Capítulo 17

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JIMIN

Mi dolor me mantiene despierto mucho más tiempo del que estoy seguro podría haber aguantado de otra manera.

Estoy solo, así que no me molesto en tratar de calmar mi lamento y mi desesperación en el aire de la noche. No estoy seguro de cuánto tiempo llevará el cambio, pero rezo para que la transformación violenta genere suficiente calor y energía para permitirme sobrevivir.

La posibilidad de que pueda fallar se filtra en mi mente y de repente me pregunto si debería haberme dormido, en lugar de encontrar mi final en agonía.

Oh Diosa, debería haber tomado la hierba hace horas, pienso lamentablemente. Ahora probablemente sea demasiado tarde.

Este pensamiento solo me hace llorar más fuerte, pero también hay un núcleo creciente de calidez en mi vientre, latiendo dentro de mí e irradiando las más extrañas sensaciones a través de mi cuerpo.

De repente, todo el bosque estalla en una cacofonía de sonidos: grillos cantando, ranas croando, el ulular bajo de un búho y otras cosas que apenas puedo reconocer. Puedo escuchar pequeños animales corriendo debajo de la capa de nieve y el sonido del viento susurrando entre los árboles a millas de distancia.

Es demasiado abrumador, y estoy asombrado por las imágenes que aparecen en mi mente, explicando cada sonido con una claridad que no podría haber imaginado. Es casi como si pudiera ver el sonido... y me doy cuenta de que así debe ser para los lobos todo el tiempo.

La hierba está funcionando.

Luego escucho algo más, pisadas que golpean la nieve.

-¡No! No, no, no. -gimo desesperadamente, mi mente arma lentamente el rompecabezas de información.

Si escucho pasos, significa... significa que Jungkook o el Príncipe finalmente me alcanzaron. De cualquier manera...

Me van a encontrar inminentemente, lo que significa que no tenía que tomar la hierba después de todo. Encuentro la fuerza para empujar mi cuerpo sobre mis manos y rodillas, metiendo mis dedosben mi garganta y tratando de hacerme vomitar...

Jungkook me encuentra unos minutos más tarde, sollozando y atragantándome, ruego a la Diosa por retractarme de mis acciones precipitadas.

-¡Jimin! -grita, corriendo hacia mí.- Oh, gracias a las estrellas.

Su voz atraviesa mi cráneo a un volumen aterrador, y me tapo los oídos con las manos, gritando.

-Cariño, está bien, estoy aquí. -Jungkook me asegura, sin entender mi dolor. Su voz todavía es demasiado fuerte, pero el dolor en mi corazón es aún más insoportable.

-No -grito de nuevo, con el pecho agitado- No, tú... Llegaste demasiado tarde.

Jungkook cae de rodillas en la nieve a mi lado, vestido con equipo táctico de pies a cabeza que sin duda lo mantuvo perfectamente abrigado durante su propia caminata. Sus brazos se extienden hacia mí, pero me alejo de él, mi adrenalina se dispara de nuevo ahora que la vida de mi bebé está en peligro innecesario.

Estoy llorando tan fuerte que no puedo recuperar el aliento, pero todavía no puedo obligarme a vomitar. El poder surrealista que se arremolina en mi estómago solo crece más fuerte, y sé que no hay forma de revertir esto. Muevo mi cabeza hacia Jungkook, y él retrocede cuando ve mis ojos muy abiertos y brillantes.

-Pensé... pensé que me estaba muriendo, -trato de explicar, mis palabras se arrastran en mi lengua-. No pensé que... tenía... una e-elección.

La comprensión hace que los brillantes ojos verdes de Jungkook se abran de par en par con alarma y dolor. Gruñe por lo bajo, mirando por encima del hombro a su segundo al mando.

Sυʂƚιƚυƚσ αƈƈιԃҽɳƚαʅ ραɾα ҽʅ Aʅϝα࿐𝒱𝑜𝓁. 𝐼𝐼𝐼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora