Poseidon es un Dios sin corazón, alguien perfecto desde que nació, pero ¿Los dioses pueden enamorarse? eso haría un Dios perfecto... no, este Dios no siente amor, no siente dolor, ni mucho menos felicidad, pero tal vez ella pueda ser la llave de su...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
. . .
–Eres mía, espero que lo grabes bien en tu cabeza– volvió a murmurar Poseidon mientras su aliento cálido estaba acariciando su piel y con el dedo índice de su mano derecha estaba trazando un camino desde la parte trasera del cuello de Aurora hasta su cintura
Por la noche Aurora recibió su cena, los dioses no necesitan comer o a veces solo lo hacen por costumbre pero Poseidon no lo hacía, Aurora cenó simplemente algunas frutas y ya.
Mientras Aurora estaba planeando su escape del palacio recibió un llamado de Poseidon a través del sirviente del mismo, nuevamente a su habitación donde él estaba esperándola pacientemente con sus musculosos brazos cruzados frente a su pecho
–acercate a mí– le dijo mientras bajaba los brazos, Aurora obedeció, luchar no era opción pues él la mataría de un solo golpe de seguro, en cuanto tuvo a Aurora frente a él inmediatamente se inclinó para estar a su altura y levantó una mano para acariciar su mejilla –Aurora.– Él dijo su nombre con una voz extrañamente suave.
–¿Si?– Preguntó ella sintiendo la mano de Poseidon acariciarle la mejilla, se sentía bien, ella podía sentirse amada por primera vez, el beso de esta tarde la confundió pero este acto estaba lavandole el cerebro, estaba segura de que él sentía algo por ella.
–Mi Aurora– volvió a decir el Dios, ambos estaba cada vez más cerca, Aurora inconscientemente cerró los ojos después de sentir los labios de ese hombre en los suyos, fué como si su corazón explotara, su sangre estaba hirviendo, sus manos fueron a los hombros de Poseidon
Aurora estaba aferrada a él mientras Poseidon la sujetaba firmemente de la cintura para cargarla y tumbarla hacía la gran cama en la habitación de Poseidon dónde la llevó cargada, las manos del tirano de los mares recorrieron cada centímetro de la piel de su mujer, cada toque y caricia la hizo estremecer, ella también llenó al Dios de caricias, aunque su mente le gritara que no lo hiciera su cuerpo decía lo contrario, si esto seguía así ella estaría a su completa merced.
Una vez desnudos en esas suaves sábanas, las cuales tenía Poseidon nada más para tener intimidad aunque no fueran muy necesaria, él sujetó los muslos de Aurora enterrando los dedos en su carne y lentamente le abrió las piernas para abrirse paso en su ya sensible interior, aunque el mezclarse con una mortal era repulsivo para él, daba igual ahora que estaba increíblemente excitado.
Ella se lo permitió, dejó que él hiciera lo que debía, no podía negar lo bien que se sentía pero aún habia algo que la estaba molestando ¿Él la amaba ahora? ¿O la estaba usando como un reemplazo de su esposa? Esos pensamientos y su incertidumbre fueron desvaneciéndose en lo que continuaban el acto.
A medida que sus movimientos se hacían más salvajes y profundos Aurora iba perdiendo más y más la cabeza, sus gemidos se mezclaron con los pesados jadeos de Poseidon que estaba mirando a Aurora como si no fuera más que un objeto de su diversión.
