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-¿Seguro que puedes hacerlo?

-Scheiße, claro que puedo.

-Bien.. es un objetivo fácil. Entra y sal, la operación no debería tomar más de dos minutos.

-Si.. algo así.

-¿Tienes en claro que hay que hacer?

-Completamente.

-No pareces seguro.

-¿Qué te hace decir eso?

-Haz estado jugueteando con tu pulsera desde que llegamos aquí.

-No es relevante.

-¿Prefieres que yo..?

-Negativo.

-No me importaría tomar está misión por mi cuenta.

-Überlass es mir.. no es mi primera misión complicada.

-Lo que tú digas.. De todos modos, puedes abortar la misión y pedir refuerzos si lo necesitas. ¿Copiado?

-Copiado.

El hombre se acerca a su objetivo, sus pasos son decididos. Puede sentir el ardor en su estómago, la visión se le nubla. Hay muchas explosiones, gritos, bombas estallando a su alrededor. Puede sentir como si su corazón se convirtiera en cartón y se estrujara en su pecho.

Podía escucharlo retumbar en sus oídos. Ni siquiera sabía que eso era posible,entre todo ese caos y destrucción poder escuchar el retumbar de tu propio sistema.

Bum bum bum...

Está llegando al final de su camino, puede sentir sus manos ir instintivamente hacia su arma. Cualquier movimiento en falso sería peor que la muerte.

Tenia que respirar, se acordaba. También necesitaba tomar valor para ello.

Abrir la boca y terminar con la misión.

Hacerlo, sería fácil. Pero las palabras se quedaron atrapadas en su garganta.

De nuevo, el sonido de su corazón. Latiendo con cada segundo que se quedaba de pie,justo delante de su objetivo.

¿¡Su misión terminaría así!? ¿Lo olvidaría como el gran soldado que fue solo por no poder cumplir con esta misión?

Se sentía abatido, talvez muy pronto un tiro de gracia acabaría con su miseria.

De nuevo su corazón retumbando en sus oídos.

Bum bum bum...

¡No podía ser tan difícil!

¿Por qué rayos ir a comprar comida sería tan difícil? ¿Más difícil que estar en la guerra?

No es una comparación lógica. Y solo es su ansiedad social hablando.

No, no habían explosiones,eran solo luces baratas en la entrada del local. No, no habían gritos, o al menos no de dolor, solo eran los niños jugando en el salón de juego. No,no habían armas, era el sonido de las cajas registradoras, y lo que sostenía en sus manos era su tarjeta de crédito.

》KÖNIG ; one-shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora