|Capítulo seis|

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—¿Quien es?.

—Es Joo Jaekyung.

Los medios de comunicación se amontonaron frente a la puerta del hospital, esperando alguna declaración por parte del representante del boxeador. Los principales canales de noticias eran sobre el accidente y las búsquedas de Internet eran sobre Kim Dan y sus hijos escondidos. Nadie era capaz de creer lo que estaban mirando o leyendo, muchos se preguntaban como un luchador tan famoso de la MMA podría ser tan cruel con un Omega.

Nadie salía a dar una información, nadie sabía lo que pasaba dentro del Hospital, y como estaban los dos niños.

—Lástima por el Omega, cuando abre los ojos se derrumbara nuevamente... —dijo una enfermera, de cabello corto —¿como podría vivir con ese peso sobre su espalda?

—Su carrera terminará aquí—respondió la otra—mi hija era su fan...ahora está llorando por lo que leyó en Internet.

—Debería ser él que este cubierto.

Las enfermeras terminaron de murmurar entre sí, cuando un doctor de avanzada edad entró en la habitación para dar las últimas revisiones, miró con tristeza la tela blanca y lo que significaba el siguiente paso, era una de esas situaciones donde ningún der humano quisiera escuchar. El reloj dio las tres de la tarde. Las luces del cuarto se reflejaban en el suelo de mármol. El doctor caminaba lentamente hacia la habitación, con una expresión seria en su rostro. Entró al cuarto y cerró la puerta. Jaekyung estaba sentado en una silla junto a la ventana, mirando al exterior. Su rostro estaba pálido y se notaba la tensión en su cuerpo.

—¿Señor Jaekyung?— dijo el doctor.

—Sí?—respondió Jaekyung, con una voz débil.

—Lo siento mucho— dijo el doctor—Usted sabe lo que significa esto, ¿no?

Jaekyung asintió lentamente con la cabeza. Estaba demasiado triste para hablar. El doctor
se aproximó lentamente y le puso una mano en el hombro.

—Quiero que sepa que no es culpa de usted— dijo el doctor, su voz era calmada y de consuelo—No hay nada que pueda hacerse para cambiar lo que ha pasado.

Jaekyung estaba inmóvil, con los ojos fijos en el suelo. No dijo nada, pero el doctor sabía que estaba destrozado por dentro y Jaekyung se encogió de hombros, como si quisiera decir que no importaba. El doctor continuó hablando.

—Lo siento.

Jaekyung parece no haber escuchado las palabras del doctor. Se queda quieto, inmóvil, sin hacer ningún tipo de reacción. El doctor lo toca suavemente en el hombro.

—Jaekyung, señor, escúcheme—dice. Jaekyung continúa sin responder. El doctor lo toca de nuevo, pero aún no reacciona— su bebé, la pequeña...murió.

La voz del doctor es suave y comprensiva, pero, pero a Jaekyung no parece estar escuchándolo. Está absorto en sus pensamientos, y todo lo que le rodea se desvanece, como si estuviera en una niebla. Los pensamientos empiezan a fluir a través de su mente a toda velocidad. La frase.

"Dan..lo siento"

Se repite una y otra vez en su cabeza. Todo lo demás empieza a desvanecerse y todo se vuelve borroso. De repente, Jaekyung se siente fuera de su cuerpo. Todo parece irreal. Todo parece irreal, menos el dolor. Ese dolor es muy real, y parece que no dejará de doler. El dolor está en sus pensamientos, en su pecho y en sus músculos. Es un dolor tan intenso y agudo que hace que Jaekyung cierre los ojos. No sabe cómo soportarlo, y no está seguro de que vaya a poder soportarlo. Los minutos pasan, y el doctor sigue sentado a su lado, intentando consolarlo. Finalmente, Jaekyung empieza a abrir los ojos y a darse cuenta de dónde está. Sigue sintiéndose en un dolor y confusión profundo.

—Yo maté a mi hija... —habla finalmente Jaekyung—yo maté lo que ya no era mío.

—No es su...

