Capítulo 24

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POV SOWON

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POV SOWON

Cuando llegamos al hospital, me encontré con la difícil tarea de parecer normal. Yo me había prometido acatar el pedido de Eunha, repetido exhaustivamente durante todos los 15 minutos de viaje —que, en condiciones normales, deberían hacerse en media hora.

"No hagas un escándalo".

"Se normal".

"Nerviosismo es una cosa, el pánico es otra".

—Buenas noches. Mi mujer entró en trabajo de parto y necesita ser atendida —comencé, tratando de tragar el grito para las tres mujeres de la recepción. Como me imaginé que no me tomarían en serio, me apresuré a añadir— el obstetra le mandó que viniera lo más rápido posible.

Una de las mujeres, tal vez notando la fuerza que yo hacía para no explotar —o tal vez notando que Eunha estaba en trabajo de parto— se apresuró a conseguir una silla de ruedas en algún rincón allí cerca de la recepción. La ayudé a sentarse con cuidado, y una nueva ola de contracciones la alcanzó.

Y cada vez que su rostro se contorsionaba, tenía ganas de golpear a alguien a mi lado por no hacer nada para que su dolor pasara.

—Usted tiene que rellenar algunos datos de ese formulario —una de ellas comenzó, claramente no entendiendo la situación.

—¡Yo relleno lo que quieras, pero coloca a mi mujer en un cuarto primero!

—¿Son la pareja del Dr. Park? —otra mujer preguntó.

—Lo somos.

—Ya está esperando. Voy a llevarlas hasta allí.

Todo lo que tuvimos que hacer fue caminar por un largo pasillo —Eunha en la silla de ruedas, yo con un formulario en las manos, y la recepcionista caminando— y entrar en un ascensor para llegar a una sala color verde-bebé. Y aun siendo todo lo que tuvimos que hacer, todo parecía que tardaba más de lo que tenía que tardar.

Eunha no dejó escapar ningún sonido. Ella parecía querer mantener sus dolores en silencio, aunque sus contracciones fueron más constantes y aparentemente más fuertes cada minuto. Sin saber qué hacer para ayudarla, y asegurándose de que nada de lo que intentaba surtiría efecto, sólo me quedé a su lado todo el tiempo, repitiendo cosas como "todo va a salir bien" y "ya estamos llegando."

Yo estaba angustiada.

Angustiada porque no podía hacer que su dolor pasara. Y porque mi hija quería salir de ella a la fuerza. Y era claro que yo sabía que eso sucedería algún día, pero verla de esa forma sólo hacía todo un poco más desesperante.

—¡Buenas noches! —el Dr. Park dijo cuando entró en la sala pre-parto. Había otras dos mujeres dentro, pareciendo ser sus auxiliares de parto, que le ayudaron con la tarea de levantar a Eunha de la silla y sentarla en una cama alta.

My Sweet Prostitute │Wonha [GP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora