⠀⠀⠀˖ ՞ 𓂃 extra ! ✩

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─Aquí tienes ─Soobin extendió la bebida a su novio.

Sí, su novio.

─Gracias, Binnie ─agradeció con una sonrisa, pero al recibir una mala mirada del chico, dejó un rápido beso en sus labios.

─Jamás pensé que existiría algo más empalagoso que las malteadas de fresas, pero ustedes existen ─comentó Taehyun fingiendo asco.

Luego de la confesión indirecta de Soobin, ambos empezaron a salir. Los últimos meses habían sido probablemente los mejores de sus vidas, y esperaban que los siguientes fueran iguales.

En aquel momento se encontraban en la cafetería de la escuela, pues tenían hora libre y nada mejor que hacer.

─¿Me ayudas a estudiar para el examen, Fresita? ─preguntó Soobin cambiando de tema.

Yeonjun asintió sin darle mucha importancia a las palabras de su novio, pues estaba buscando unas fotos en su celular.

─Uy, estudiar ¿o más bien otra cosa? ─bromeó Beomgyu recibiendo un golpe de parte del pelirrosa, quien estaba a su izquierda─ ¡Yah, perdón!

Yeonjun se levantó de su asiento y jaló a Soobin con su mano libre hasta la salida de la cafetería.

─¿Se habrá molestado? ─preguntó Beomgyu observando a su amigo con pánico.

─Lo dudo ─le restó importancia.

Por su parte, Yeonjun y Soobin habían salido a caminar al gran jardín.

Era algo que disfrutaban; caminar tomados de la mano sin decir nada. Simplemente era bonito estar junto a la persona que amas sin necesidad de hablar para expresar su amor.

─Bebé, ¿me esperas aquí? ─preguntó Soobin parando al pelirrosa.

─Bueno... ─asintió inseguro─. Pero tienes que volver a mí, ¿sí? ─abrazó fuertemente al pelinegro.

─No hay otro lugar al que preferiría volver ─dejó un beso en su frente y salió corriendo al edificio detrás de ellos.

Y ahí se encontraba Yeonjun, esperando a que su novio volviera a uno de los bancos frente a la institución.

¿Por qué tuvo que dejarlo para hacer algo? O más bien, ¿qué iba a hacer? No era alguien naturalmente celoso, pero dudas tenemos todos.

Deseaba que volviera pronto, pues últimamente había empezado a odiar la sensación de estar solo.

─Todo es tu culpa, Choi Soobin ─murmuró Yeonjun.

─¿Qué hice, bebé? ─preguntó preocupado Soobin, quien ya se encontraba a su lado.

Sus mejillas se tornaron rojizas; negó con la cabeza sin decir nada más, esperando a que sea él quien hablara.

─¡Aquí tienes! ─Choi le extendió una pequeña caja─. No es nuestro aniversario ni nada especial, pero cuando lo vi pensé en ti y creo que nunca es un mal momento para apreciarte.

El pelirrosa tomó la caja enternecido, mientras que Soobin se posicionaba a su lado dejando que Yeonjun recostara su cabeza en su hombro.

No duró mucho la bella escena, pues Yeonjun se levantó emocionado viendo el contenido de la cajita.

Dentro había una pulsera de plata, con varios dijes diferentes. Entre los más destacables se encontraban una fresa y un cartón de leche.

─No había nada parecido a una malteada de fresa, así que hice una combinación con la fresa y la leche ─comentó Soobin─. Pero realmente esto sólo fue un regalo de los que compré, en tu asiento en el aula hay una sorpresa mejor.

Yeonjun observó emocionado a Soobin, sin embargo antes de que pudiera salir corriendo al aula a descubrir su sorpresa, Choi lo abrazó impidiendo que este se moviera.

─¡Binnie, suéltame! ─exclamó entre risas.

─Eres demasiado bonito para huir de mis brazos ─habló, logrando callar a Yeonjun─. No sabía que tenía tanto poder sobre ti.

─¿Eh, qué dijiste?

─¿Te gustaría que te lo susurrara al oído? ─preguntó murmurando en el oído del pelirrosa, logrando que este se estremeciera.

No logró reaccionar hasta que el menor se separó de él y tomó su mano para llevarlo al aula.

El camino no era largo, para la suerte de Yeonjun. Su curso se encontraba en el primer nivel del edificio, así que no les tomó más de dos minutos llegar.

─¡Dios, qué lindo! ─exclamó Yeonjun tomando el peluche.

Sí, un peluche.

Pero no cualquier peluche, se trataba de una versión coqueta de un zorrito rosado.

Lo mejor de todo es que, Yeonjun le había mandado una foto del animal a Soobin diciéndole que era muy bonito y le gustaría uno así.

─Cuando fui al centro comercial con mi madre, vi el peluche a lo lejos y pensé en ti ─sonrió acercándose a su novio, quien abrazaba el peluche.

Unos pocos segundos pasaron, tal vez un minuto. El aula estaba totalmente en silencio mientras que Yeonjun contemplaba el animal de peluche, y claro, Soobin contemplando a su novio.

─¿Pensaste en mí?

─Siempre pienso en ti, bebé.

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strawberry milkshake ㅡ soojunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora