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Jimin se encontraba en su habitación, sentado sobre su cama observando su laptop obviamente robada

Había estado dos días enteros buscando información sobre aquel desconocido que le robo el anillo.

Uso todo su potencial, pidio ayuda a todos sus contactos, recorrió la ciudad entera, hizo todo lo que estaba en sus manos, pues era un trabajo difícil ya que no tenía nada de información sobre aquel hombre

Y debía apresurarse, pues mientras buscaba al pelinegro, los hombres del Sr. Lee lo buscaban a él para darle su merecido por no cumplir con su parte del trato a tiempo.

El tic en su pierna no se detenía mientras esperaba el correo del hacker que había contratado para rastrear al pelinegro, tuvo que vender todas las cosas de valor que había robado para poder pagarle.

Y al fin despues de tanta espera, el sonido que tanto esperaba llegó, la notificación que anunciaba que la información había llegado.

—¡Si!—festejo al ver la foto del pelinegro en el informe —te encontré, maldito idiota—comenzó a leer—¿Jeon Jungkook? ¿Que clase de nombre es ese?— continuo leyendo

Jimin leyó toda la información restante que a decir verdad no era mucha.

Pues ningún hacker puede averiguar la vida completa de alguien solo con tener un retrato hablado, y mucho menos en dos días.
—Tiene que ser una puta broma ¿Dueño del bar Golden? Ese bar es el más cotizado y costoso de todo Busan, hasta los BTS son miembros vip. Ese tipo debe estar forrado en millones ¿Por que quiere un anillo de mierda?

Jimin soltó la laptop y hundio su cara en la almohada para pensar.

Nada tenía sentido.

Ese tal Jungkook aparecía de la nada a robar un anillo que vale mucho menos que la cantidad de dinero que su bar le dejaba anualmente y desaparecía como si la tierra se lo hubiera tragado.

No había ni una forma de conectar el anillo a Jungkook. No había motivos. No había patrones. No había nada.
—¡Aaahhh!—exclamo frustrado—si sigo aquí no llegare a nada, debo dejar de hablar solo como un maldito loco y ponerme a trabajar.

Y por trabajar se refería a robar ropa decente para ir a ese bar de niños ricos, no lo dejarían entrar ni de broma con esas pintas

Así que puso manos a la obra y recorrió el centro en busca de ropa para la ocasión.

Y la consiguió.

Esa noche llevaba unos ajustados jeans rasgados y con cadenas, salvaje como le gustaba, para equilibrar una camisa blanca delicada y sobre esta un arnés negro que rodeaba parte de su cintura y su pecho.

Se coloco perfume, peino sus dorados cabellos, puso algo de sombra negra en sus ojos y un bálsamo labial que resaltaba sus labios rosados y carnosos.

Echo un último vistazo al espejo, coloco su mochila, imprescindible para cualquier ocasion, y salio rumbo al bar.

No tenía un plan, no tenía tiempo para idear uno y no conocía el bar en absoluto como para planear algo y huir con exito, solo sabía que allí estaba Jungkook y probablemente el anillo, y eso le era suficiente

No tenía un plan, no tenía tiempo para idear uno y no conocía el bar en absoluto como para planear algo y huir con exito, solo sabía que allí estaba Jungkook y probablemente el anillo, y eso le era suficiente

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PART OF ME -kookmin-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora