05 | corazón dulce

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ADVERTENCIA: Se acerca obscenidad

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[Configuración: Presente]

EL DÍA FUE largo y agotador. Estrechar frecuentemente la mano de los familiares de Crimson, que no eran muchos, y hablar con ellos era una experiencia. Todos vestían trajes, y los que vestían algo familiar para los vestidos llevaban faldas. Un puñado de ellos eran diablillos tiburones, algo extraño considerando que Crimson es un diablillo, pero no te preocupaste por eso cuando Crimson te llevó a un dormitorio.

La casa estaba vacía ya que las criadas y los quest estaban afuera, así que no tenías que preocuparte por hacer ruido...

"Ha pasado mucho tiempo, cariño", dijo, sentándose en el frente de la cama. Con una sonrisa llena de dientes, le dio unas palmaditas en el regazo.

Poco a poco, te sentaste a horcajadas sobre él, agarrándolo por los hombros. "Ha pasado mucho tiempo, ¿no?" Apoyó sus manos en tu cintura.

Crimson asintió y pasó una mano por detrás de tu espalda para tirar del cordón que sujetaba tu vestido. Sonreíste cuando comenzaste a frotarle los hombros.

"¿Bueno, qué estás esperando?"

Crimson te sonrió y sentiste que el vestido se aflojaba cuando desató el cordón superior con un solo tirón. Deslizó la correa que cubría tu hombro hacia abajo y comenzó a besar tu clavícula.

Suspiraste, escalofríos recorrieron tu columna mientras envolvías tus brazos alrededor de su cabeza, hundiendo tu mano en su cabello. Cerraste los ojos mientras él besaba lentamente su cuello y con la otra mano bajaba tu vestido.

Sonriendo, lo empujaste sobre la cama. "Eres demasiado gentil", ronroneaste.

Crimson te miró, su diente de oro brillaba mientras sonreía. Deslizó sus manos debajo de tu vestido y frotó tus muslos. "Puedo acostumbrarme a esto."

Inclinándose hacia atrás, extendió la mano y desató el resto del cordón. Crimson soltó tus muslos para quitarse la ropa. El vestido cayó hasta tus caderas y te bajaste de él para patear el vestido a un lado junto con tu ropa interior. Crimson se sentó, sin prestar atención a su traje al lado de tu pila.

Se inclinó hacia delante y volvió a agarrarte por las caderas, sentándote en su regazo. Sus garras te hicieron cosquillas en la piel mientras lo hacía.

Volviste encima de él, le tomaste los lados de la cara y lo besaste profundamente. Crimson le devolvió el beso con más fuerza, abrazándote cerca y rodando encima de ti. Te reíste entre dientes.

Con un pequeño beso en su barbilla, te arrastraste hacia atrás, jalándolo. Recostada cómodamente sobre las almohadas, te acercaste a su oído y le susurraste: "muéstrame lo que puedes hacer".

Crimson te empujó con fuerza contra las almohadas, su otra mano agarró ambas muñecas y las sujetó por encima de tu cabeza. Se metió entre tus piernas y se acercó. "Como desees~." Te estremeciste.

Mientras sostenía tus muñecas, deslizó su otra mano por tu pierna y la levantó sobre su cadera. Rápidamente se desabrochó los pantalones, se los bajó y los arrojó a un lado. Colocando su punta, se tomó un momento antes de golpear sus caderas contra las tuyas.

Jadeaste, apretando tus manos en puños. El estallido de placer hizo que tu espalda se arqueara, haciéndote retorcerte debajo de él. Él sonrió ante esto, manteniendo tu pierna sobre su cadera mientras te empuja. Su agarre en tus muñecas se hizo más fuerte.

Su aliento le hizo cosquillas en el cuello, haciéndote presionar tu cabeza contra la suya. Con cada embestida, tu cuerpo se estremecía, temblando, ante la intensa sensación que crecía entre tus piernas. Jadeaste, gemidos silenciosos se escaparon mientras intentabas desesperadamente moverte al ritmo de él.

Respiraste profundamente con los dientes apretados, tus muslos temblaron, acercándote a tu dulce liberación. Tus ojos seguían abriéndose y cerrándose, quedando aturdidos.

Crimson hundió sus dientes en tu hombro y con eso, tus piernas se aferraron a él. Tu cuerpo se tensó y se quedó quieto mientras él continuaba empujando, atravesando tu orgasmo. Una fina capa de sudor apareció en tus piernas y estómago.

Aún no había terminado contigo.

Cuando tu cuerpo finalmente se relaja por la liberación, Crimson te suelta las muñecas y coloca su mano al lado de tu cabeza. Agarraste las sábanas, jadeando pesadamente mientras él continuaba embistiéndote.

La mano que sostenía tu pierna clavó sus garras en tu piel, su ritmo se volvió descuidado y desigual. Crimson finalmente agarró la cabecera de la cama encima de ti con ambas manos, cerrando los ojos con fuerza. Un empujón final lo hizo detenerse, en lo más profundo de ti. Su cola se movió y sentiste algo palpitante y caliente entre tus piernas.

Crimson suspiró, sentándose sobre sus rodillas y sosteniendo tus muslos.

Lo miraste fijamente con los ojos entrecerrados, colocando tu brazo sobre tu cabeza mientras recuperabas el aliento.

Mientras lo hacías, Crimson puso tu pierna sobre su hombro y la besó mientras se inclinaba sobre ti.

"¿De nuevo?" dices sin aliento, llevando tus manos a sus hombros pero sin alejarlo. Estabas lista para una segunda ronda pero no esperabas que Crimson tuviera tanta resistencia.

"Vamos, ¿pensaste que sería una ronda?" Crimson sonrió. "Es nuestra noche de bodas, cariño".

El río //Crimson X Lectora(traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora