crenny week ❤︎

Cowboys 🐎

-Wanted

Mis pies resonaban en la madera de aquel bar, me ganaba una que otra mirada de los malandros del lugar pero mi vista estaba fija en el bartender, el cual tragó profundo al verme.

-¿Ya llegó?- Escupí las palabras con desdén, no quería perder el tiempo.

-GAH, s-sí, lo está esperando.- Mis ojos se dirigieron hacia aquellas puertas de madera, sin más, pasé hacia la bodega del lugar donde me esperaba un hombre gordo con aires de grandeza.

-Llega tarde Sr.Feldspar.- Moví la silla para que su respaldo quedará frente a mí.

-¿Qué quieres?- El robusto era un magnate muy importante, por no decir que el más importante, solo estaba aquí por la posible propuesta millonaria que podría tener en frente.

-No apresuremos las cosas. Dígame algo, ¿usted conoce a este sujeto?- Mi rostro denotaba un poco de interés al ver el cartel de "se busca" pero no era de cualquier estupido que asaltaba dos moneditas, no, este era el cartel del criminal más buscado en todo el condado Park.- Puedo ver en tu mirada que si.

-Mysterion, literalmente todo el mundo lo conoce.

-Supongo que me ahorré las presentaciones.- El hombre sonrió ampliamente.- Este insulso ha estado robando en diferentes pueblos, pueblos que están bajo Mi responsabilidad y no estoy obteniendo el dinero correspondiente de ellos porque siempre termina siendo interceptado.

-Ve al punto.

-Necesito que lo traigas a mis pies, vivo.- Alcé una ceja.

-Mmm, le costará mucho. Nadie ha podido poner ni un dedo encima a esa escurridiza rata con alas. Ni siquiera se conoce su rostro.

-Creí que eras el mejor cazarrecompensas del condado, ¿o qué? ¿Acaso le tienes miedo a alguien tan insignificante?

-No le tengo miedo a nada, menos a un idiota que nisquiera muestra su cara.

-Entonces acepta la propuesta.- Me crucé de brazos, dando a entender que no será fácil.

-¿Cuánto me vas a dar?

-Te ofrezco 200 monedas de oro.- Cartman arrojó un saco a la mesa, pero yo ni siquiera me mosquee.

-No sea tacaño, todos sabemos que tiene más de donde vino eso.- El castaño rodó los ojos y sacó otra bolsa.

-500 monedas de oro, lo tomas o lo dejas.- Aparté ambos sacos de mí y sonreí de forma arrogante.

-1500 o me voy.- El de ojos bicolores frunció los labios, como no quisiera acceder.

-1000, no pienso darte más.

-Bien, entonces no hay nada que hablar.- Estaba por levantarme pero fui detenido por el magnate.

-Tú ganas, pero más te vale que hagas bien tu trabajo.- Solté un pequeño suspiro que podría contar cómo risa, había ganado.- Tienes 3 semanas, de lo contrario no habrá nada para ti y te prometo que me encargaré de arruinar tu reputación.- Me arrojó solo una bolsa como forma de asegurar el pago.

-No se preocupe, jamás le he fallado a nadie.

-Por su propio bien, será mejor que así sea.- Sin más que hacer, el robusto se levantó con dificultad del asiento y caminó hacia la salida, donde fue escoltado por sus guardaespaldas.

Suspiré pesadamente mientras miraba el cartel, ni siquiera se podía ver un centímetro de rostro que pudiera darme una pista. Salí de la bodega y me acerqué al barista, el cual enseguida me otorgó su atención.