Patos y orquídeas

Primer baile

—¿Enserio tenemos que ir?—

—Por enésima vez, Sí— Repitió Quackity mientras le arreglaba la corbata a su amado, aunque al final lo hizo mal por lo que Luzu- tuvo que acomodarla el mismo.

—Podríamos no ir, la opción esta— Trato de persuadir una vez más a su pareja aunque era obvio que Quackity lo arrastraría de ser necesario.

—Es en tu honor ¿Cómo va a faltar el invitado principal?— Fulminó a Luzu antes de soltar un suspiro.

Llevaban así alrededor de una hora, Quackity lo obligó a empezar a arreglarse para ir a aquella fiesta, su querido esposo podía ser muy obstinado a veces ¡Solo iban a reconocer su talento! ¿Por qué el parecía descontento con eso?

—Pero no me gustan las fiestas— Así que eso era, bueno no era algo que Quackity desconociera.

—Creí que no te gustaban las fiestas porque no sabías bailar— Comenzó a peinar su cabello. 

—Bueno en parte— Respondió ciertamente algo tímido Luzu.

—Pero ahora sabes bailar ¿Entonces porque razón no te gustan?— Confronto dándose la vuelta con su cabello ya hermosamente arreglado.

—No se bailar...— Los ojos interrogativos de Quackity hicieron que se estremeciera. —Bueno no se bailar TAN bien como la gente esperaría—

Quackity rodó los ojos y se acercó, entrelazando sus manos el uno con el otro. —Yo te enseñe a bailar y he ganado competencias ¿Cómo puedes decir que no lo haces TAN bien con un maestro como yo?— Luzu trato de evitar la mirada de su amado sabía que la excusa que había puesto era sumamente absurda.

—¿Es acaso que soy un mal profesor? ¿Debería darte una lección de repaso?—

—Una lección antes de ir a la fiesta no suena mal— Aprobó Luzu que ya se había rendido con el asunto de faltar, más cuando su lindo patito parecía que lo llevaría sí o sí, ademas si podia perder algo de tiempo...

Quackity hecho un vistazo al reloj y pensó que tenían tiempo suficiente para una lección rápida de baile. Se apego a Luzu, sus manos entrelazadas se acomodaron en el lugar indicado y aunque no tenían música Quackity comenzó a guiarlo, en su cabeza tarareaba una tonada para poder tener un ritmo.

Luzu lo siguió, con pasos algo torpes ¿Cuando fue la ultima vez que bailaron? Bueno bailar enserio, no esos bailes bobos que hace en forma de juego con su pareja cada navidad, no, un baila de verdad requería mas delicadeza y concentración, aun mas cuando su compañero de baile era un experto en el tema.

—Recuerda mírame a mí, concéntrate solo en mi, yo te guiare, no lo pienses solo déjate llevar— Murmuró de manera suave Quackity.

Luzu que estaba algo tenso por tratar de no pisar a Quackity suspiro hondo y cerro sus ojos un momento, esto lo llevo de nuevo a aquella primera vez, había sido casi igual, Quackity había insistido sin cesar en ir a la fiesta de graduación hasta que Luzu admitió que no iba ya que tenía dos pies izquierdos.

-¡¿Tienes a un bailarín de novio y no sabes bailar?!- Exclamó Quackity que se veía realmente indignado, aunque poco después soltó una gran risa. -Bueno lo puedo arreglar-

Seguidas de esas palabras las manos de Quackity tomaron las de Luzu posicionandolas en los lugares correctos para un vals y comenzó a tararear.

-¿Q-que haces?- Pregunto nervioso el castaño que ahora miraba sus pies en un intento descuidado de no lastimar a su compañero.

-Te estoy dando tu primera lección- Respondió Quackity y siguió moviendo lentamente sus pies al ritmo del tarareó.

Después de unos 3 minutos dónde Luzu estaba rígido y casi había pisado a Quackity en más de una ocasión, Luzu hizo una mueca de resignación, su cabeza y sus pies nunca se cordinaron así fue desde que tenía memoria. —Quacks, es inutil— Susurro ligeramente frustrado consigo mismo.

—¿Enserio?— Quackity sonrió.

Luzu alzó una cega sin comprender porque Quackity parecía tan satisfactorio consigo mismo, casi lo pisaba ¿Entonces porque sonreía de esa manera?

Aunque bueno, siempre amo verlo sonreír, aún si era a costa suya.

—Si, enserio— Respondió.

—Yo creo que lo haces muy bien— Comento Quackity. —Solo tenías que despejarte—

Luzu parpadeo y se dió cuenta, una vez que había dejado de fijarse en sus pies y comenzó a centrarse en el tarareo y expresión de su querido novio, su cuerpo parecía haber seguido el ritmo de manera natural, en todo el tiempo que hablaron no se habían detenido de bailar.

—Wow... Lo estoy haciendo— respondió fascinado por su fluidez. —Eres asombroso— Le dijo a Quacks.

—No, "somos"— Corrigió Quackity. —Esto solo es posible porque tú y yo nos conocemos muy bien, no es fácil cordinar con alguien de una manera tan armoniosa—

Luzu sintio un ligero rubor y termino sonriendo de manera boba, parecía que su problema nunca fue el baile, sino que aún no había encontrado a la persona adecuada.

—Es como si nuestros corazones que laten en sincronía guiarán mis pasos— Murmuró una de sus tonterías poéticas y las orejas de Quackity se pusieron rojas.

Desde ese día Luzu asistió a las fiestas junto a Quackity, después de todo siempre era una buena excusa para bailar tomados de la mano.

Y la burbuja de aquellas viejas memorias se reventó cuando Quackity se detuvo en seco y Luzu lo tenía en sus brazos pegando su cintura con la de él, las mejillas colorados del menor daban a entender que este último paso no había sido esperado.

—Yo..— Suspiro, admirando el bello rostro de su ángel que hace un momento estaba guiandolo, parecía que en algún punto de la práctica fue Luzu el que tomo la guía. —Creo que ya refresque mi memoria—

Como si Quackity tomara eso como una señal para separarse asintio y hizo que Luzu lo soltara, desvío la mirada fingiendo que iba a revisar la hora mientras sentía arder sus mejillas. —Lo hiciste... Muy bien—

Luzu ensanchó aún más su sonrisa ante el cumplido.

—Terminemos de alistarnos ya son...— Miro el reloj. —¡¿Vamos tarde?!— Exclamó Quackity, el sonrojo de hace un momento se desvaneció de inmediato.

Luzu aguanto las ganas de reír y confirmo el mismo la hora. —Oh es verdad ¿La fiesta no empezó hace 15 minutos?— Comento tranquilo, como si no ÉL no fuera la estrella de la fiesta.

—¡Tu!— Quacks lo Fulminó con la mirada y resignado al ver la sonrisa inocente y sin rastro de culpa exhaló exasperado. —¡Ponte la chaqueta y vámonos!—

Salieron tarde y quién sabe si llegarían a la fiesta después de todo Quackity conducía en esta ocasión y Luzu no pensaba en ofrecerse.

Para él la noche ya era perfecta con aquella práctica de baila que desenterró su dulce recuerdo de la juventud.

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¡Hola!

Por fin termino el capítulo, les juro que ya tenía la idea de cómo continuarle pero no me animaba a escribir, aún así creo que me quedo decente.

No es tan dulce como pensaba pero algo es algo, medio me obligue a terminarlo así que una disculpa por el mal desarrollo.

¡Os quiero! 💕