EL CHICO BUENO.
Hwang Hyunjin no bebe, no se mete en líos y trabaja muy duro. Pero aún así no es suficiente para ninguno chico y novio lo cambio por alguien más. Tras la ayuda de su mejor amigo decide olvidar y súper a su ex, así que decide ir a un...
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Sus labios se abrazaban con fuerza mientras creaban una exquisita fricción entre sus miembros. Las manos de Jeongin se aferraban al cabello rubio. Tan salvaje, placentero, como si jamás hubieran sentido los labios del otro, como si fuera la primera vez. La lengua de Hyunjin se adueñaba de la contraria sintiendo la calidez.
Jeongin llevó nuevamente sus manos a la camiseta del rubio para ayudarle a sacarla dejando su abdomen descubierto, el azabache rápidamente comenzó a sacarse la chaqueta para luego quitar su camiseta y observar nuevamente al rubio para juntar sus labios. No duraron mucho cuando Hyunjin bajó sus labios al cuello del menor, trazando una línea de calientes besos desde su mandíbula hasta su manzana de Adán, el menor soltó un ahogado gemido, los labios de Hyunjin chupaban y lamian con suavidad la lechosa piel del menor.
El azabache comenzó a mover sus caderas creando fricción entre sus miembros, Hyunjin no se quedó atrás y comenzó a masajear los glúteos del menor guiando los movimientos del menor.
—Hyunjin... —Rogó haciendo que Hyunjin se detenga y lo observe, quien se levantó y comenzó a desabrocharse el vaquero mientras el rubio imitaba aquella acción. Jeongin luego de desvestirse volvió a subir al regazo de Hyunjin.
Sus miembros goteantes rozaban y sus labios volvieron a juntarse, tan adictivo. El azabache tomo el miembro del mayor y comenzó a masturbarlo junto con el suyo creando friccion, Jeongin seguía aquel movimiento mientras los labios de Hyunjin recorrían su clavícula besando, lamiendo chupando, El rubio soltó un gruñido cuando el azabache masajeo con algo de fuerza el glande. Mientras la vaga mano de hyunjin se abría paso entre los glúteos de Jeongin introduciendo uno de sus dedos haciendo que el cuerpo del azabache se erize ante la acción tan espontánea.
Jeongin movía su mano con rapidez sobre el miembro de Hyunjin mientras esté penetraba con sus dedos dilatando la entrada del pelinegro, los gemidos de Jeongin estaban por toda la sala de aquel pequeño departamento.
—Ya no puedo... Te necesito... —Pidió el pelinegro, Hyunjin saco sus dedos y Jeongin alineó el miembro de Hyunjin en su entrada introduciendo lentamente, más sin embargo el rubio empujó el cuerpo de Jeongin hacia a bajo penetrandolo por completo sin dejar ningún rastro de piel fuera, haciendo que este gima por lo alto.
Sintiendo como las paredes anales apretaban su miembro con fuerza y calidez el azabache comenzó a dar pequeño brincos lentos sobre la polla del rubio, sintiendo como está llegaba cada vez más profundo. Mientras se miraban directamente a los ojos, viendo cada una de las expresiones faciales del contrario. Hyunjin comenzó a guiar los movimientos de cadera del azabache posicionando sus manos sobre los glúteos del menor y este llevando sus manos a la nuca del rubio, sus respiraciones exaltadas y sus cálidos alientos chocaban, mientras sus cuerpos reclamaban por más.
—Agh~... Joder~ —Gimoteó el azabache cuando Hyunjin comenzó a mover sus caderas al ritmo de los movimientos de éste.
Estando dentro sin duda era una sensación de la cual no se cansaría.
