Draco suelto por Buenos Aires / Fanfic

¿Donde estoy?

Draco Malfoy se encontraba frente a un gran espejo, ajustaba su corbata e intentaba retardar lo mas posible su tiempo.  Estaba sumergido en sus pensamientos, buscando en su inteligente ingenio alguna manera de escapar de su destino.

— Joven Malfoy, su padre lo espera.

Algo se tenso en el cuerpo del rubio,  sabia que no podía escapar de su destino, de aquella marca. Pero intentaría lo imposible para que su destino no fuera ser aquel mortifago que su padre tanto anhelaba.

— Debo hacer esto, debo hacerlo por mi madre.

Se intento dar ánimos así mismo antes de salir de aquella habitación y dirigirse hacia la gran sala donde estaba el brujo mas temido de todos los tiempos,cuyo nombre no diremos.                   Pero antes de que pudiera da un paso mas, parado en el umbral de la puerta se hecho hacia atrás. No podía continuar, simplemente no podía ser como ellos. 

Casi sin pensar, estaba corriendo rumbo a su habitación , donde al entrar lo primero que busco fue el traslador que su madre le había conjurado en caso de emergencias, al tocarlo, pensó en un lugar diferente al suyo, un lugar donde pudiera descansar.                                                                   Tal vez fue su nerviosismo quien le jugo en contra, tal vez fueron su pensamientos intrusismos quienes lo llevaron a otro lugar, nadie sabe. Pero cuando Draco abrió su ojos, pudo visualizar una imponente estructura en forma de pirámide larga que en una placa de oro dejaba grabado su nombre "obelisco de Buenos Aires". No podía creerlo, estaba en el mundo muggle, otro insignificante lugar para el.

— ¿Queres probar un perfume importado de Paris, marca Dior original? un regalo para la novia —

Un señor de lentes negros y una apariencia algo extraña se acerco al muchacho adinerado, quien en menos de un segundo le hizo un gesto de asco.

— Eso no es Dior —

Justo cuando el señor estaba por rociar a Draco con aquella sustancia de dudosa procedencia, una chica se acerco y le sonrió amablemente al vendedor ambulante.

— No gracias, viene conmigo —

Sin dejar que ninguno de los dos respondieran, ella se llevo a Draco lo antes posible, bien sabia que tener a un chico con esas características en un lugar como este era bastante peligroso.

— Suéltame mugrosa, siquiera se donde estuvieron esas asquerosas manos —

— Pibe, no te quejes. vamos a cruzar la 9 de julio y es peligrosa, asi que cerra el orto —

Sin importar que el rubio se queje a mas no poder, la chica lo arrastro por la avenida mas ancha del mundo, mas conocida por los pueblerinos como la 9 de Julio.                                                 Una vez que estuvieron en la vereda, ya seguros. La muchacha lo soltó. Claramente Draco se limpio con cierto asco.

— Se nota a metros que no sos de aca, no podes caer en el viejo truco de la muestra de perfume, así secuestran gente —

— ¿Donde se supone que estoy? se supone que debería estar en Londres —

— Estas en la ciudad mas hermosa del mundo, campeona del mundo, calles de tango y música. Estas en la ciudad mágica de Buenos Aires — 

La porteña agrando a mas no poder su orgullo por su tierra natal.

— Lamento decirte que esto no es Londres y por tu seguridad, te diría que no digas mucho que preferis estar con los ingleses antes que estar acá —

Siguió hablando ella mientras claramente gente los chocaba, personas apuradas, mecheros, vendedores y demás.                                                                                                                                                 Draco parecía estar en shock, no podía asimilar los escenarios. Había pasado de estar apunto de ser parte de uno de los clanes mas temidos del mundo mágico y a estar en latinoamerica. No sabia que era peor.

— Esto no puede pasarme a mi, mierda, esto esta realmente mal. Debo volver a Londres  ahora — 

Él no sabia nada de Argentina, pero su clasista personalidad lo hacia pensar en lo inferior y asquerosos que eran aquellos pueblerinos. No quería detenerse a admirar la belleza de la ciudad, solo quería huir lo antes posible.

— Puedo llevarte al aeropuerto pero es en Ezeiza, bastante lejos, como dos horas en colectivo y no se si pasa por aca, porque en una hora hay piquete —

— Sea donde sea, debo llegar a Londres, no me importa el costo o sacrificio —