004.

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—Ah~ bonito

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—Ah~ bonito...espe Ah~ —Gimió el de mechas mientras aferraba sus manos a las sábanas. Al sentir como el rubio lo estocada cada vez con más fuerza. Acelerando sus movimientos.

Una de las manos del rubio fue hasta el cabello del castaño, tomándolo entre sus dedos y jalando hacia atrás. Haciendo que este eche su cabeza para atrás, mientras le daba fuertes embestidas, provocando dolor a aquel chico. Sus paredes anales apretaban con fuerza la polla de Hyunjin haciéndolo gruñir.

Hyunjin no paraba de embestir, comenzaba a entender por qué las personas eran tan adictas a tener sexo, se sentía de la puta madre, la manera en que las paredes del castaño apretaban su miembro y la manera en que aquel chico gritaba, joder era la gloria.

Jeongin por su parte estaba temblando, ¿Cuando se había vuelto tan salvaje? Lo deja un día solo y ya es todo un maldito loco al follar. Su piel ardía ante el contacto de la del rubio, comenzaba a volverse adicto al rubio.

Jeongin llevó su mano al miembro del rubio para sacarlo y arrancarle el preservativo, Hyunjin en un fuerte movimiento hizo que el cuerpo del de mechas quedará boca arriba, logrando observar aquellas hermosas mejillas sonrojadas y llenas de excitación resaltadas por aquel antifaz. Hyunjin ya sabía que aquel bailarín era jodidamente sexy. Tomo las piernas de contrario posicionandolas en sus hombros para profundizar más las embestidas haciendo movimientos rápidos dentro del contrario.

—agh~ sigue así H...bonito  -ah~ —gemía agobiada mente el de mechas.

El rubio mordió su labio inferior al escucharle, inclinándose hacia adelante para tomar con fuerza el cuello del de mechas, haciendo que se le dificulte respirar, abriendo su boca para tomar algo de oxígeno, lo cual le pareció lo más excitante al rubio, el lo odiaba. Sus embestidas eran cada vez más fuertes haciendo al contrario gemir con fuerza, y de un momento a otro ambos fueron arrasados por el climax gimiendo con fuerza y cansancio.

Hyunjin se dió la vuelta para dejarse caer sobre el colchón observando aquel cuerpo exhausto de su acompañante, Jeongin lo miró y sintió su corazón acelerarse al recordar que estuvo a punto de gemir su nombre.

—Me gustan tus labios...

—¿Es lo único que te gusta de mi? —Indagó Jeongin y Hyunjin soltó una sonrisa.

—No, pero seguro estás acostumbrado a que te lo digan siempre —Musitó y el de mechas miró a otra parte.

—Tal vez...

—¿Te puedo confesar algo? —Indagó, Jeongin volvió a mirarlo para asentir, —siento que te estoy usando y estoy luchando contra mi moral, no lo sé yo...

—Ese es el punto de este trabajo, darte placer y satisfacer tus placeres más oscuros con algunas reglas de por medio, si me estuvieras obligando seria diferente, pero ese es mi trabajo, estoy a tu disposición, en una noche donde solo somos tu y yo no hay tiempo para un tercero llamado culpa —Explicó y Hyunjin asintió, Jeongin desvío su mirada a la vena del cuello del rubio para tragar grueso y luego se levantó —Creo que ya deberías irte, se hace tarde...

Perfect boy | Hyunin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora