Sucumbir al placer +21

Capítulo 5

Mauri

Quiero desaparecer del mundo, si, eso es lo que quiero. No me considero una persona distraída, a lo contrario soy muy atenta a las cosas pero hoy, justo hoy se le ocurre a mis tobillos doblarse y hacer que me valla de cara contra el piso. (Dios! Que vergüenza). El chico guapo que tiene a amy vuelta loca me ayuda a levantarme. (Uy pero que caballero, con razón Loammy está están colada).

–Ey, ¿Estas bien?- el joven Demir me pregunta preocupado. Inmediatamente asiento. Claro que estoy bien pero bien avergonzada, así estoy. Cuando le cuente esto a los chicos estoy muy segura que se me reirán en la cara, aunque pensándolo bien, si no les digo, ellos no se burlarán de mi.

–Mauri querida, te encuentras bien?– La señora Ali se acerca a mi tomándome del brazo con delicadeza; yo asiento por que la vergüenza que he pasado hoy no me deja articular nada.- ¿Estas segura que no te hiciste daño?- ella me mira buscando una respuesta que salga de mis labios, así que, le doy lo que quiere.

–Si, estoy bien señora Ali, solo fue un accidente, discúlpeme.- Espero que mi tono de voz no allá zonado como chillido.

– Descuida linda no pasa nada, y no me llames señora ali, mi nombre es Diana creo que se me olvidó decírtelo.

– Tiene usted un hermoso nombre.- Ahora que lo analizó la señora Ali tiene un parentesco con la princesa Diana, es delgada y tiene el cabello rubio aunque la princesa tenía el cabello corto pero noto un lindo parecido, la señora trasmite amabilidad y esa gracia tan linda que hace que aunque no la conozcas te sientas aceptada.

–Créeme, no como el tuyo querida.

Ella me da una sonrisa. Pero de repente siento que alguien me observa desde atrás y cuándo volteo, mis ojos por fin ven el color de los suyos, y ahí está el, parado detrás de su escritorio, con las manos apoyadas en el cristal que da la vista a la ciudad, tiene un semblante serio, pero que... no se, no logró descifrar su rostro.

– Hijo! Ven- exclama la señora Diana.- Te quiero presentar a alguien.- el señor Zaid despega sus manos del cristal y empieza a caminar en dirección hacia nosotras; de repente siento que me falta el pulso, cada paso que da va al compás de los latido de mi corazón; a los dos segundo, lo tengo nuevamente frente a mi.- Hijo, te quiero presentar a mi nueva asistente, Mauri Kelly- sus ojos avellanos "que por cierto son hermosos", me miran de una manera que no sabría cómo llamarlo.- Querida, el es mi hijo mayor y uno de mis grandes tesoros que la vida me dió, Santiago Ali.

Cómo fue que dijo?, he oído bien, ella acaba de decir Santiago.

– Un gusto señorita Kelly, bienvenida a la AIP.- Santo Dios! Hubiera preferido que no hablara, este hombre tiene una voz tan varonil pero a la vez serena; otra vez me vienen los nervios y las manos me empiezan a temblar, veo como asoma su mano para tomar las mías, pero estoy tan nerviosa que estoy apunto de ocultarlas detrás de mi  y de repente... el toma una de mis manos, mientras sus ojos no se despegan de los míos, siento el frío de los metales que adornan sus dedos.

–Muchas gracias. El gusto es mío.- desde cuando hablo tan despacio; definitivamente este hombre no es de este mundo.

–Bueno, ya que el zaid se presentó deberíamos dejar que se conozcan un poco, ¿No crees diana?- de repente me veo soltando las manos del hombre frente a mi y busco a la persona que se le ocurrió semejante idiotez.

– Me parece una estupenda idea kadir, los dejaremos para que se conozcan ya que trabajarán justos.

– Madre, no es necesario, ya sé su...

– Tranquilo hijo, Mauri no muerde.- ella me mira con una sonrisa maliciosa, yo solo quiero tirarme de este edificio.- querida, cuando terminen de hablar, pasa por mi oficina. Adiosito.- y así sin más ella me deja sola, con el, no sin antes llevarse a kadir con ella.

Diosito, ayúdame.

Santiago

Hoy morirá alguien, estoy seguro de eso. Era obvio que al imbecil de kadir se le iba a ocurrir algo como eso. La chica de cabello rojo está para frente a mi, mirando por la ventana, tal vez la entienda, la vista es bastante buena.

La observo detalladamente, lo primero que diré es que es muy hermosa, bastante diría yo, sus ojos, parecen dos piedras de zafiro, simplemente no puedes dejar de mirarlos; es todo lo que he hecho desde que la vi, mirar sus ojos, las pequeñas pecas que adornan su bello rostro le dan un toque de ternura y delicadeza, y por último está su cabello rojizo, parecen como llamas de fuego, que atraen aunque no quieras caer.

–Puedes sentarte, no te quedes ahí parada.- ella despega su vista del cristal y se enfoca en mi.

– Estoy bien así, gracias.- noto un poco de dureza en su tono de voz, al parecer se le fue la timidez.

– Bien, y cuénteme, que la trajo hasta aquí, hasta nuestra empresa.- nuestros ojos se encuentran nuevamente. Hay algo en ella que me llama mi curiosidad.

– Estudio derecho, y esta es una empresa que tiene mucho que ver con lo que estoy estudiando. Además se que el dueño de este lugar es uno de los jueces más importantes del mundo, entre otras cosas más. Si ya no tiene preguntas, me retiro entonces.– la veo irse a la puerta pero no lleva a tomar el plomo ya que la tomo por el brazo.

– Se equivoca señorita Kelly, aún tengo más preguntas por hacerle.- siento como ella empieza a tensarse bajo a mi toque, así como cuando tome su mano cuando nos presentaron.

– Y si le dijo que no quiero contestarla señor Santiago.- ¿Como me acaba de llamar?

– Señor Zaid para usted, no me gusta que me llamen por ese nombre.- mi voz sonó duro. Nadie me llama por mi verdadero nombre, ni siquiera mis padres; a mi madre se lo deje pasar, pero a nadie le permito llamarme así.

– Pues ese es su nombre ¿no?, pues así lo llamaré. - donde quedó la mujer que temblaba.

– No me desafíe señorita kelly, y cómo su jefe le doy una orden; me acerco un poco más a ella, tanto, que siento su respiración en mi rostro.- no vuelva a llamarme Santiago.

Bueeeeno, se puso fuerte la cosa.

Que les pareció este cap.

Besitos 😘