𝐋𝐢𝐭𝐭𝐥𝐞 𝐅𝐚𝐭𝐡𝐞𝐫 𝐅𝐢𝐠𝐮𝐫𝐞┃𝐅𝐚𝐫𝐟𝐚𝐝𝐨𝐱

In the town of Mate. [1]

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― Pobre nene, no tiene a nadie que lo cuide, debe sentirse muy solo―

― La gente dice que sus padres lo abandonaron y se fueron a alcoholizar a un río―

― Escuche que sus padres tenían problemas con el alcohol, no me extrañaría que eso hubiese pasado―

Los murmullos por las calles lo atormentaban donde iba, no había pasillo ni callejón donde no los escuchara. Realmente los detestaba, odiaba tanto la compasión falsa con los que creaban rumores igual de falsos. Odiaba eso, la ciudad y todos sus habitantes, deseaba con todo su ser irse lo más lejos que pudiese

En la oscuridad de esa noche, un pequeño niño se movía entre las calles, parecía estar apurado, detrás de él unos hombres empezaron a gritarle, sus pasos se aceleraron y empezó a correr. "Mierda, mierda, se suponía que la alarma no tenía que sonar", pensaba el chico. Los hombres cada vez se acercaban más, tomo una ruta entre callejones, doblo 3 esquinas, pero aun así no podía librarse de ellos, en otro intento por zafarse choco con una puerta y fue arrastrado al interior de una vieja casa.

―Che, nene, ¿De qué corres?― Pregunto la persona que lo arrastro ahí, sonaba como alguien viejo, con una voz áspera y seca, tosió un poco sin soltar al chico. ―¿Qué te pasa? ¿No podés hablar?―

― Ha-había unos hombres persiguiéndome...― Contesto un poco secó. El hombre lo soltó, pero no lo dejo ir.

― ¿Y por qué te perseguían?― Se sentó en una mesita y le hizo una señal al chico para que también se siente. El chico le miro serio, dudando si contestar. ― ¿Y?― Le extendió un vaso con agua, seguido de eso le dio un sorbo al mate que había sobre la mesa. ― Se que vos sos el pibe del que todos hablan, no hace falta ponerte tímido.―

― Puede que me haya llevado un poco de pan― susurro.

Hubo un silencio algo incómodo seguido de una sonora carcajada. ― ¿Lo robaste?― En respuesta recibió más silencio, el chico estaba cabizbajo. ― Bueno, a partir de ahora voy a evitar que vuelvas a robar.― Dijo con una sonrisa mientras le ofrecía un mate.

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Despertó al instante, desde que llego al orfanato no dejaba de soñar con ese momento. El reloj frente a su cama marcaba las 00, la hora justa. Se levantó despacio, y tratando de no hacer ruido se vistió, tomó una mochila de debajo de su cama y salto por la ventana. No había tiempo para arrepentirse ni lamentarse, él solo quería ser libre.

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El calor lo estaba matando, Estaba tan acostumbrado al clima frío que olvido la horrible combinación que es una armadura de un metal oscuro y el Sol con sus 27 grados. Pero para su suerte estaba cerca de su destino. Cabalgo unos kilómetros más hasta llegar a la entrada de un pueblo, un gigantesco cartel indicaba el nombre de este: "El pueblo del Mate", leyó un poco sobre el pueblo y para resumir, en la época colonial era un lugar donde se cultivaba yerba mate en grandes cantidades, desde entonces es conocido por eso, y por ser el pueblo de origen de grandes estafadores, ladrones, contrabandistas, también por ser una especie de lugar perfecto para actividades ilegales. El caballero creía que era una pena que un lugar tan bello y rico en naturaleza como podría llegar El Pueblo del Mate sea desperdiciado y corrompido por ese tipo de gente, pero a la vez no había tanto disgusto porque necesitaba un material algo complicado de conseguir para crear un portal y ese pueblo era un lugar perfecto para buscar.