El Camino

CAPITULO 2-BARCELONA

Finalmente me encontraba en aquel vuelo hacia España, específicamente hacia Barcelona, era la primera vez que subía a un avión y la primera vez que iba tan lejos de mi país, estaba acostumbrado a viajar por mis juegos de fútbol, pero lo más lejos que había viajado había sido a Brasil para un amistoso de preparación para un club juvenil brasileño. Fue un viaje bastante largo a decir verdad, dormí un par de veces pero igualmente despertaba al poco tiempo de dormirme, un chico que estaba en el asiento detrás del mío no dejaba de hablar con su acompañante sobre fútbol, hablaba sobre que había recibido una invitación para ser parte de una cantera en España así que supuse que por el destino y el avión en el que iba igualmente había sido elegido por el Barcelona. Ocasionalmente lo veía con el rabillo del ojo para poder detallarlo, pudiendo notar que era un chico de piel morena y cabello rubio, parecía ser tenido pues no era rubio por completo.

Tras una hora o quizás dos luego de notar al joven el avión comenzó a descender, dieron el aviso de que nos encontrábamos aterrizando en el Aeropuerto El Prat de Llobregat, por lo que inmediatamente dirigí mi mirada hacia la ventana para ver el descenso del avión. Luego del aterrizaje y de ingresar al aeropuerto nos dirigimos a la salida de este, en la cual había un chófer enviado por los directivos del Barcelona para trasladarnos desde el aeropuerto hasta la "Ciutat Esportiva Joan Gamper", mis padres revisaron la información para asegurarse de que no fuera una estafa y al ver que era verídico subimos al auto, lo único destacable del viaje fue la conversación con Marco, el chófer que nos había buscado, el cual me habló maravillas sobre la masia y sobre como entrenaban a los jugadores, como no solo los entrenaban sino que también se les daba educación en el caso de los que seguían en edades formativas, esa conversación me sirvió para comprender un poco el como serían las cosas en ese lugar aunque no imaginaba como sería realmente.

Finalmente llegamos a la Ciutat Esportiva como se diría en Catalán, pudiendo observar el edificio principal de esta.

Bajamos del auto y nos despedimos de Marco, mis padres y yo nos adentramos al edificio pues en su interior estaban los directivos del Barcelona con los cuales hablaríamos sobre mi "fichaje", tras conversar todo y llegar a un acuerdo mis padres y yo decidimos dar un pequeño paseo por las instalaciones, tuve la suerte de ver un poco del entrenamiento del primer equipo pudiendo ver a algunos jugadores de lejos, entre ellos Ronald Araújo, Robert Lewandowski, Lamine Yamal y Fermin López, ambos jugadores de la masía también pero que ya jugaban con el primer equipo, y también pude divisar como entrenaba Ter Stegen. Miré por un rato y luego decidí ir a ver a mis futuros compañeros del equipo juvenil, quería ver que tan grande era la diferencia entre su nivel y el mío, por lo que mientras mis padres hablaban un par de cosas extra con los directivos yo fui hacia las canchas de la ciudad deportiva en las que el equipo juvenil entrenaba.

Al ver aquellas canchas no pude evitar sentir algo de nostalgia por la cancha de mi antiguo equipo, no era totalmente de césped, pues tenía partes de tierra pero aprendí a controlar más el balón gracias a la irregularidad de la cancha.

A lo lejos pude observar como los jugadores entrenaban, la mayoría eran chicos entre 17 y 18 años, uno que otro de 16, por lo que supe que no lo tendría tan fácil para adaptarme, se notaba que entrenaban con intensidad, en ese momento era un entrenamiento de partido 11 vs 11, por lo que me quedé ahí para verlos jugar un poco.

Había pasado una hora y el juego seguía poniéndose cada vez mejor, no dejaban de luchar por la posesión de la pelota, no dejaban de atacar y de buscar hacer gol y no dejaban de demostrar porque están ahí en ese momento, el equipo "A" llevaba una ventaja de un gol sobre el equipo "B", los cuatro goles del equipo "A" los hizo un solo jugador, pude oir que su nombre era Leonardo, fue algo sorprendente ver la potencia de sus tiros, la velocidad de estos era tal que el portero no podía hacer nada para evitar el gol. Luego de un contraataque del equipo "B" la pelota fue pateada por uno de los jugadores pasando por encima de la portería y fue hacia mi, por instinto detuve la caída de la pelota con mi pecho y comencé a hacer un par de dominadas con el balón llamando la atención de los jugadores y del entrenador, tras unos cuantos segundos elevé el balón un poco y lo patee con mi pierna izquierda haciendo que llegara hasta ese chico Leonardo el cual detuvo el balón con su pie casi a ras del suelo, literalmente lo frenó en seco de un pisotón, luego algunos chicos y el entrenador se me acercaron.

-¿Quien eres? Se supone que en esta área solo pueden haber jugadores del equipo juvenil-dijo el entrenador con un tono de voz serio al dirigirse a mi.

-por eso mismo es que estoy aquí señor, soy un jugador de este equipo-al decir aquello todos dirigieron su mirada hacia mi con asombro, no se les había notificado de mi llegada y no podían creer que yo fuera el nuevo jugador del equipo.

Leonardo al oírme decir eso se puso a reir-¿Cómo tú puedes ser jugador del Barcelona? No tienes el cuerpo de un futbolista, ya vete a tu casa y déjanos entrenar en paz, y si realmente eres futbolista de este club entonces supongo que serías capaz de enfrentarme en un 1 contra 1-habló con un tono de voz calmado pero que denotaba una ligera amenaza en mi contra.

-voy a aceptar enfrentarte, supongo que sería como mi iniciación en el equipo y realmente quiero ver de que eres capaz y de que soy capaz yo-sonreí confiado de que podría enfrentarme a el sin problemas, uno de los jugadores me prestó sus botines y le agradecí por eso, me los puse y me levanté para tener mi desafío en contra de Leonardo, el me dejó iniciar por lo que avancé hacia una portería hecha con dos conos que el protegía para evitar que yo hiciera gol, de mi lado igual había una que era la que yo debía proteger, hice un pequeño amago hacia la izquierda y salí por la derecha para luego correr y patear anotando mi primer gol, dos más y habría ganado.

Leonardo tomó el balón y lo puso en el césped, me miró y sonrió levemente mientras avanzaba. En ese momento no lo sabia, pero estaba a punto de conocer la verdadera diferencia entre mi nivel como jugador y el de Leonardo.

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Pooooooooor fiiiiiiiiiiiiiiiin vuelvo a escribir, perdón por haber "abandonado" la historia, pero no había tenido tiempo ni ideas para escribir, espero disfruten este capítulo, y espero que su espera por el siguiente no sea tan larga.