Carta a un padre homófobo
«Papá:
Cuando atravieso por momentos duros, cuando siento que algo me está quedando grande, cuando pienso que el miedo y el dolor me arrastrarán, uno de los recuerdos que viene a mi mente es el de aquella tarde en la que descargaste en mí toda tu ira después de que mi mamá te contara que me gustan otros hombres. Y lo recuerdo para decirme a mí mismo que si pude salir de eso, cando tenía menos de 20 años, podré salir de muchas cosas más.
Me dijiste que por ser gay iba a ser una persona vergonzosa. Yo guardé silencio durante casi todo el tiempo. Me dijiste que ser heterosexual se lleva incluso en los genes, que las cosas son así porque son así. Y me dijiste que esta decisión me iba a hacer infeliz toda la vida. Mi mamá pecó por ingenua. No esperaba esa reacción. Tenía las mejores intenciones. Por mi lado, tenía razón al desconfiar, al resistirme a contarte eso por mí mismo, incluso aunque más de una vez había escuchado a tu esposa decirle a familiares y amigos: “a él no le molestaría que alguno de sus hijos fuera homosexual”. Qué bajo poner a otras personas a mentir por ti, que ni siquiera fueras capaz de aparentar por ti mismo.
Por mucho tiempo te guardé rencor. Creo que ya no. Creo que el tiempo y la distancia me ayudaron, no a olvidar, pero sí a perdonar. Me ayudaron a entender que la discriminación puede esperarse hasta de la persona más liberal, que es como a ti siempre te ha gustado mostrarte en público. Más aún, entendí que un golpe tan duro puede venir también de las personas que nos aman. No recuerdo si en ese momento lo puse en duda, pero hoy sé que nos amas. Y quizás esa fue una de las grandes lecciones: que aun, amándonos, nos pueden hacer mucho daño.
No sé si ya pasó el tiempo para hacer reproches o si esta carta vaya a ser la última oportunidad. Tampoco es que me desvele hacerte algún reclamo. Más allá de reprochar, le diría al padre hiriente, arrogante y machista que fuiste esa tarde, que aceptarme tal como soy, incluso aunque me haya valido ese y muchos más dolores, ha sido una de las decisiones que más feliz me ha hecho en la vida».
Tu hijo, Taehyung.
FIN
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El Epílogo estuvo dedicado a: Todos los que han pasado por una situación similar.
Porque todo tiene una solución, incluso el problema más grande que puedan imaginar.
Gracias por acompañarme hasta el final con esta adaptación. Besos y sean felices.
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(II) YO, SOY TUYO [Adaptación TaeKook]
Fanfiction𝗛𝗜𝗦𝗧𝗢𝗥𝗜𝗔 𝗧𝗘𝗥𝗠𝗜𝗡𝗔𝗗𝗔 La historia de Taehyung y Jungkook aún no termina, todo lo contrario, apenas está empezando. Los verdaderos obstáculos están por llegar a sus vidas, problemas que pondrán en la cuerda floja su relación. Porque, a...