—Debi dejarlos en paz, debi no regresar, es mi culpa...maté a Dan... maté lo que era suyo—las lágrimas de Jaekyung comenzaron a salir, salían por si solas y no podía detenerlas—soy culpable...del daño.

La lluvia había hecho que el auto se desviara, si tan sólo hubiera escuchado a Dan desde un principio, la bebé estaba en sus brazos, pero nisiquiera pudo protegerla ante el impacto, ahora ya no importaba lo que los medios decían sobre él, era merecedor de ser un Alfa cruel, mató a su hija.

—¡Jaekyung!

Esa voz...

Heesung interrumpe la conversación, esta ahí, con lágrimas en su rostro, los ojos rojos y llenos de ira, el doctor se da cuenta y se levanta, sentía el mismo dolor que Dan, sus lágrimas caían como si fuese lluvia llorando al dolor y la pena, era la primera vez lloraba tanto en su vida.  Heesung aprovechó que el doctor se puso a un lado y se fue directamente a agarrar a Jaekyung del cuello con todas sus fuerzas, Jaekyung no lo detiene, no hace nada.

—Golpeame Heesung—dice Jaekyung mirándole a los ojos, aquellos ojos vacíos —mátame...

—¡Es tu culpa! ¡Todo es tu culpa! ¡Mi Ara no esta!... ¡Ella era una bebé!... ¿Como reaccionara Dan?!... ¡Eres el peor de los alfas! —Heesung sentís un dolor inmenso en el corazón—no debiste...ella tenía una vida... era una bebé.

El doctor salió en busca de ayuda, Heesung aún agarraba el cuello de la persona que solia ser su amigo, y Jaekyung solo dejaba que Heesung desquitara su dolor en él, porque se lo merecía.

—No debiste llevarlos...era peligroso—la voz de Heesung apenas se escuchaba —debiste asumir la responsabilidad... Hace un tiempo atrás, dijiste que Dan abortara... Ahora sigue siendo lo mismo...todo lo que tocas, lo haces daño... Joo JaeKyung.

Heesung lo soltó, se dejó caer en el suelo y las lágrimas cayeron aún más, no lograba imaginar la reacción de Dan cuando despierte, que Ara murió y ahora le queda un hijo, el pequeño Hayoon perdió su lazo, a su hermana. El bebé era fuerte, había sobrevido ante el impacto.

—Cuando llegué, solo había caos, luces rojas por todos lados... entonces vi algo algo en el suelo, pensé lo peor, me derrumbé ante todos,... después me informaron que era un perro muerto, ¿Sabes JaeKyung? Me sentí aliviado por un momento—continuó hablando, mirando el suelo—pero el alivio que tenía se fue de un momento a otro, me informaron que Dan había sufrido un sangrado, y que Hayoon se había salvado por un milagro... Pero nunca mencionaron a Ara...¿que pecado tenía ella?... ¡Dime JaeKyung!

JaeKyung lo miró.

—Soy culpable.

—¡Ja! ¿Acaso asumir la culpa traera la parte más importante de Dan?

—No...soy un alfa, ¿donde acaban los alfas así Heesung?...en la oscuridad—JaeKyung miró la ventana, y vio su reflejo—dejaré en paz a todos... dile a Dan que lo siento, dile que soy culpable... dile que no merezco su perdón, ya lo perdí todo... No quiero arrebatarle lo único que le queda.

—¿Huiras como siempre?

—Estoy muerto Heesung...

—Si te vas, nunca más vuelvas porfavor... Si lo haces, ya no tendrás a un amigo, tendras a un enemigo.

—Lo se.

Resondio con una sonrisa, era una de esas sonrisas que no tiene expresión, que no tiene algo... solo una escencia de vacío y culpa, miró sus manos y se levantó, de blanco y salió por la puerta delantera.

       «Cuando el amor se escapa... debí dejarlo ir, debí dejarte ir»

Nota:

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Nos vemos en el próximo capítulo ❤

Cuando el amor se escapa |Jaekyung y Dan | OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora