Stimulation toy | DRAKEY

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Un sábado más por la noche y Draken se sentía increíblemente tenso, tenía un enorme bulto en sus pantalones y un nudo en los hombros, un buen masaje y un coño caliente le repetía su mente, o un baño caliente y un buen coño. Lo que sea que incluyera relajarse y meter su polla en algo, sin duda tendría sexo aquel día si pudiera, de no ser porque su última relación había terminado hace como un año, y las mujeres suponían mucho tiempo.

Le gustaba invertir tiempo en mujeres, tener algunas citas y después follar por un tiempo hasta que alguno de los dos se cansara, incluso estaba dispuesto a cumplir el papel de novio si eso le facilitaba tener sexo seguro con la misma persona. Aunque esto sonaba demasiado frío Draken no era del tipo que te toma y abandona, el se preocupaba por sus parejas sexuales, e incluso desarrollaba sentimientos.

Pero últimamente todo era la Toman, estar de guardia el doble de tiempo, trabajos de medio tiempo y Mikey. Últimamente todo era Mikey, aunque en realidad siempre fue así, desde que eran niños la mayoría de su tiempo se iba invertido en el, cuando salió con Emma un tiempo esta incluso lo decía "Draken solo tiene ojos para las motos, la Toman y Mikey", aunque esto no era del todo cierto, Draken tenía solo ojos para las motos y Mikey, pero la Toman significaba todo para Mikey, así que entonces le correspondía también protegerla. Incluso el interés por Emma formaba parte de un capricho de Mikey por tenerlo atado de alguna forma de por vida. Cuando le dijo a Manjiro que no se casaría con su hermana este le propició un golpe en la cara y le gritó que ni siquiera pensara en abandonarlo algún día. Lo cual solo confirmaba para Draken que Mikey quería amarrarlo a el de por vida a su lado, aunque algo ridículo considerando que el ya se sentía naturalmente atado a Mikey de por vida.

Pero las motos, la Toman y Mikey, no le daban todo, el aún necesitaba como vaciar su polla.

No tenía tiempo de salir a conocer chicas y tener alguna cita, quería solo sexo, podía conseguirlo en esa noche si quisiera, pero el cansancio físico y mental le hacía retroceder a la idea.

Al llegar al burdel saludó a una de las chicas, Yuna , su pelo rubio caía en ondas por sus hombros, y llevaba un traje de encaje que no dejaba nada a la imaginación, las chicas comúnmente caminaban por el burdel casi desnudas, aunque a Draken aquello jamás le causó ni una pizca de emoción incluso en el apojeo de su adolescencia. Todos ahí eran como familia, siempre respetó a las chicas y las chicas tampoco intentaron tocarlo. La mayoría no quería estar ahí, había incluso algunas que no estaban interesadas en los hombres, pero aún así tenían que trabajar.

—¿Que tal hombre?, te ves cansado — Preguntó Yuna tomando una bandeja llena de condones y con un par de esposas, seguramente algún servicio para alguna habitación.

—Estoy hecho polvo, menudo día de mierda —dijo Draken dejandose caer en uno de los sillones de cuero del lugar, en la mesita de al lado había una caja completamente sellada—. ¿Que se supone que es esto? —dijo apuntando a la caja.

Yuna detuvo su camino y observó.

—Seguramente algún juguete, o lubricante —suspiró—. Estuvo llegando más del que pedimos, seguramente alguien dio la orden mal, si ves algo que te sea útil tómalo, lo demás puedes dejarlo en la bodega.

Y a Draken le hubiera venido de maravilla, si tan solo estuviera teniendo sexo.

Sin mas tomó la caja y fué hasta su cuarto.

Ya una vez adentro se tiró en la cama, la erección seguía ahí, como si de un puberto se tratara. Largó un suspiro y removió los cajones buscando alguna revista porno, escogió alguna y se puso de pie decidido a husmear en la caja.
Corrió la cinta y una vez que la pudo abrir vio una caja más pequeña dentro, la caja venía completamente vacía por el exterior; no contenía letras, ni un código, tampoco imágenes, solo un fuerte color rojo. Al abrir aquel misterioso producto su corazón dió un salto, solo había visto algunos en revistas, era un masturbador masculino, tenía la forma de un pequeño cilindro y un orificio estrecho cubierto de algún material que desconocía. Su mente lo tentó a usarlo, después de todo era un agujero para joder, y nadie además de el sabía lo que había en la caja, y si alguien lo pedía entonces lo devolvería y diría que hubo una confusión.