era ese toque de arrogancia en su "Yo prefiero estudiar" que a Nico le molestaba.

— Cómo sea, no te mal pases o comenzará a dolerte de nuevo —. Nico lo sostuvo por la muñeca izquierda. Provocando que Benjamin quitará su brazo de inmediato. Pálido, con una mirada aterrada.

Nico le sonrió de forma burlona, guiñando un ojo antes de salir del aula. Dejando atrás a el rubio, intentando calmar su repentino susto.

Benjamín salió casi tras ella, sosteniendo en su mano izquierda un libro. Tenía la portada desgastada, ilegible. Intentaba caminar esquivando a las personas en el pasillo.

Sumergido en su lectura interesante, tanto que no noto cuando alguien comenzó a correr. Hasta que ya sintió el rostro ajeno chocando contra su pecho. Era una chica, no más bajita que el, aún que reconoció el cabello castaño.

— ¿Estás bien?—. Pregunto sin mucho interés, cerrando rápidamente su libro. El también era culpable por estar tan distraído.

— ¿Ah? Eres esa chica del callejón diagon—. La contraria tragó saliva, vio sus manos temblar ligeramente. Ella agachó la cabeza con vergüenza.

— Perdón ¿Te lastime?.

Benjamín confundido intentaba ver su rostro, buscando alguna herida o indicio, algo que le explicará semejante reacción extraña.

— ¡Yarah! ¿Estás bien? ¿¡Que le hiciste!?—. Un empujón repentino lo apartó. Propinado por otra chica. De cabello castaño, piel clara y algunas pecas en su rostro.

— Yo no le hice nada ella choco conmigo.

— ¡Mientes! Ja después de todo eres el hijo del mortífago.

El la conocía, Carol Blondie. Una chica de buena familia, hija de un editor del profeta. Benjamín negó con la cabeza.

— Yo no le hice nada ya te lo dije, pero, cómo sea no pierdo mi tiempo—. Estaba herido, pero no sé lo demostraría. Guardo su libro y cuando se preparaba para continuar, sintiendo la mano de alguien, agarrándolo por la manga de la túnica.

My Hogwarts history (Mornverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora