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𝗔𝗦𝗬𝗔 𝗧𝗘𝗡𝗜𝗔 𝗧𝗢𝗗𝗔 𝗟𝗔 𝗖𝗔𝗥𝗔 hinchada junto con los ojos rojos de tanto a ver llorado, la joven Eren estaba acostada en la cama de sus padres mientras tenía en sus manos un buzo de su Padre, cerraba los ojos y ihnalaba el olor de su padre. La castaña no pudo evitar volver a llorar mientras escondía su cara en la prenda de su padre difunto
La castaña sentía que todo por lo que había luchado se había ido a la mierda esa misma tarde al enterarse que sus sos padres habían fallecido, sentía ese gran nudo en la garganta, sentía un gran dolor en el pecho, sentía que no iba a poder seguir adelante sin sus padres, sentía que ya no podría aguantar más ese dolor de no tenerlos a su lado todos los días.
Cuando la castaña estaba dignada a poder desahogarse y tratar de sacar todo lo que tenía adentro. El chillido de la puerta de la habitación se hizo presente haciendo que la castaña levantará la mirada encontrándose con Asiye y Emel.
──¿Te podemos hacer compañía?──Preguntó Emel con una voz muy bajita
Asya asintió con una mini sonrisa mientras trataba de bajar el nudo en su garganta, no quería que sus hermanos la vieran llorar, no quería que nadie la consuele, ella podía sola. Ella no necesitaba que nadie la abrace, que nadie sintiera lastima por ella, no quería preocupar a nada no quería ser carga de nadie, por eso se mantenía al margen en frente de sus hermanos.
Emel se subió a la cama y rápidamente se hecho a llorar en los brazos de su hermano mayor, seguida de Emel, Asiye copio la acción de su hermana menor y se tiro a los brazos de su melliza, los brazos de Asya ahora eran el refugio de ambas hermanas, en donde se podían desahogarse, donde se sentían seguras. Los brazos de Asya era el lugar seguro de ambas hermanas.
Asya al sentir como ambas hermanas lloraban en sus brazos, las abrazo más fuerte para que sintieran la contención que los brazos de Asya siempre les daba.Por más que Asya trataba de no llorar, no pudo habitar soltar unas lágrimas que rápidamente se seco.Cuando sus hermanas se habían puesto a escuchar los audios de su madre, fue en ese momento en que Asya no aguanto más y decidió que era mejor salir de su casa, no quería estar ahí, necesitaba procesar todo lo que había pasado, rápidamente salió de la habitación de sus padres y bajo las escaleras a pasa apresurado, la respiración ya estaba empezando a acelerarse, sentía sus manos temblar.
