Esa noche no pegué ojo, la ansiedad me consumía, mi cuerpo giraba de un lado para otro entre las sábanas, parandome a cada rato para tomar agua o mirar por la ventana, tania miedo, la imagen de la gran calavera en el cielo verde se aparecia sin parar en mi mente sentía que me perseguia a todos lados. Así estuve durante dos noches más hasta que por fin lo olvide, mi hermano por otro lado no le había importado, el ya se estaba acostumbrando a esas cosas. Ya faltaban tres días para la vuelta a Hogwarts y con ella el momento que tanto me atormenta desde que comenzaron las vacaciones, el cambio de casa, según había leído eso no se podía hacer a menos que el sombrero detectara algún cambio en la personalidad y futuro del estudiante, pero valla a saber cómo lo logrará mi padre.
Yo tenía la mirada fija en el espejo, lo único que me distraía era arreglarme físicamente, peinando mi ahora larga cabellera y poniéndome elegantes conjuntos. Pero unos leves toques en la puerta me desconcentraron.
: pase...
: Sol, padre ordena que te arregles tenemos una cena importante.
Yo dirigí mi incrédula mirada a Cedric, el me observaba con seriedad mientras volvía a cerrar la puerta, cena importante? Bueno, la verdad no me interesa, si lo unico que debo hacer es sonreír a cumplidos y presentarme varias veces en una misma noche, bueno, así han terminado las anteriores cenas importante de mi padre. Busque en el armario algo elegante pero nada llamativo, mi estilo había cambiado demasiado estos meses, antes no me importaba como me veía, pero ahora tengo que verme impecable.
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Al salir de mi cuarto mi hermano ya me estaba esperando junto a la mesa del comedor, el vestía al igual que yo rozando lo elegante pero nada exagerado.
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Cómo era de esperarse para ambos hermanos, la cena era en la gran mansión Malfoy, Sol se golpeaba la frente con aburrimiento en el hombro de su hermano mientras que este miraba con seriedad el gran edificio frente a ellos. Amos tomo iniciativa y camino hacia la puerta siendo seguido por sus hijos, en la entrada los recibió la misma elfa de la última vez que con una reverencia les abrió la puerta. Al entrar Sol rápidamente se tenso, no era solo la familia Malfoy, si no que habían muchas más, todas con la misma cara alargada y egocéntrica, Lucius noto la entrada de la familia Diggory por lo cual se acercó a ello con una gran sonrisa de anfitrión.
