INESPERADAMENTE ⨾ 🧺

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toqué la puerta con miedo, el lugar estaba repleto de autos afuera y estaba segura que lo estaría, de personas, dentro de la casa.

─¿aurora?─gladys que tenia un bowl entre las manos me miró con sorpresa, volteó a mirar atrás y volvió la vista a mí.

no tenía idea que decirle, no tenía una buena excusa para aparecer este domingo que se suponia que era para su familia probablemente. por lo que dudé un momento, alargando con duda una vocal, jugando con mi cabello.

─traje pastel.─dije como disculpa, y ella me miró con aún más sorpresa que antes. abriendo su boca, y pronto sonriendo amablemente.

─oh, por favor, no tenías qué...─susurro llamándome con su mano libre, abrazándome levemente como podía.─ solo es qué... bueno tenemos... familia de invitados.

mordí mi labio insegura de comentarle que yo había sido invitada, pero aun así llevé el pastel preparado por mí, hasta la mesada de la cocina donde se encontraban muchos postres más.

─lo sé, me lo comentó...─dije con miedo y ella sacudió la cabeza de forma cansada, dejando sobre la cocina el bowl, lleno de alguna especie de masa.

─¿y no te invitó?─preguntó ella, completamente ofendida, yo sacudí mis manos comenzando a negar con la cabeza.

─si, lo hizo, se encargó de chantajearme para que venga.─aseguré antes de que pudiera pensar lo que decía, luego cubrí mis labios, arrepentida.

─¿que sucede con él?─susurró exasperada, volviendo a su preparación y yo la mire sobre su hombro espiando.─ ¿quieres ayudarme, cariño? aún tengo que terminar de preparar las ensaladas y la salsa gravy.

yo asentí de forma inmediata, ayudando con las ensaladas que me dió una lista de como hacerlas a detalle. la cocina estaba llena de gente que entraba y salía, por el momento yo solo estaba a un lado de gladys viendo a las mujeres que venían a hablarle con abanicos de mano, agitandolos argumentando que era el calor de el horno.

supuse que eran tías, primas y algunas personas más, de las cuales no estuve informada. yo miraba a todos con atención, todos arrastrando el mismo acento, como lo hacía yo probablemente, aún comprobando que mis padres eran primera generación de italianos en estados unidos. me mantuve escondida detrás de gladys incluso luego de servir la mesa, justo en el exacto momento en que comencé a escapar para no ayudar.

uno de los niños pequeños se colgo de mi pierna, como suelen hacer los niños de tres años buscando a su madre, y yo lo sostuve como escudo y excusa perfecta para no poner la mesa.

─hola, ¿como estás?─le pregunté al pequeño que me miraba atentamente, yo le devolví la mirada.

─¿que estás haciendo aaron? ─su madre me miró con pena y yo lo sostuve con ternura─ oh, son amigos...

─lo somos, y tal vez incluso nos vayamos a jugar afuera...─le dije, el pequeño de ojos claros me sostuvo de vuelta apoyando su cabeza contra mi hombro, apoyando la idea.

yo comencé mi plan de escape, con naturalidad, caminando hasta afuera, informándole al pequeño aaron que nos estábamos escapando para no poner la mesa. cosa que él no pareció comprender del todo, pero tampoco le importaba demasiado.

─¡aurora, ven a ayudarnos!─se escucho en el momento que abrí la puerta, y conecté miradas con los ojos bonitos de mi novio. hice una mueca recordando que me estaban buscando, y comencé a escabullirme debajo de su brazo.

─¿a dónde vas?─preguntó el con una sonrisa ladeada, y yo terminé del lado de afuera de la casa, con victoria.

─vamos a jugar afuera.─le dije apuntando con la cabeza a mi nuevo amigo─ y lo haremos antes de que nos llamen a poner la mesa...

agregué lo último como una canción, dando la vuelta a el jardín gigante de esta casa. volví a verlo, y el estaba en la puerta todavía, su madre había llegado también y me miraban desde el portal.

yo les sonreí saludándolos con una pequeña burla, caminando hacía bastante lejos, pero cuando volví la cabeza hacía atrás lo encontré viniendo hacía mí, con una sonrisa perdida. yo me senté en el suelo esperando por él.

─¿que hacen aquí?─preguntó apoyandose contra el árbol detras de nosotros, con una sonrisa cansada

─uhm, solo estabamos cansados de estar adentro.─mentí levantando la cabeza para mirarlo─ necesitábamos aire fresco...

─¿por qué tengo el presentimiento que no querias ayudar a poner la mesa?─preguntó inclinándose hasta mi y yo rodé los ojos dándole la espalda

─las chicas lindas no mienten.─murmuré entregándole al pequeño, el lo sostuvo entre sus brazos sin entender.─ ¿es tu primo?

─lo es...─el asintió con la mirada enfocada en mí─ ¿por qué?

─se parece a tí.─me burlé levantándome del suelo, inhalando y exhalando con fuerza─ creo que los genes de tu familia son muy fuertes.

─¿y?─yo le di una mirada confundida y el continúo con una risa tonta─ ¿te gusta eso?

terminé por rodar mis ojos hasta apartar la mirada, negué con la cabeza incredula, tomé la mano de aaron con una de las mías con cuidado.

─tu primo esta loco. ─le advertí mirándolo a los ojos─ completamente loco.

el pequeño se rió, probablemente por qué su primo lo estaba haciendo y yo estaba sonriendo. yo negué con la cabeza contagiandome de su risa tonta.




VEGAS | ELVIS PRESLEY Donde viven las historias. Descúbrelo ahora