1-A las 8 en mi casa

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Esa mañana era demasiado calurosa, las gotas de sudor recorrían su piel acanelada humedeciendo la camiseta blanca bajo su ropa de deportes.

Los rayos del sol eran demasiado intensos mientras el joven atleta cruzaba la pista de atletismo y hacían brillar el campus de la universidad en tonos claros y brillantes, una brisa fresca hacía mecer los frondosos árboles y refrescaba a un acalorado Max Bennett.

El sudor recorría su espalda y lo hacía sentir perturbadoramente sudado, bufó molesto mientras apartaba las hebras castañas de su frente totalmente húmedas de su sudor, definitivamente preferiría estar en la piscina ahora mismo en vez de atravesando el soleado campus con rumbo fijo al departamento de psicología de la universidad.

Claro que su viejo "amigo" estaría en el salón de conferencias del edificio, Max encontró todo un mar de estudiantes una vez abrió la puerta de dicho salón, apretó el asa de su mochila en su hombro y evitó hábilmente a grupos de estudiantes que casi se chocaban con él en una carrera hasta la salida del edificio.

__ Vamos Max tú puedes hacerlo_ susurra dándose ánimos mientras sostenía el pomo de la puerta del salón de conferencias de psicología sintiéndose repentinamente nervioso.

Una gota de sudor se deslizó con libertad por su frente y de un momento a otro la puerta fue empujada desde dentro por un estudiante que salía haciéndolo trastabillar hacia atrás.

El desconocido pasa por su lado con un pobre"perdona" dejando la puerta entreabierta frente a las narices de Max.

Y entonces lo vio, hacía mucho que no lo veía, porque a pesar de asistir a la misma universidad ellos ya no tenían nada que ver.

El salón se veía vacío desde su posición y el azabache recogía los materiales que utilizó para la conferencia de psicología en su mochila, su cabello negro cayendo en suaves cascadas sobre su frente, una expresión calmada adornando su rostro, su piel se veía todavía más pálida de lo que recordaba , casi tan pálida como la blanca camisa que en ese momento el pelinegro utilizaba.

La respiración de Max Bennett tembló mientras la puerta se cerraba en sus narices, su mano tomando nuevamente el pomo de la puerta.

Max era capaz de aparentar muchísima seguridad incluso si seguro no era precisamente como en ese momento se sentía.

Pero cómo podría tener la poca vergüenza de presentarse ahora frente a él después de todo lo que le hizo pasar?

Sin tomarse más tiempo del necesario meditando aquello haló el pomo de la puerta hacia su cuerpo y abrió la misma colándose dentro del salón, porque por supuesto que nadie era más desvergonzado que Max en aquella maldita universidad.

__La conferencia terminó_ pronuncia desinteresado el pelinegro sin siquiera alzar su vista en dirección a la puerta, parecía muchísimo más interesante terminar de guardar sus cosas en su mochila y apresurarse a salir del lugar.

Max Bennett modeló una sonrisa petulante en su rostro mientras se acercaba al pelinegro que seguía sin mirar en su dirección.

__He dicho que...._ el pelinegro se cuelga su mochila al hombro y sus palabras quedan atoradas en algún lugar entre su cerebro y sus cuerdas vocales en el momento en que sus ojos se encontraron con el descarado castaño que estaba cada vez más cerca de él.

__Hola_ Max saluda agitando su mano animadamente mientras toma asiento sobre uno de los escritorios del lugar colocando sus pies sobre una silla__ Tiempo sin vernos_ retira la mochila de su hombro dejándola despreocupadamente sobre el escritorio en el que está sentado__ Víctor Cooper_ pronuncia suave mostrando esa sonrisa petulante y socarrona que lo caracteriza.

Before, it was love/BL/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora