CAP 2

55 7 2
                                    

El suave sonido del despertador cortó el aire de la habitación, disipando los rastros de la ensoñación de Jungkook. Se incorporó en la cama, con la escena de Lisa todavía fresca en su mente. La imagen de tropezar torpemente mientras ella lo ayudaba con una sonrisa comprensiva parecía tan real que por un momento, se preguntó si había ocurrido de verdad o si era simplemente un producto de su imaginación nocturna.

El reloj parpadeaba en números rojos, recordándole que la realidad del día lo esperaba. Jungkook se estiró y suspiró, anhelando regresar al mundo de sueños donde los encuentros con Lisa eran perfectos y llenos de encanto.

En el espejo, su reflejo le devolvía la mirada, y una mezcla de determinación y nerviosismo se reflejaba en sus ojos. El recuerdo del encuentro en el aula se convirtió en un combustible, impulsándolo a buscar una oportunidad para corregir las impresiones equivocadas.


Jungkook entró al salón, listo para enfrentar el día, pero su confianza se desvaneció al encontrarse con las miradas molestas de todos a su alrededor. El silencio pesado y la tensión en el aire eran palpables. Algo no estaba bien, y lo descubrió rápidamente al notar la ausencia de Lisa.

-"¿Dónde está Lisa?" preguntó Jungkook con inquietud, leyendo la expresión preocupada en los rostros de sus amigos.

El silencio persistió por un momento antes de que uno de ellos finalmente hablara con voz apagada. "Lisa está en el hospital. Se torció el tobillo ayer, después de ese incidente en el pasillo".

La sorpresa y la culpabilidad se reflejaron en los ojos de Jungkook. No había anticipado las consecuencias físicas de su encuentro inoportuno con Lisa. Una mezcla de remordimiento y preocupación se apoderó de él.

-"Un esguince en el tobillo", murmuró, sintiendo un nudo en la garganta. "¿Está bien?"

-"Está en reposo, pero parece que estará bien", respondió otro de sus amigos. "Pero, ya sabes, no se siente genial saber que tu intento de acercarte terminó así".

"Deberíamos visitarla después de clases", sugirió uno de sus amigos, rompiendo el silencio. "Quizás podamos disculparnos y desearle una pronta recuperación".

Jungkook asintió, aceptando la responsabilidad de sus acciones. Mientras se dirigían a la clase, llevó consigo el peso de la preocupación por Lisa y la determinación de enmendar las cosas. La jornada escolar transcurrió en un silencio incómodo, con la sombra del incidente acechando cada interacción.

Al final del día, Jungkook se preparó para visitar a Lisa en el hospital, esperando que sus disculpas y buenos deseos pudieran aliviar la incomodidad que había causado. Con el corazón apesadumbrado, se encaminó hacia el hospital, anhelando la oportunidad de tejer una nueva narrativa en la historia de su encuentro con la chica que, sin querer, había dejado una marca indeleble en su corazón.


Jungkook y sus amigos entraron al hospital, nerviosos por lo que encontrarían. La sorpresa se apoderó de ellos cuando vieron a Jennie en el vestíbulo. Sus miradas se encontraron, y Jennie levantó una ceja con curiosidad y sorpresa.

"¿Qué están haciendo aquí?" preguntó Jennie, mirándolos con cierto desconcierto.

Jungkook se adelantó, sintiendo la necesidad de explicarse. "Nos enteramos de que Lisa estaba aquí por el incidente en la escuela. Queríamos disculparnos y asegurarnos de que estuviera bien".

Jennie soltó una risa suave y al ver la confusión en sus rostros, decidió aclarar las cosas. "Oh, eso. No se preocupen, fue un pequeño malentendido. Lisa no está aquí por el tropiezo de ayer en la escuela. Se lastimó el tobillo mientras practicaba baile, pero estará bien".

El alivio se apoderó de Jungkook y sus amigos. Habían asumido lo peor, y ahora, la situación parecía menos tensa. Agradecieron a Jennie por la información y suspiraron con alivio.

Jennie, notando la genuina preocupación en sus rostros, sonrió. "Está bien, chicos. No se preocupen deberían regresar a casa" 

Jungkook regresó a casa con la mente enredada en pensamientos sobre cómo acercarse a Lisa. Cada escenario que imaginaba parecía desmoronarse antes de que pudiera concretarse. La frustración lo envolvía, y la falta de seguridad se interponía en su deseo de hacer las cosas bien.

Se dejó caer en su silla y suspiró, repasando mentalmente las situaciones que había recreado en su mente. En todas ellas, algo salía mal, ya fuera un comentario torpe, un gesto fuera de lugar o simplemente un malentendido. La ansiedad se apoderaba de él, minando la confianza que normalmente mostraba.

"¿Por qué todo tiene que ser tan complicado?" se preguntó a sí mismo, sintiendo el peso de la autocrítica. Se sentía atrapado en un bucle de pensamientos negativos, preguntándose si alguna vez lograría acercarse a Lisa de la manera que deseaba.


CAMPAMENTO DE VERANODonde viven las historias. Descúbrelo ahora