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Pov Jisung.
Estaba teniendo un día pésimo y la única justificación que encontraba era que el profesor Minho no llamó ni se comunicó ni una sola vez desde que me despidió anoche.
Pero lo que al principio era enojo poco a poco se fue transformando en preocupación.
Algo me decía a mí que el no se había vuelto loco después de que el le reveló que no deseaba volver con el y había decidido que si no era de el, no sería de nadie, y lo tenía secuestrado en su propia casa.
— Está bien, eso suena muy loco. Tengo que tranquilizarme.
— Jisung.
Me di media vuelta a dónde se encontraba la voz y me encontré con Jungkook parado detrás de mí.
Pensé que se encontraría como yo porque anoche no me dio buena espina de que todo había terminado bien, pero lucía radiante esta mañana como si hubiera ido al spa o algo parecido.
— Jungkook — saludé intentando lucir relajado y no como la mierda por no haber dormido siquiera dos horas seguidas.
— ¿Tienes mi libro? — preguntó con una sonrisa intacta.
— Espera — volteé mi mochila hacia mí y saqué su libro de el intentando no tirar todo el contenido al suelo por mis temblorosas manos — Aquí tienes.
Él suspiró y tomó el libro como quien toma un tesoro frágil.
— Hey, anoche me quedé mal por lo que te dije... siento que...
— Oh eso no es nada — interrumpió con una sonrisa aún más grande que me dejó perplejo — Si me quedé mal al principio.
— Lo siento tanto, es que había peleado con mi madre y estaba de mal humor — de repente el picor se trasladó a mi nuca e insté a rascarme — Siento mucho si te hice daño.
El se aclaró la garganta mirando hacia los lados.
— Estaba mal. Entonces Taehyung llamó y de repente me sentí mejor. Lo amo, Jisung y yo no sé si me va a herir o no... pero a veces vale la pena ese dolor.
— Me alegro — dije con una sonrisa triste en los labios.
— ¿Sucede algo? — preguntó él, extrañado.
— No nada no te preocupes, Has visto al profesor Lee?
— Pensé que ya habías pasado su materia — aunque Jungkook comenzaba a dudar, francamente no tenía ánimos para inventar nada.
Comenzaba a fastidiarme mucho el tema con los secretos.
— Sí, lo hice. Estoy buscándolo por una cuestión personal.
El levantó sus manos y subió sus hombros como restándole importancia.
— Creo que lo ví en el estacionamiento con un hombre, estaban hablando — se detuvo a pensar — Un chico de color azabache.
