Jorge ,'El Sanguinario'Nuñez

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En los confines de una humilde casa de madera y de chapa se oyeron llantos de un niño recién nacido, el cual, aunque sus padres no sabían, tendría que atravesar una dura y cruel vida en un mundo post-apocalíptico.


A kilómetros de la villa, los tiros se aproximaban a cada segundo, y con ello los bombarderos los cuales habían sido apodados "Murciélagos Infernales" por la tropa criolla. En algunas casas se amontonaban soldados heridos, algunos de los cuales tenían que resignarse a morir en esas covachas, pues el precario barrio no tenía los recursos para tratarlos, sin embargo a cada día los ingleses se acercaban, la guerra que había sido empezada por el gobierno militar hacía un año había tenido resultados devastadores por una combinación de la falta de apoyo de su aliado en Norteamérica y los errores tácticos de militares con poca y nula experiencia militar, cegados por el exceso de confianza.


Junto a los llantos del pequeño, bautizado "Jorge" por sus padres, se acercaban más y más los gritos a la distancia, que, para el terror de las tropas argentinas heridas, no eran emitidos en el idioma español. Fue cuestión de un par de horas para que la villa cayera bajo control británico, y los pocos heridos que no habían muerto en las covachas de la villa cayeran bajo manos inglesas para, poco después, ser ejecutados en secreto.


Jorge vivió una infancia en la cual era costumbre ver enfrentamientos entre los soldados ingleses y la pequeña oposición civil que se había formado en la villa. Conforme pasaron los meses estos enfrentamientos se volvieron más y más brutales, desde protestas abiertas y pacíficas en las angostas calles del asentamiento hasta sangrientas emboscadas, en las cuales ninguno de los dos lados se limitaba en la escrupulocidad empleada en la matanza del otro, entre tanto caos y miseria el niño se insibilizó, y ya a los 6 años pudo ver la transición de una villa arruinada por la pobreza, a una arruinada por la guerra y la devastación nuclear. Para su suerte, resultó de ser uno de los pocos cuya piel no se pudrió, ni cuyo cerebro se desgastó de a poco en el nuevo yermo del Gran Buenos Aires.


Eventualmente los pocos sobrevivientes de la villa que no se habían convertido en mutantes y zombis carentes de pensamiento se vieron obligados a entrincherarse en acampamentos. Los mutantes que tenían la capacidad de pensar y que, lo único que los diferenciaba de los "normales" era el estado de putrefacción de su piel respondieron de la misma manera al no ser bienvenidos en el campamento de los sobrevivientes. Ambos asentamientos crecieron de tal manera, que llegaron a desarrollar sus propios ejércitos.


Habiendo aprendido a utilizar armas a una edad tan corta como los 8 años, Jorge eventualmente lideró la milicia de su asentamiento a los 43 años, pero eventualmente recibieron una "invitación" de un mensajero a caballo, adornada con banderas Argentinas y la firma del "Teniente General Ibañez", Nuñez tomó la decisión de aceptar la invitación a formar parte del susodicho "Frente Patriótico de la Restauración Argentina", que más tarde ante sus conquistas sobre los asentamientos de comerciantes independientes recibiría el sobrenombre de "celestes y blancos", pues era ese el color de la bandera que flameaban cuando ingresaban en masas a cada asentamiento.


Tras enlistarse en esta nueva fuerza auto-proclamda restauradora, Jorge fue adoctrinado en los valores "patriotas" del Frente Patriótico, y años después se le fue otorgada su primera unidad, con la cual fue enviado a conquistar una villa marginal construida de las cenizas de lo que fue la civilización porteña.

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⏰ Última actualización: Dec 02, 2023 ⏰

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