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."Esta vez no escaparas de mí, Anfitrite", esas palabras resonaban una y otra vez en su mente, Aurora no lograba entender porque ese Dios dijo eso, ¿Porque la confundió? ni entendía que estaba haciendo en este lugar, un palacio escondido en medio del mar.
Cualquiera que se acercase al refugio del Dios de los mares desaparecería de inmediato por las criaturas que rodeaban el gran palacio de Poseidon, ningún ser humano logró llegar ahí o siquiera salir de ahí con vida.
–Anfitrite...– Poseidon ingresó a la extravagante habitación la cual al parecer era su ¿Novia? ¿Esposa? ¿concubina? Aurora no podía responder, las palabras se le atoraron en la garganta.
–...¿Porque lo hiciste?– Después de un largo rato el Dios marino volvió a hablar con una voz que aunque estaba en un tono bajo retumbó por las paredes.
–¿Y-yo? Yo no hice nada y... Y yo no me llamo Anfitrite– Dijo Aurora con firmeza mezclada con miedo un gran error porque el Dios le lanzó una mirada llena de ira.
–Aun piensas que puedes engañarme, huir de mí conlleva a un castigo, hacerte pasar por una mortal e intentar ser infiel con Ares... que pesima broma, cuando me casé contigo tenía en mente que serías una diosa perfecta, como yo.–
Poseidon ni siquiera se preocupó en escuchar las débiles excusas de quién para él era Anfitrite, su esposa, la cual engañandolo escapó de él hace varios años atrás.
El Dios de los mares empujó a Aurora a la cama y la miró con un semblante oscuro teniendo planeado tratarla como menos que un ser vivo
–Te quedarás aquí, hasta que yo te dé el permiso para salir, si te atreves a huir entonces voy a matarte– Dicho esto Poseidon se retiró dejando a Aurora ahí tiesa como una piedra.
–¿Dónde vine a parar? ¿a quien voy a rezarle para que me salve?– Aurora estaba desesperada, se secó las lágrimas y se hizo bolita sentada en el suelo apoyando su cabeza en sus rodillas.
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Por otro lado, Poseidon estaba pensando una y otra vez, reviviendo todo lo que había ocurrido este día– Ares la llamó Aurora ¿Hmm? Aurora, que estúpido nombre elegiste para huir de mí Anfitrite... ¿cómo no la reconocí cuando la ví en la junta? Siempre haciendo el ridículo, siempre humillandome–
Poseidon estaba moviendo ligeramente su copa de vino en círculos mientras reflexionaba el momento en que la vió de cerca, era similar a su esposa, no, ella era su esposa, Poseidon presionó tan fuerte su copa que la rompió en mil pedazos viendo su sangre correr en delgados hilos por el costado de su mano goteando al suelo liso bajo su gran trono.
Él miró las gotas de sangre caer al suelo una tras otra, tenía la mirada ensombrecida, planeando hacerla sufrir al romper el corazón de hielo que él tenía, tuvo algunas amantes en el pasado pero Anfitrite fue la única que pudo llegar a enamorar a ese Dios que pensaba que los sentimientos eran una perdida de tiempo.
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𝑬𝒏 𝒆𝒍 𝒐𝒄𝒆𝒂𝒏𝒐 - 𝑷𝒐𝒔𝒆𝒊𝒅𝒐𝒏 𝒙 𝒐𝒄
أدب الهواةPoseidon es un Dios sin corazón, alguien perfecto desde que nació, pero ¿Los dioses pueden enamorarse? eso haría un Dios perfecto... no, este Dios no siente amor, no siente dolor, ni mucho menos felicidad, pero tal vez ella pueda ser la llave de su...