Prólogo

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¡Hola!, mi nombre es Pedro y tengo 13 años, nunca le he contado mis problemas y emociones a nadie, excepto a mi mejor amiga Valeria, ella siempre me escucha y atiende mis necesidades, es como la hermana que nunca pude tener en toda mi vida, agradezco demasiado su amistad y su apoyo, estudio en un liceo mixto, donde la gran mayoría de alumnos son muy extraños (incluyéndome también), e ignoran las cosas malas que suceden a su alrededor, pero está bien, es mejor eso a que siempre haya problemas dentro.

También están mis mejores amigos, Valeria, quien siempre ha estado para mi y siempre me ha apoyado y dicho mis verdades, Augusto, el también ha estado para mi y siempre me hace feliz cuando él no sabe que estoy mal, y también María, ella es extraordinaria, tiene muchos talentos, sabe hacer demasiadas cosas y es muy inteligente, siempre me ayuda con mis tareas y problemas intelectuales, en el liceo hay profesores que son muy exigentes y molestos que realmente no se merecen el título de profesor, pero no podemos hacer nada.

Este año ha sido un buen año, no tengo de que quejarme, lo bueno es que ya están cerca las vacaciones de verano, y solo quedan los exámenes finales, en lo personal siempre me ha costado lenguaje, desgraciado al que se le ocurrió la habilidad de inferir información, ya matemáticas es simple (a mi parecer) y ciencias e historia son simples.

Nunca creí que este año haría nuevas amistades, pero este mes que está pasando me demostró lo contrario, conocí a un grupo que es un grado menor que nosotros y son muy buenas personas, y hay un chico en especial llamado Tomillo que me ha llamado mucho la atención, no tan solo por su físico si no por sus forma de ser, y más risa me da su nombre porque debería ser un apodo para Tomás, pero su nombre es Tomillo jeje, y sus amigas también son bien interesantes y agradables, Marta y Alicia, aunque si son bien excéntricas ambas, son buenas personas.

Ahora... Como decir esto jeje, mis amigos más cercanos conocen esto de mi, pero mi familia ni nadie fuera del colegio puede conocer mi pequeño secreto, ¿Cuál? Pues que soy gay.

Oh por Dios que sorpresa jajaja, ojalá nunca haber sentido esto por los hombres, es tan doloroso, saber que casi todos los hombres que me han gustado son heteros, y aunque parezca que tenemos una conexión especial, nunca es así y solo son "amables" o solo están jugando, ni que fuesen bebés y yo su cascabel de juguete... Aún recuerdo que hace 2 años, mi última pareja, según él había amor hacia mi, pero sus acciones no demostraban eso, yo daba todo por la relación, quizá era muy apegado a él y me preocupaba mucho, pero él no lo apreciaba, hasta tal punto que no quería verme, estuve así por 2 meses, siendo ignorado y ningun tipo de contacto, ni físico ni por celular, solo dolor y me volvía paranoico pensando que todo era mi culpa, aunque me dijesen mis amigos y amigas que no era asi, yo lo sentía de esa forma, hasta que un día, un 15 de agosto, día que recuerdo muy bien sucedió esto.

Estabamos en receso, y no lo veía en ninguna parte, lo busque, le pregunté a sus amigas cercanas pero ellas no sabían nada, más bien, me miraban con odio y me evitaban, me temía lo peor, fui al baño y había una puerta cerrada, pregunté si era él, y una voz quebrada me dice: "¡Andate Pedro! No quiero hablar contigo", yo si quería hablar con él y apoyarlo por si estaba pasando un mal momento, mi ansiedad me llevó a tal punto de abrir la puerta, y oh, esa escena nunca se irá de mi mente, él estaba con un cuchillo en sus manos, la sangre como ríos chorreaba a lo largo de su esbelto cuerpo, la fuente venía de sus brazos, su cara, sus piernas, todo... TODO estaba con sangre, y las únicas palabras que alcanzo a pronunciar antes de desmayarse nunca se irán de mi mente:

"Todo esto lo que ves, es culpa tuya y de nadie más"

Luego de eso se desplomó en el suelo como muerto, y grité por ayuda, lo llevamos al hospital, estaba muy nervioso por lo que podría pasar, pensé que él contaría todo lo que teníamos nosotros dos, a su familia, a la mía, la angustia empezó a tomar mi cuerpo, y más mi estómago, no sabía que hacer, paso un tiempo en el hospital y salió, aunque lo derivaron al psicólogo, no quiso hablar de eso pero yo sé que habíamos terminado y no volvimos a hablar hasta el día de hoy... Andrew, perdoname si es que hice algo mal...

Ahora, volviendo al tema principal, todos los días paso los recesos con distintos amigos, para no tener problemas con ninguno, siempre la paso bien estando con todos y espero que ellos sientan lo mismo, pero, oh, al estar con Tomillo siento una alegría sincera de inmediato, me siento libre con él, con mis otros amigos siento lo mismo pero con Tomillo es de inmediato, con solo verlo me palpita rápidamente el corazón, pero esto se detiene al pensar que quizá él no quiera mi compañía diaria o no quiera establecer algún vínculo amistoso duradero, y si se puede amoroso, ese temor de que todo termine mal, así como con Andrew, pero Valeria me dice que debo superar eso, que las personas son distintas y que según ella, Nicolás es buena persona, preocupado; eso me tranquiliza siempre.

El problema, no es que no quiera algo con él, pero bueno, es hetero que más puedo decir, es fácil de entender que un hetero y un gay no pueden estar juntos porque el hetero no sentirá nunca nada por el gay, y en este caso, Tomillo, el hetero, nunca sentirá algo por mi, Pedro, o también el gay del salón del lado.

El Chico Del Salón De Al Lado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora