Max Bennett estaba acostumbrado a los hospitales, desde el accidente que lo confinó a uno, casi dos años atrás, tenía que visitar un hospital cada mes para practicarse exámenes médicos. Pero esto era distinto.
Por mucho.
O por muy poco, pero definitivamente era distinto.
__Por más que lo mires no desaparecerá misteriosamente _ el bufido del mayor lo hizo apartar la vista del diván negro que ocupaba el amplio lugar junto al ventanal de cristal__ Acuéstate Max, tengamos una charla_ dijo con voz suave tomando asiento en el butacón frente al diván que el castaño observaba como si fuese de otro mundo.
__Qué es esto hermano? Una sesión de terapia acaso?_ dijo sin poder creerlo, los dedos de sus pies se engurruñaron dentro de las pantuflas cuando el aire se tornó repentinamente pesado en el interior de la pequeña habitación.
__Oh eres un chico listo. Ahora siéntate _ ordenó cruzando sus piernas y relajándose contra el respaldo del butacón.
__Qué te hace pensar que necesito terapia?_ cuestionó en un hilillo de su voz ligeramente ofendido, aún sin tomar asiento en el diván de color negro.
__Qué te hace pensar a ti que no necesitas terapia?_ las palabras del mayor lo hicieron callar.
__Hermano..
__Cállate y siéntate de una vez_ ordenó nuevamente alzando ligeramente el tono de su voz, y por fin lo vio obedecer y tomar asiento en el borde del diván, su mochila cayendo en el suelo pulcro en un sonido sordo__Los exámenes de este mes tampoco arrojaron resultados_ dijo de forma casual mirando la pantalla del tablet en su mano.
__No es posible...
__Si lo es_ lo interrumpe apartando su mirada del aparato para mirar con fiereza a los ojos de su pequeño hermano__Han pasado casi dos años desde el accidente y aún no recuerdas nada Max, creo que es momento de admitir que tu problema no es físico _ dijo y al instante los ojos asustados del menor se clavaron en él con una fuerza que le apretó el corazón.
__Papá....le dirás?_ cuestionó con voz débil.
William Bennett sintió su corazón prender de un hilo en el desastre que era su pecho congestionado en emociones y recuerdos que no deseaba traer a colación, no si le afectaban a él.
En cambio estaba bien si el único afectado era Max, era la única forma de hacerlo hablar, después de todo sabía cuán obstinado y orgulloso podía llegar a ser su pequeño hermano.
__No, claro que no_ dijo al fin y pudo apreciar la forma en que el color regresaba a las mejillas del castaño __Tú no eres menor de edad y hay una cosa llamada confidencialidad médico paciente _ explicó retirando sus lentes circulares del puente de su nariz para dejarlos posteriormente sobre la mesita a su lado__Pero no te ves nada sorprendido de hecho_ dijo y lo vio bajar la cabeza__Por supuesto, después de casi dos años sin resultados, era de esperarse que lo pensaras _ respondió a la pregunta que internamente él mismo le hacía a su menor, pero Max alzó su cabeza en un segundo.
__No estoy loco...
__Yo no dije eso. Acuéstate ahí, hablaremos un poco _ pidió nuevamente ante la reiterada negativa de su hermano de acostarse en su precioso diván.
__No estás un poco conflictuado al tenerme aquí prácticamente obligado a una de tus terapias gratuitas? Quiero decir, somos hermanos. Eso no viola ninguna política absurda de tu profesión?_ fue lo que el castaño parloteó mientras se acostaba con cautela en el diván, al fin comenzando a relajarse un poco en su presencia. William sonrió.
__No tengo ningún conflicto ético moral por si es eso lo que te preguntas _ rodó los ojos al oírlo reír, más no pudo contener su propia sonrisa__Soy un profesional Max, uno magnífico. Mantendré mis sentimientos fuera de esto. Sinceramente si yo no puedo ayudarte nadie lo hará _ dijo y lo vio torcer la boca en una sonrisa burlona dirigida hacia él.
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Before, it was love/BL/
Teen FictionÉl podía asegurar quién fue su primer amor, él estaba seguro de haberlo amado como un idiota. Recordaba haber, una vez, deseado hacerle el amor con dulzura, pero en la actualidad solo deseaba destrozarlo. Él no sabía que nombre darle a sus emociones...