Ctp. 1: Bosque

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La lluvia de la noche anterior había dejado sus rastros, las gotas de agua que resbalaban por las hojas chocaron contra la armadura del joven. Con paso firme y recursos en bolsa y mano, siguió recorriendo el bosque para llegar al campamento que compartía con sus compañeros.

Al llegar lo primero que recibió de bienvenida fue una flecha rápida que rozó el lateral derecho de su casco, para terminar clavada en lo que parecía un árbol de abeto marcado.

—¡Farfa! -Grito uno de sus compañeros mientras salía de su escondite entre los arbustos, detrás salía otro a paso un poco más lento.

—¿Estas bien? -Pregunto el chico que salió primero, el pelaje blanco y las orejas de conejo largas y recogidas caracterizaban a este mismo.

—Seh, linda forma de recibirme Conter.

—Perdón, estaba practicando mi tiro con arco, supongo que me concentré de más y no te vi salir de entre los árboles.

A estos se les unió un tercero, contaba con un sombrero, que de este desprendían mechones azulados y oscuros.

—Madre mía Conter, por poco y le dejas medio ciego a Farfa. -Explicó dando un sermón al de pelaje blanco.

—Ya Sili, pero admite que fue buen tiro, le di al árbol! -Con esto, Conter señaló hacia el árbol de abeto, que ya hacía con una flecha clavada en el tronco.

Sili solo arqueo una ceja, tomo el brazo del joven conejo y lo arrastró hacia los arbustos de nuevo, el que era dejado atrás supuso que seguirían entrenando, así que retomó su camino hacia el centro del campamento. Al llegar, entro a una de las cabañas más grandes, empezó a sacar y ordenar todos los recursos y suministros.

—Farfa, regresaste. -Un segundo se hizo presente en la habitación. –¿Trajiste lo que te pedí?

—Si, espero sean las correctas. –Respondió, extendiendo un pequeño bulto envuelto en un trapo a su compañero. Este las tomo rápidamente, abrió el bulto con cuidado para dejar ver unas pequeñas flores maltratadas color lila y rosa.

—Lo son, gracias Farfa. -Volvió a tapar las flores con el trapo cuidadosamente.

—Tengo algunas cosas que hacer aún, así que ya me voy -El contrario asintió, dando camino hacia una pequeña cocina.

—Shadoune. -El mencionado paro su camino y giró la mirada hacia Farfadox. —Dile a Rubik que se recupere pronto. -Shadoune dio una leve sonrisa y asintió hacia el comentario de Farfa, mientras que ese salía de la cabaña para dirigirse a otra mucha más pequeña.

Desde el exterior de la puerta, asegurando de no haber olvidado nada, escuchó como algo de cristal caía y rompía en el suelo seguido de un quejido de dolor

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Desde el exterior de la puerta, asegurando de no haber olvidado nada, escuchó como algo de cristal caía y rompía en el suelo seguido de un quejido de dolor. Abrió la puerta con cuidado, aparentemente todo en su lugar, solo eran 2 más de sus compañeros.

—Cris, quieto, estás haciendo esto más difícil... -hablo un chico de piel blanca cual nieve.

Un quejido fue en respuesta.

Cortos || Farfarich Donde viven las historias. Descúbrelo ahora