[1] FAVORITE CRIME ━━━━ TOLGA BARÇIN

IV. MISS SUNSHINE

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CAPÍTULO CUATRO: MISS SUNSHINE

El cumpleaños de Eda estaba en la vuelta de la esquina, en pleno diciembre el frío comenzaba a calar en la escuela ataman. Todo el mundo la identificaba por su gran entusiasmo sobretodo en los meses de previos a estos.

— Vaya si alguien viene de buen humor. Dijo Harika viéndola a lo lejos.
— Siempre es la misma historia, su entusiasmo por todo noviembre, después llega el día de su cumpleaños y teniendo el anhelo que venga su padre se deprime porque al final nunca llega para esas fechas y tenemos que consolarla.
— No seas así Tayla aunque es cierto, dejémosla. Dijo Süsem mirándola.

— Dejar el que. Aparecieron Berk y Tolga hacia el grupo de chicas. — El cumpleaños de Eda.
— ¿El pequeño rayo de luz es sagitario? Dijo bastante irónico el pelonegro.
Tanto las chicas como Berk se giraron para verlo y el chico se encogió de hombros.
—¿Tan incultos soys? tenéis que tomar más clase de astrología.
— Eres una caja de sorpresas, no esperaba esto de ti. Dijo la rubía algo interesada.

— Yo tampoco amigo. Tolga miro desde lejos a la pelirroja que hablaba animadamente con algunos de sus compañeros, le sorprendía bastante su naturalidad de relacionarse con sus otros compañeros con una chispa de amabilidad aunque hacia su persona que era todo lo contrario y eso le molestaba. Le molestaba su sonrisa, sus oyuelos, su risa, su cabello rojizo su mirada desafiante.

Odiaba todo de ella y se la tenía jurada al igual que los chicos del gallinero, pero no podía dejar de mirarla, sobretodo cuando tomaba apuntes, o bebía el te en el descanso o cuando movía sus muñecas cuando se cansaba de escribir. Él aún así pensó que sería pasajero estaba pensando en cómo devolvérsela.

— Hola chicos y Tolga. Dijo al mencionado con bastante asco y desdén.
— ¿Vaya tanto asco me tienes?
— Exactamente mi querido tolga. Sonrió falsamente la chica. Tayla, Süsem Harika y Berk se rieron por la actitud de la pelirroja, rara vez había alguien que la molestase pero siendo Tolga era bueno que una chica como ella le pusiera en su lugar.

— En fin me voy nos vemos en clase por eso Tayla tengo que hablar contigo, por lo del trabajo.
—¿Qué trabajo? Se preguntó la ojiazul. Esa la miró y ahí ella cayó. — Oh el trabajo de historia. La chica le cogió del brazo y se despidieron de los demás. Al entrar al colegio para dirigir a la cafetería Eda decía.

— Cuando vayamos a ver a Mazlum nuestra palabra secreta es trabajo, ya cambiaremos la abreviación.
— ¿Crees que voy linda?
Eda se paró y dijo.
— Siempre vas linda Tayla. Ella sonrió, estaba bastante nerviosa, comenzó su noviazgo con Mazlum la única que lo sabía era Eda y aprovechaban ambas la mañana en la cafetería, Eda aprovechaba a tomar su primer té del día y Tayla hablaba con su novio hasta que sonase la campana.

Al llegar Tayla fue rápida abrazar a su novio. — Mazlum.
— Mi amor. De mientras Eda llegó al mostrador Kadir dijo. — Todavía no me lo creo que estén juntos.
— Yo tampoco siendo Tayla que la conozco desde pequeña, Tayla y Mazlum en que momento.
— El amor viene de sitios menos inesperados Kadir, salud hermano mío.

— Salud hermana adoptiva, por cierto a raíz de esa película Emel me pregunta cuando llega su señor Darcy. Eda se rio y Kadir la vio con cara de pocos amigos. — Es pequeña, no que todavía piense en tener el amor.
— Algún día tenía que pasar, ¿no vas a prohibirle no? El moreno suspiró y dijo.
—Anda bebe que tienes clase en cinco minutos.
— Lo sé no me lo recuerdes.

Justo al tocar la campana miré a Tayla y dije. — Vamos Julieta tenemos clase.
— Odio cuando toca la campana.
— Nos vemos Mazlum.
— Adiós amor mio.
— Que tengáis un buen día chicas.

(...)

Al terminar la jornada escolar, ella salió de la escuela, de mientras escuchaba música para coger el bus Tolga la veía desde lejos, cuando ella se subió, cogió su coche y decidió seguir al bus, cuando el bus se paró cerca de una academia baile, la vio bajar y entrar, aparcó su coche cerca del academia y entró a un café para esperar cuando saliese.

Desde el café la veía a ella bailar ballet, ya que las ventanas del studio miraban hacia la calle. Sé la quedaba mirando de mientras bebía su café de las tardes, hasta que recibió una llamada de Berk.

— Oye amigo, había pensado en quedar para tomar algo.
— No lo creo Berk esto algo ocupado.
—¿Con que si apenas tenemos exámenes, no seas tan aburrido?
— Vale, estoy en una cafetería te paso la dirección.
— Perfecto nos vemos allí.

Cuando colgó el teléfono se la quedó mirando como impartía clase a los más pequeños, se le coló una pequeña sonrisa al verla con los más pequeños. Al cabo de media hora Berk llega y dice. — ¿Es bastante acogedor, nunca eh venido, sueles venir a menudo?

— Lo eh descubierto, en fin y al caso tiene unas bonitas vistas hacia la ciudad. Berk se pidió un café y le contó un poco más sobre los primos Eren.

Cuando ambos acabaron el té vieron cómo Omer la fue a ver a Eda y ambos se miraron bastantes cómplices. Aunque Berk no le gustaba meter a su amiga en sus travesuras, solo por molestar a Omer tenía que hacer unos sacrificios.

— Pero mira a quien tenemos aquí. Eda y Omer se giran al ver al par de chicos, la pelirroja se puso de brazos cruzados de mientras sostenía su mochila de ballet. Tenia un chándal gris y una chaqueta negra. La nariz de ella se tornaba rojiza por el frío invierno. Se le hizo bastante raro verlos por esta zona y ella dijo sorprendida.

— ¿Qué hacéis por aquí? Dijo Omer bastante preocupado y hostil.
— Nada, a caso te preocupa que tu novia te vea con otra. Dijo el pelinegro mirándolos.
— ¿Perdón hijo de satan?
— Nada sunshine pero conozco a Asye y o le gusta que sus novios se vayan con desconocidas.

Él se acercó cara a cara hacia la chica y le susurró en la oreja. — Ella es bastante celosa. Omer lo empujó y dijo apuntando el dedo a los dos. — No sé de vas Barçin déjala en paz y tu Berk tan amigo eres de ella deberías protegerla de ese canalla.

—No me gusta hacer caso a los probretones pero tienes razón no te metas con ella Barçin. Dijo Berk algo enojado. Tolga no estaba feliz que el pelirrojo le diera la razón a ellos, ella sonrió y dijo. — Ahora nos vamos Asye nos espera, en fin mi querido Tolga que tengas una buena noche y Berk te deseo también una buena noche.

Ambos se fueron por la calle, Tolga los miró de mientras Berk le decía que nunca se metiera con ella. Él sabía que ese rayo de luz iba ser su perdición