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La manecillas del reloj le ponían los nervios de punta, ya era de noche y estaba solo. La tormenta ya cubría todo el pueblo con relámpagos y demás cosas, el aire que hacía afuera hacía ruidos extraños provocandole a Roier una sensación extraña.

--Mierda.--

Subió las escaleras hacia su habitación, todo estaba como lo había dejado esa mañana, fue directo hacia su portátil viendo que tenía mensajes de Quackity  y advertencias por la tormenta.

Quackatas♡
(¿Todo bien por allá? Ya hablaste con vegetta?)

Roo
(Con el loco ya, pero no ayudó en mucho.)

Quackatas♡
(Roier sea lo que te haya dicho debiste escuchar, también se como eres tu.)

Roo
(Y que querías we, me estaba hablando de un cuento sobre la misma mierda.)

Mientras esperaba respuesta de su amigo las luces de su hogar estaban fallando,  parpadeaban, sentía cada vez más nervios, se abrazo a sí mismo para calmarse.

Quackatas♡
(No es simplemente mierda cuando ese ser se originó en nuestro pueblo y por alrededores.)

Roo
(¿De que hablas?)

Quackatas♡
(Mi abuela me contó que ella también vivió lo mismo que tú,)

Roo
(¿Estas consciente de que estamos hablando de un ser que no existe?)

Quackatas♡
(No se trata de si exista o no, sea lo que sea que te esté pasando cualquier información que te de es importante para que te cuides.)

Roo
(¿Y que hare?)

Quackatas♡
(Esa cosa siempre llega un día antes que Santa, es su alter ego, tienes que esconderte muy bien esta noche Roier ¿tus padres están contigo?)

Roier ya no pudo contestar puesto que la luz había fallado, estaba solo y a obscuras, prendió la linterna de su celular para observar el reloj de manecillas que marcaban las 9 de la noche.
 

Bajo las escaleras hacia la cocina, había recordado que su madre siempre guardaba velas, mientras iba bajando las escaleras hacían ruidos extraños, no recordaba que sonarán así cuando subió.

--Estoy alucinando.--Rebusco en los cajones encontrando las linternas.

Tomó en mano las linternas poniendo cada una en distintos lugares para después encender las, no era mucha la luz que generaban, pero le ayudaba a Roier a no sentirse en obscuridad total.

Miro hacia la nada pensando en que haría ahora, el mensaje de Quackity  pasó por su mente.

--Esa cosa siempre llega un día antes que senta.--repitió.

Un estruendo en la planta de arriba lo hizo saltar en su lugar, Roier llevó su mano hacia su pecho para calmar sus nervios, su piel de gallina y sus sentidos alerta.

Se escuchaba como si algo estuviera pegando con otra cosa, tomó una vela y su teléfono, quedando enfrente de las escaleras Roier no sabía si subir o simplemente escapar de su casa.

No, se dijo a si mismo, un estúpido vecino no vendría a molestarlo a su propia casa, el sabia como defenderse y lo usaría encontra del vecino.

Con cu corazón a mil y la valentía de un niño, subió aquellas escaleras, se quedó en silencio para detectar de que cuarto venía aquel sonido, se quedó helado cuando se dio cuenta que venía de su habitación.

--Puta madre--susurro.--

Abrió lentamente su puerta, asomo su cabeza y lo que se encontró no fue nada más que su ventana abaierta golepando con su repisa, Roier soltó un suspiro de alivio al ver que no era nadie, dejando en una pequeña repisa la vela y su teléfono el chico se acercó hacia la ventana para poder cerrarla.

Pero algo no cuadraba, el pestillo... el pestillo estaba roto, miró hacia adelante y lo que vio lo dejó helado, era el mismo muñeco de nieve que había visto después de haber golpeado al señor por accidente.

Roier como pudo cerró la ventana, puso su repisa para que obstruyera y tapara la ventana, tomó su teléfono y la vela para bajar hacia la sala.

El castaño con su celular en mano trataba de contactar ala policía, 1, 2, 3, 4 veces intentado contactar, hasta que porfin lo atendieron.

Policía
(Buenas noches, atendemos su reporte ¿que pasa?)

Roo
(Si, bueno, es que hay, hay un ve--vecino aco-cosandome)

Las palabras no salían poco entendibles, Roier estaba tan nervioso que no podía ni hablar bien.

Policía
(Chico trata de tranquilizate, ¿hay algún adulto contigo que nos pueda explicar lo que pasa)

El castaño podía escuchar como el viento y la lluvia golpeaban las ventanas con tanta violencia creía que hasta se podían romper.

Roo
(No! So-solo estoy yo porfavor manden ayuda.)

Policía
(Chico tranquilízate  ya, y danos tus datos, enseguida mandaremos ayuda.)

Roier estaba tratando de respirar y hablar, iba a empezar a dar sus datos.

Unos ruidos en su tejado, lo hicieron helarse, ¿estaban en su techo? Estaba justo arriba de el, alejó  el teléfono para poder escuchar mejor, losnruidosn

𝐊𝐑𝐀𝐌𝐏𝐔𝐒 |•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora