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El ocaso se empezaba a hacer presente en Lake Creek, los habitantes de aquel pequeño pueblo comenzaron a regresar a sus hogares a la vez que el sol se iba retirando, dejando ver como el cielo tomaba aquellos tonos anaranjados y rosados. Cada día era así, cada día desde hacía dos años... Cuando algo horrible paso en la playa de Slow, una pareja había desaparecido allí. Las autoridades dijeron que fue una pareja que simplemente se fugó para vivir su amor de manera desenfrenada sin que nadie les estuviera reprimiendo, pero había algo más, tenía que haber algo más que no estaban contando pues a los pocos días se aprobó aquel toque de queda, nadie podia salir de sus casas antes de las siete de la mañana y tenían que regresar a ella a las ocho de la noche, daba igual si fuera verano o invierno.

Los habitaciones del noble y antiguo pueblo no se lo tomaron bien, hubo manifestaciones, pacíficas y más radicales que acabaron con varios contenedores quemados e incluso la casa del alcalde estuvo amenazada de ser incendiada. Pero ellos tenían razón ¿Porque les obligaban a quedarse encerrados si no había ninguna amenaza local? ¿Que pasaba cuando el sol se marchaba? ¿Que era aquello tan horrible a lo que el alcalde y sus asesores le tenían tanto miedo?

Anya no lo sabía, pero ni ella, ni sus padres... No sus mejores amigos, nadie lo sabia. Pero ella decidio investigar, se pasó horas en la biblioteca local buscando información relevante sobre el pueblo, sobre alguna amenaza anterior... Algun hilo que le dijera de donde tirar, pero no encontró nada en los primeros días, solo gente que se había ahogando en el mar. Tampoco encontró nada en las siguientes semanas, pero al fin. Cuando llevaba dos meses buscando se percató de algo, había una sección de la biblioteca que no había mirada, una sección que definitivamente nadie había mirado en años... En ella encontró libros antiguos, libros que si alguien les viera seguramente les mandaría prohibir.

Allí encontró algo que la descuadró por completo, se decía que cada cincuenta años en las aguas de Slow moon aparecía una criatura que se alimentaba de las emociones de las personas, daba igual que emociones fueran. Pero que estaba alli, atento a todo, esperando hacerse cada vez más grande alimentándoses de ello, pero que solo podía alimentarse por la noche

-Menuda sarta de tonterías -Exclamo Anya, aunque de manera inconsciente su mirada se volvió hacia la playa que se veía a través de las ventanas de la biblioteca ¿Y si era verdad?

"La única forma de hacer que la criatura regrese a su lugar es volviendo a reunir a las ballenas que están haciendo el ritual de encierro para evitar que los males lleguen a la tierra"

Anya no entendía nada ¿Reunir a las ballenas? Eso sí que carecía de sentido, ni que ella hablará balleno. Ahogo un suspiro y se metió el libro en la mochila, al menos era un avance, tenía que buscar más acerca de aquello aunque no estaba segura de que fuera real. Le parecía más una forma de historia que le cuentan a los niños para que no puedan dormir por las noches... Negó con la cabeza, tenía que ir hasta la playa de Slow, encontrar algún rastro de la criatura. Si era tan grande y temida como la vendían lo más seguro es que hubiera rastros en la arena

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⏰ Última actualización: Nov 19, 2023 ⏰

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