𝐒𝐄𝐕𝐈𝐋𝐋𝐀!| Si no se rompe, ¿cómo logrará abrirse tu corazón?
Ana Maradona se encontraba en un punto de su vida en el que el amor no estaba en sus planes. Sin embargo, se vio sorprendida al enamorarse de unos ojos que nunca imaginó que la obs...
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Cada palabra resonaba en el vacío que se formaba en mi pecho. Aquel beso fugaz había abierto una compuerta a un mar de sentimientos, turbulentos y desconocidos. Su pregunta me sumergió en una espiral de incertidumbre, mi gesto reflejaba el caos interno que experimentaba.
━━ ¿Qué sucede? ━━ Preguntó con desconcierto, captando mi gesto confundida tras aquel fugaz roce de labios. El aire se densificó, impregnado de silencios elocuentes. Sus ojos, espejos del alma, buscaban respuestas en los míos, anhelando descifrar el torbellino de emociones.
Palabras desvanecidas en el aire, pero el palpitar agitado de corazones latía al unísono.
El susurro del viento entre susurros entrecortados llevaba consigo la promesa de un nuevo capítulo en nuestro relato compartido. En ese instante, el mundo se redujo a dos almas entrelazadas, escribiendo un poema de amor con la tinta de la incertidumbre.
━━ No es nada ━━ Intenté tranquilizar la atmósfera con una sonrisa forzada, aunque por dentro, las emociones se agitaban en un torbellino. ━━ Pero... ━━ Dudé en expresar mis pensamientos, luchando por entenderlos. ━━ No lo sé. ━━ La verdad, estaba perdida en un mar de confusión y nuevas sensaciones. Cada latido del corazón susurraba secretos inexplorados, mientras el silencio se convertía en un abismo entre nuestras palabras. Las dudas bailaban en mi mente, queriendo hallar la valentía para nombrar lo indecible. En aquel momento, las miradas eran páginas en blanco anhelando ser escritas, ansiando revelar lo que los labios temblorosos no podían confesar.
━━ ¿Te he incomodado? ━━ Su voz revelaba preocupación, mirando mis ojos en busca de respuestas. Mis labios temblaron, anhelando la verdad que se escondía detrás de mis silencios.
Quería decirle que no, que su cercanía despertaba en mí una mezcla de emociones confusas, pero mis palabras parecían haberse perdido en el laberinto de mis sentimientos.
━━ No, para nada. ━━ Respondí apresuradamente, evitando prolongar ese tema, aunque mi mirada ya se había desviado, incapaz de sostener la suya.
La distancia entre nuestras miradas revelaba más de lo que yo deseaba admitir, una brecha entre lo dicho y lo sentido. Quería cerrar aquel momento incómodo, pero mis sentimientos se negaban a ser encapsulados en una simple negación.
Finalmente, después de una breve reflexión, la disculpa surgió de sus labios como una suave brisa que acarició mi piel.
