Martir - Aonet

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⚠️CONTENIDO SENSIBLE⚠️

Narrador Omnisciente

Cubrieron la cabeza de Neteyam con una capucha, para luego llevarlo a rastras al lugar donde viviría muchas experiencias que romperían algo dentro de él.

Ao'nung sentía a su omega, sentía su miedo y eso solo era una mala señal. Cada vez estaba más cerca por lo que comenzó a jalar cada vez más de las cadenas, intentando liberarse, hasta que al fin pudo sentir a su Neteyam junto a él. Levantó rápidamente la vista viéndolo al otro extremo de la habitación, con una bolsa en su cabeza siendo básicamente arrastrado por los alfas, eso solo logro enloquecerlo más y comenzó a jalar cada vez más las cadenas, lastimando sus muñecas.

Repentinamente la luz impacto en los ojos del joven omaticaya, pero al momento de aclarar la vista, solo pudo notar a su alfa frente a él. Solo quería estar cerca de él por lo que comenzó a intentar liberarse de las manos que lo aprisionaban, sin cortar el contacto visual en ningún momento.

— Ma' Nung — Gimoteaba desesperado Neteyam, escuchando el rugido que se contenía en el pecho de su compañero.

— ¿Ven que soy un buen soldado? — Sonrió campante el coronel Quaritch — Cumpli mi promesa y lo traje ante ti — Dijo mientras se acercaba lentamente a la posición del omega — Es tu momento de decirme ¿Donde están los Sully?—.

— Ma' Nung, kea peng ke'u, ruxte (No digas nada, porfavor) — Dijo Net preocupado de que pudiese decir algo — Kea tsranten kempe, kea peng keú, ¡Pänuting! (No importa qué, no digas nada ¡Prometelo!) — Grito con los ojos llenos de lágrimas.

 — Oe Pänuting (Lo prometo)— Respondió Ao'nung, examinando el rostro lloroso de su pareja, notando lo maltratado que estaba. Sangraba su nariz y tenía un corte en la mejilla, gruño de inmediato y comenzó a observar el cuerpo en general, viendo los raspones que se encontraban en sus pies, lo enrojecidos que estaban sus brazos ante el agarre de los soldados. Soltó un rugido de inmediato. — ¿Pehem sí aynga ontu? (¿Qué le hicieron a tu nariz?) — Pregunto enojado.

— Ya basta de parloteo, quiero mis respuestas ahora — Dijo el coronel, a lo que Ao'nung solamente negó con la cabeza.— Solo lo preguntare amistosamente una vez más ¡¿Dónde están los Sully?! — Neteyam no dejaba de mirar a su pareja mientras negaba con los ojos llorosos. 

— No lo se — Dijo firme el próximo Olo'eyktan, a lo que Quaritch solo cerró un momento sus ojos intentando calmarse para luego soltar una carcajada sarcástica, realmente se le había agotado la paciencia.

— Traela — Le dijo a uno de los soldados que se encontraban cerca suyo.

El soldado rapidamente se dirigio a la mesa que se encontraba en la esquina de la habitación para ubicarla así justo a la mitad de la habitación. Quaritch soltó un suspiro para tomar repentinamente a Neteyam de su cola neuronal, haciendo que este deje salir un jadeo y que Ao'nung suelte un gruñido, lo jalo hasta la mesa rápidamente.

—¡¿Donde esta el maldito Jake Sully?! — Gritó ya estresado el coronel.

— ¡Suéltalo, no lo sabemos! — Respondió enfurecido el metkayina.

— Agotaron mi puta paciencia — Dijo azotando la cara de Neteyam contra la mesa, dejándolo presionado ahí, este grito ante el dolor y sollozaba. Miles se ubicó detrás de Neteyam, tocando los glúteos con su cadera, sin dejar de presionar la cabeza de este contra el frío metal de la mesa. Ao'nung rugió y comenzó a jalar cada vez más las cadenas intentando liberarse, tiraba con fuerza bruta pero aún no era suficiente como para liberarse. — Dime donde estan o me lo follo aquí mismo delante de tus malditos ojos — Soltó enfurecido Quaritch, sintiendo la amenazante mirada de su rival y la mirada confundida de sus soldados. Neteyam sollozo más fuerte y se retorcía para liberarse del doloroso agarre que ejercían sobre su trenza y rostro. — Todos mis chicos disfrutarían de esto — Dijo balanceando sus caderas con la intención de enfadar a futuro Olo'eyktan y asustar más al omega que se encontraba bajo suyo.

— Basta por favor — Susurró Neteyam con miedo, jamás saldría una palabra de su boca, prefería que lo golpearan hasta la muerte antes que esto. Como respuesta sólo apretaron más el agarre en su trenza, haciéndolo sisear.

Consiguió su objetivo, Ao'nung gruñó y comenzó a mover sus brazos hacia adelante, jalando cada vez más fuerte las cadenas mientras que su ceño se fruncía cada vez más. Ver a su omega bajo otro alfa, llorando y sufriendo, ya no lo soportaba tenía que salvarlo. Respiró profundo y dio un fuerte jalón, logrando liberar su mano izquierda para luego con esta misma ayudar a jalar la cadena que aun lo aprisionaba. Quaritch mantenía a Neteyam contra la mesa mientras miraba cómo el joven alfa se había liberado y se dirigía errático hacia ellos.

Pero algo lo detuvo abruptamente.

— Debemos felicitar al personal de limpieza ¿No es así? — Dijo el militar con burla, mientras el omega solo hacia mas audible sus sollozos desesperanzados — Estas tan concentrado en él y mentirme en mi puta cara, que ni siquiera habías notado el cristal  — Soltó una carcajada, mientras Ao golpeaba con sus puños él ya no tan reluciente cristal que lo separaba de su amado.

El coronel levantó a Net de la mesa jalando su trenza, haciendo que este gimiera de dolor para luego pegarlo a la zona del cristal que Ao'nung estaba golpeando, haciendo que se detuviera de inmediato.

— Piensenlo chicos, no quiero romper su lindo romance — Dijo para luego soltar al omaticaya para retirarse de la habitación con sus soldados. 

Apenas Neteyam fue liberado colapso de inmediato, cayendo de golpe sobre su rodillas manteniéndose cerca de su pareja. No podía contener sus sollozos así que los liberó mientras mantenía su mano pegada al cristal, deseando que este no estuviese para poder tener el resguardo que necesitaba de su alfa. 

— Fra'u tok niltsan, Ma'yam (Todo estará bien) — Dijo Ao'nung, posicionándose a la altura de su omega — Ma'Net, mirame porfavor — Neteyam lo miró con su rostro bañado en lágrimas y riachuelos de sangre — Escaparemos de aquí ¿Si?, ya deben estar buscándonos— Intentaba darle esperanzas a su pareja, aunque siendo sincero consigo mismo, dudaba salir de allí con vida. 

Entregaría su alma por salvar a su omega, y su omega entregaría su cuerpo entero para mantenerlo a salvo.