⊹꒰𝐏𝐑𝐎́𝐋𝐎𝐆𝐎꒱⊹

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❝¡𝐵𝑖𝑒𝑛𝑣𝑒𝑛𝑖𝑑𝑜𝑠 𝑎 𝑁𝑒𝑣𝑒𝑟𝑙𝑎𝑛𝑑, 𝑑𝑜𝑛𝑑𝑒 𝑙𝑎𝑠 𝑚𝑒𝑗𝑜𝑟𝑒𝑠 𝑝𝑒𝑠𝑎𝑑𝑖𝑙𝑙𝑎𝑠 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑒𝑛 ℎ𝑎𝑐𝑒𝑟𝑠𝑒 𝑟𝑒𝑎𝑙𝑖𝑑𝑎𝑑!❞

❝¡𝐵𝑖𝑒𝑛𝑣𝑒𝑛𝑖𝑑𝑜𝑠 𝑎 𝑁𝑒𝑣𝑒𝑟𝑙𝑎𝑛𝑑, 𝑑𝑜𝑛𝑑𝑒 𝑙𝑎𝑠 𝑚𝑒𝑗𝑜𝑟𝑒𝑠 𝑝𝑒𝑠𝑎𝑑𝑖𝑙𝑙𝑎𝑠 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑒𝑛 ℎ𝑎𝑐𝑒𝑟𝑠𝑒 𝑟𝑒𝑎𝑙𝑖𝑑𝑎𝑑!❞

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Se supone que mi vida iba a ser feliz.

Pero despues de todo lo que pasó en Neverland Circus, la vida era un poco aburrida. Era feliz, despues de todo era libre al fin, pero extrañamente sentia que habia algo inconcluso en mi vida que necesitaba resolver.

Y a pesar de todos estos años, no logro descifrar lo que es.

—Fue un largo dia, ¿terminamos todo lo de la lista?—pregunté.

Estaba cansada, habia pasado todo el dia planeando lo que seria la luna de miel de mi hermano y Emma.

Yuki me ayudó, pero en cuanto vio mi cansancio propuso descansar al borde de una fuente. Estábamos en la capital de un reino desconocido, realmente no le habia prestado tantos detalles a la ubicación, de eso se encargaba Yukine.

—Si, terminamos todo. —aseguró Yuki, volteando a verme.—¿Te peinaste tú misma?

—Si, ¿Por que lo dices?

—Porque el lazo está suelto, deberías ajustarlo o podria salir...—de pronto dejó de hablar y no tuve que preguntar la razón al tocar mi cabello y no sentir el listón en mi cabello.—...salir volando.

—Quédate ahí.—dejé las cosas compradas en el suelo y fui tras mi listón, nunca fui la mejor decorando mi cabello con listones. Siempre solían desprenderse y el viento se las llevaba.

Esta vez, por cosas del destino se atoró en el rostro de un joven. Todo esto me causó un gran deja vu. 

Pero a veces me pregunto si el destino se divierte jugando conmigo.

Es cuanto volteé, dije su nombre por reflejo. 

—¿Subaru?

Mi corazón se detuvo en ese instante.

Sabia que era él, podía reconocerlo. Era su mismo cabello castaño y sus mismos ojos a pesar de haber perdido el brillo. Era él, jamás podria haberme equivocado.

Mi listón habia chocado con su rostro, asi que él se lo sacó y me miró fijamente.

Frunció el ceño y me miró de pies a cabeza con indiferencia, luego me entregó mi listón y se fue sin decir una sola palabra.

Mis piernas no se movieron durante los primeros segundos, porque aún intentaba procesar lo que habia visto. 

—¿E-eh? ¡Oye, espera!

Algo se cayó de su abrigo, un pequeño papel negro y alargado que voló junto al viento. Lo atrapé rápidamente y lo seguí para devolvérselo.

Pero Subaru aceleró el paso y lo seguí entre la multitud que caminaba por las calles.

‧₊꒰𝐁𝐄𝐅𝐎𝐑𝐄 𝐓𝐇𝐄 𝐂𝐈𝐑𝐂𝐔𝐒꒱₊‧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora